
Como cada año, cuando el curso llega a su fin, llegan las pruebas de acceso a la universidad y junto a ellas, los problemas para hacer frente a este gasto en cientos de familias.
Las pruebas que reciben el nombre de PAU, EBAU o EvAU, antes conocida como 'Selectividad', siguen suponiendo un verdadero problema para familias y estudiantes con una situación económica más vulnerable. Así lo denuncian desde la Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes -CANAE-, quienes reclaman una bajada en los costes de las pruebas y alertan del riesgo que supone para la continuidad en el sistema educativo de muchos y muchas jóvenes. La presidenta de la organización estudiantil, Andrea G. Henry, explicaba que "Son pruebas que no podemos no hacer, si queremos ir a la universidad tenemos que hacerlas, deberían ser gratuitas, si seguimos poniendo trabas y obstáculos, mucha gente se quedará por el camino." Destacan, además, la falta de mecanismos y ayudas específicas que permitan afrontar el pago de estas tasas para aquellas personas que tengan más dificultades. Exigen a las administraciones públicas la puesta en marcha de medidas para combatir estas desigualdades. En palabras de la presidenta de CANAE, «la mayoría de estudiantes no saben que tienen que pagar estas tasas hasta semanas antes de la realización de las pruebas.
Es una sorpresa para muchas familias. Y estas no son las únicas tasas, cuando tenemos que recoger nuestro título académico también se nos cobra, entre otras cosas.» Comunidades Autónomas más caras que otras A todo esto hay que sumar la gran brecha existente entre unas comunidades autónomas y otras, llegando incluso a triplicarse el precio de estas pruebas en función del territorio en el que se realicen. "Las desigualdades se agrandan dependiendo de la CCAA donde se realicen.
Un estudiante de la Comunidad de Madrid pagará aproximadamente unos 127,90 euros, mientras que en Comunidad Valenciana se paga en torno a 78 euros. Estas diferencias no solo ocurren en el precio, sino también en cómo estas pruebas están estructuradas. En algunas Comunidades el pago es fijo, sin embargo hay otras que en las que se paga por cada examen de una asignatura específica que se realiza, lo que produce que "algunos estudiantes hagan menos exámenes para así pagar menos y son estos estudiantes los que tienen menos posibilidades de llegar a la máxima nota, en este caso un 14".