
La población española no está sobrecualificada en términos poblacionales, según "La Universidad Española en Cifras 2015/2016", un informe, editado por Crue Universidades Españolas y elaborado por Juan Hernández Armenteros (Universidad de Jaén) y José Antonio Pérez (Universitat Politècnica de València), que presenta más de 900.000 datos recogidos en más de 200 cuadros facilitados por la mayoría de las universidades españolas, tanto públicas como privadas.
En España, con datos de 2014, el 35 % de la población de 25 a 64 años contaba con estudios superiores, mientras que la media de la OCDE se situaba en el 36%. En los países con mayor competitividad y con los mejores sistemas universitarios del mundo la proporción es, incluso, superior: Reino Unido, 44% y Estados Unidos 45%. Tampoco en la franja de los más jóvenes (25 a 34 años) la situación es diferente. España tiene un 41% de población con estudios superiores, mientras que Reino Unido presenta un 49% y Estados Unidos un 47%.
El El informe indica que estas cifras contrastan bastante con las de otros países como, por ejemplo, Italia, donde según algunos estudios la sobre cualificación tras acabar la carrera es del 13,2% y se reduce al 8% a los cinco años. En resumen, en España, una quinta parte de los titulados universitarios empleados presentan un nivel de sobrecualificación en sus ocupaciones. A ello contribuye la especialización productiva española y un tejido productivo con empresas de muy pequeño tamaño, que contribuyen a que el peso de las ocupaciones cualificadas sea muy inferior a la de otros países desarrollados de mayor nivel de renta y riqueza que deben constituir el punto de referencia para el futuro.
Acceso a los estudios
Por otro lado, el acceso a los estudios superiores en España es equiparable, o incluso inferior, al del conjunto de los países desarrollados de nuestro entorno. En los países de la OCDE, un 54% de los jóvenes estudia un grado y un 23% de ellos continúa su formación con un máster o una formación equivalente. En la UE-22, el 53% cursa un grado y el 21% accede a las enseñanzas de máster. Por su parte, en España la tasa de acceso a los estudios de grado es del 47%, y la del máster de un 9%.
El estudio de la Conferencia de Rectores destaca también que es significativo la reducida propensión a realizar estudios de máster en España, que no alcanza ni la mitad de los valores medios de los grandes países de la Unión Europea, lo que es un primer signo de la falta de requerimientos de cualificación de nuestro mercado laboral. Asimismo, en el periodo 2008-2015, la evolución de la demanda de enseñanzas universitarias difiere entre las universidades públicas y las privadas.
En el caso de las enseñanzas de ciclo y grado, la demanda se ha reducido globalmente un 4,2%, la evolución acumulada de la demanda ha sido dispar según la titularidad pública o privada de las instituciones, mientras en las universidades públicas la disminución ha sido del 7,2%, las universidades privadas experimentan un crecimiento del 21.1%. En los últimos años las universidades públicas registran todavía una leve pérdida de alumnos, mientras que las universidades privadas han estabilizado su matrícula. En España, en el curso 2015/2016, las universidades públicas absorbían el 86,5% de los estudiantes (en el curso 2008/2009 era el 89,2%) y las universidades privadas matriculaban el restante 13,5% (en el curso 2008/2009 era el 10,8%), siguiendo con esta proporción pública/privada la pauta de la mayoría de los países continentales europeos.
Por otro lado, los estudiantes de grado han incrementado sus preferencias hacia las ramas de Ciencias, Ciencias de la Salud y las Humanidades, reduciéndolas en las ramas de Ingeniería y Arquitectura. El resto de las enseñanzas han registrado, en este periodo, crecimientos en la participación de sus respectivas matrículas de los estudiantes de nuevo ingreso.
Otro dato destacable es que las mujeres continúan siendo mayoritarias en los estudios universitarios de grado y los hombres reducen su participación. El informe destaca que la participación ligeramente creciente de los hombres de los últimos años se ha vuelto a posicionar en los valores de 2010 y parece reflejar un comportamiento relacionado con las menores dificultades de encontrar un empleo desde 2015.
Erasmus, la clave para atraer talento internacional
La atracción internacional de estudiantes de grado está determinada por la intensidad del Programa Erasmus de cada Universidad.
El programa Erasmus+, (llamado así desde 2014) ofrece la posibilidad de estudiar, formarse, realizar actividades de voluntariado o adquirir experiencia profesional en el extranjero a millones de personas procedentes de los 33 países integrantes, entre los que están los Estados miembros de la Unión Europea, Turquía, Macedonia, Noruega, Islandia y Liechtenstein. España es el país que más alumnos Erasmus recibe (42.537) desde 2001. Los cinco países top en recepción de estos estudiantes becados son: España, que se sitúa por delante de Alemania (32.871), Reino Unido (30.183), Francia (29.558) e Italia (21.564).
En lo referente al origen y destino de los alumnos de grado del Programa Erasmus, tanto las universidades públicas como las privadas presentan saldos positivos (mayor número de entradas que salidas) con Alemania (76,2% y 58,7%); Francia (72,1% y 25,0%) e Italia (39,7% y 25,5%) y saldos negativos (menor número de entradas que salidas) con Portugal (-52,0% y -39,7%); Reino Unido (-32,0% y -46,6%); Bélgica (-24,9% y -14,5%); y Holanda (-19,4% y -1,4%). Estos siete países contabilizan el 66,4% y el 64,7% del total de la movilidad estudiantil de este Programa en el conjunto de las universidades públicas y privadas presenciales, respectivamente, siendo Italia (22,1%) el país de preferencia para los alumnos de universidades públicas y Francia (14,5%) para los alumnos de universidades privadas.
Por último, las titulaciones de la rama de Sociales y Jurídicas lideran la movilidad estudiantil del Programa Erasmus con una participación en el total de las entradas y salidas del 41,9% y 65,4% en las universidades públicas y privadas presenciales, respectivamente.