
Desde hace unos días hemos venido escuchando una noticia que parece del siglo XX, "se elimina la asignatura de informática de los colegios". ¡En el año 2022!, en nuestro país, a un grupo de personas "expertas" en transformación digital se les ha ocurrido la idea de suprimir esta asignatura con la nueva reforma de la LOMLOE.
Aclaremos que no es que la hayan eliminado del sistema, solo deja de ser competencia del Gobierno y lo deja en manos de las Comunidades Autónomas , pero por supuesto, le resta importancia a la asignatura (a pesar de las asignaturas opcionales planteadas) y agrava un problema del que quizá no sean conscientes…
Pilar Alegría, la ministra de Educación y Formación Profesional, ha afirmado que la asignatura no desaparece como tal, sino que se convierte en una competencia transversal, indicando que "La competencia digital o tecnológica traspasa y recorre todo el currículo educativo". Es genial que queramos desarrollar competencias digitales de esta manera en el sistema educativo, pero, ¿es esto suficiente para nuestras generaciones de relevo?
Yo me dedico a la educación tecnológica, soy el CEO de 4Geeks Academy Europe, uno de los bootcamps de programación más importantes del mundo, y desde mucho antes de que sucediera esta hecatombe, hemos venido luchando contra un problema, en forma de crisis silenciosa, que con la pandemia, se ha agravado considerablemente: la falta de talento tecnológico.
Varios estudios publicados exponen la necesidad de más perfiles tecnológicos, entre ellos en programación, a escala global. De hecho, si ya España necesitaba más de 300.000 en 2019, cuántas más no necesita ahora que la pandemia ha disparado la digitalización. La escasez de perfiles hace que el 64% de las grandes empresas y 56% de las pymes europeas tengan problemas para encontrar talento tecnológico. Así lo muestra el estudio de Digital Skills Research. Además, según Dell y el Institute for Future, el 85% de los trabajos del futuro, ni siquiera se han inventado, pero requerirán competencias digitales.
Por si fuera poco, según datos del Ministerio de Educación, en el período de 2018-2019 se inscribieron en el Grado de Informática menos de 50.000 personas a nivel nacional, pero solamente se graduaron 4.824.
Si sumamos las cerca de 5.000 personas graduadas en programación en lo últimos dos años, de los bootcamps que pertenecemos a la Asociación de Talento Tecnológico (Asottech), se puede comprobar que para llegar a esas 300.000 personas que se necesitaban en 2019, todavía falta mucho. En este sentido, mi pregunta es: ¿cómo vamos a solucionar este problema si se decide que la informática no debe ser una asignatura clave?
Para que haya más personas con capacidad de asumir los trabajos del futuro, debemos empezar desde el colegio, y la asignatura de informática debe ser obligatoria. Además se debe inculcar una cultura tecnológica, y cada vez añadir más y más habilidades digitales.
Esto no es únicamente un asunto económico, es que la programación, el pensamiento lógico que se desarrolla mientras se aprende a desarrollar algoritmos, es una herramienta sumamente poderosa en el abordaje de problemas complejos y el planteamiento de soluciones razonadas. ¿Vamos a dejar que sea opcional esa ventaja solo porque vamos a permitir que en las clases se usen tablets o se aprenda a navegar en internet en todas las asignaturas?
Nuestras generaciones de relevo deben aprender, desde el colegio, lógica matemática, robótica, algoritmia, e incluso desarrollar sus primeras líneas de código en Python, el lenguaje de programación más utilizado en el mundo.
Así cabe preguntarnos ¿cómo espera nuestra ministra que haya más científicos de datos, programadores, personas dedicadas a la ciberseguridad o a las matemáticas computacionales?. Por otro lado, ¿cómo pretenden nuestros políticos que haya más chicas como Blanca Huergos o chicos como Darío Martínez (medallas de oro de las olimpiadas de informática de 2020 y 2021 respectivamente, ambos con menos de 17 años)?
Respuesta sencilla, dándole la importancia que se merece a la asignatura de informática y no hacer ninguna tontería.
Elaborado por Victor Manuel Gómez Pérez, CEO 4Geeks Academy Europa