
Hoy se celebra el Día Internacional de las Niñas en las TIC porque todavía sigue siendo necesario, ya que la participación de mujeres en los estudios relacionados con las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) es muy baja.
La tecnología se ha introducido en prácticamente todos los ámbitos profesionales y cada vez son más las actividades que se realizan con el uso de la tecnología, lo que redunda en una necesidad cada vez mayor de profesionales que dominen las TIC.
Las mujeres en el campo profesional STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) son escasas en comparación con los hombres. Según el último informe de la Cátedra Mujer STEM de la Universidad Pontificia Comillas, solo un 24% de estudiantes universitarios eligieron estudios universitarios de ramas consideradas STEM, de los cuales un tercio fueron mujeres (8%). En FP Inicial (FP Básica, Grado Medio y Superior) únicamente el 32% de estudiantes se decantaron por alguna familia profesional STEM y, de ellos, tan sólo una décima parte fueron mujeres (3,3%).
Si nos fijamos en los estudios más centrados en las TIC del Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP), en el curso 2019-20 poco más del 12% en FP Grado Superior y casi un 8% en FP Grado Medio fueron mujeres. En estudios universitarios, en el Grado de Ingeniería Informática solo un 13% de estudiantes fueron mujeres y en el Grado de Ingeniería de Telecomunicación, aunque el porcentaje es un poco superior (21,5%), sigue siendo una proporción muy baja. Por tanto, son pocos los estudiantes que en general eligen estudios STEM, pero todavía en mucha menor proporción, las mujeres
Son muchos los factores que explican la baja elección de estos estudios por parte de las niñas y las mujeres, tanto en el ámbito personal y familiar, como en el educativo y social. En general, las niñas y las mujeres presentan una baja sensación de autoeficacia alejada de su capacidad real, carecen de referentes STEM femeninos, y al ser el capital tecnológico de las familias muy bajo, son escasas las experiencias científico-tecnológicas en el seno familiar.
Existe además un grave desconocimiento de la vertiente social de los estudios STEM, a pesar de ser disciplinas que en muchos casos inciden directamente en la calidad de vida de las personas y en la sostenibilidad social, económica y medioambiental. La cultura del mínimo esfuerzo y de la inmediatez en la que vivimos actualmente no motiva a los jóvenes hacia estos estudios, que requieren en muchos casos, un trabajo constante
En el ámbito educativo, cabe destacar la baja actitud e interés hacia las disciplinas STEM por parte de algunos profesores de Educación Infantil y Primaria que las imparten; la falta de profesoras que impartan asignaturas STEM en Educación Secundaria, y, en general, la falta de contextualización de las asignaturas STEM en los estudios obligatorios.
Los datos revelan la falta de perfiles femeninos en el campo de las TIC, de ahí que se necesite trabajar a corto, medio y largo plazo, en todos los ámbitos mencionados, para reducir esta brecha y promover que más mujeres tengan interés por estos campos profesionales. Tanto las administraciones públicas como el sector educativo, industrial y empresarial están trabajando para conseguirlo. Un ejemplo de ello es la Cátedra para la Promoción de la Mujer en Vocaciones STEM de la Universidad Pontificia Comillas patrocinada por la Empresa Municipal de Transportes de Madrid y la Fundación Iberdrola, como iniciativa público-privada, que trabaja para promover vocaciones STEM entre niños y niñas, jóvenes, estudiantes de Grado de Educación, profesores, orientadores educativos y familias.
Elaborado por Yolanda González-Arechavala, Directora de la Cátedra para la Promoción de la Mujer en vocaciones STEM en la Formación Profesional para la Movilidad Sostenible y Profesora del Departamento de Telemática y Computación de Comillas ICAI y Ana María González- Cervera, Maestra de Educación Primaria e Infantil. Orientadora Educativa e investigadora en la cátedra