Ecoaula

La brecha digital, un reto en los centros escolares

  • 1 de cada 3 hogares con una renta inferior a 900 euros no tiene acceso a Internet
  • El hábitat y el tamaño de la población se posicionan como factores determinantes para el acceso a la red
  • Solo el 34% de las personas mayores de 65 años se conecta al ciberespacio
Madridicon-related

Reducir la brecha digital es uno de los grandes retos del momento. Buena parte de la población española se quedó atrás en el aprendizaje de nuevas competencias y habilidades digitales, especialmente en lo que respecta a personas mayores, abriendo también una brecha generacional que se ha ido prolongando en el tiempo.

De hecho, en España todavía existen más de 26.000 poblaciones con menos de 10 habitantes a las que no llega un internet del siglo XXI, según los últimos datos de la Secretaría de Estado para el Avance Digital, perteneciente al Ministerio de Economía, por lo que alrededor de 13 millones de personas estarían afectadas por esa falta de cobertura, que perjudica sobre todo a las zonas rurales.

Carencia de internet

Por su parte, los hogares con ingresos más elevados cuentan con conexión de banda ancha fija en mayor proporción que los que tienen menores ingresos, mientras que estos últimos disponen de mayor porcentaje en el acceso solo por dispositivos móviles.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), nueve de cada diez hogares españoles tiene acceso a Internet; en el caso de los hogares con niños, este porcentaje asciende al 97%.

1 de cada 3 hogares con una renta inferior a 900 euros no tiene acceso a Internet

No obstante, el 96,2% de los hogares con ingresos mensuales netos de 2.500 euros o más dispone de acceso fijo y el 3,6% lo hace sólo a través de móvil. Por el contrario, entre los hogares que ingresan menos de 900 euros los porcentajes son del 62,7% en acceso fijo y del 23,2% sólo mediante el móvil. Desde otra perspectiva, uno de cada tres hogares (31,5%) con una renta inferior a 900 euros no tiene acceso a Internet, mientras que el 99% de los hogares con una renta superior a los 2.500 euros manifiestan tenerlo, según la Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares realizada por el INE, a finales de 2020.

Brecha generacional

El hábitat, ya sea rural o urbano, y el tamaño de la población, se posicionan como factores determinantes para acceder o limitar el acceso a las nuevas redes de telecomunicaciones de alta velocidad. Por lo tanto, la brecha digital también es educativa.

Además de la pura desconexión, el uso de Internet también presenta grandes diferencias entre edades. Por ejemplo, el 91,6% de las personas con entre 16 y 24 años de edad, usan Internet diariamente, pero este porcentaje desciende hasta el 33,6% entre los mayores de 65 años.

Solo el 34% de las personas mayores de 65 años se conecta al ciberespacio

Si situamos a España en el contexto europeo, la diferencia entre los internautas jóvenes y los adultos (de 16-25 años y de 55-74 años respectivamente), la media en la OCDE es de un 33,7%, cuando en España se sitúa en el 46,6%. Este gap generacional es de un 28% en Francia, de un 25% en Alemania y de un 15% en Reino Unido.

Reto educativo

Por otra parte, la pandemia provocada por la Covid-19 ha hecho más visible que nunca la necesidad de cerrar las brechas digitales que amenazan con dejar a algunas personas y empresas en una difícil situación.

Pero, ¿Cómo aborda España este reto en Educación?

Ahora mismo, "el problema no es tanto de acceso ni conectividad, sino de buscar una mejor integración entre la experiencia escolar y el entorno digital", señala Lucas Gortázar, senior fellow de Educación en EsadedeEcPol.

No todos los estudiantes pueden acceder a Internet para seguir el curso escolar ni todos los que acceden lo hacen en igualdad de condiciones. "La clave para una respuesta sistémica al reto digital desde la escuela es que las escuelas sean instituciones fuertes y preparadas para navegar por entornos digitales y para conectar a los distintos actores de la escuela (directores, docentes, alumnos y padres) en espacios, no solo presenciales, sino también digitales", explica Gortázar.

"El problema no es tanto de acceso ni conectividad, sino de buscar una mejor integración entre la experiencia escolar y el entorno digital"

Asimismo, el experto en Educación señala que nuestro país afronta la brecha digital educativa desde una posición media con respecto a países vecinos, "y con importantes disparidades internas que se manifiestan en tres dimensiones", que desarrolla a continuación: "En casa, las diferencias en acceso a dispositivos y conectividad. Con los padres, las diferencias en capital cultural, que permite a unas familias apoyar mejor a sus hijos, ayudándoles a organizar su aprendizaje en entornos digitales de forma más autónoma. Y entre escuelas, donde hemos visto importantes diferencias entre unas y otras a la hora de responder, sobre todo entre marzo y junio de 2020, a la educación a distancia".

Con la inversión en I+D estancada en el 1,25% del PIB, frente a la media europea que alcanza el 4% o la de los países más avanzados que están en el entorno del 6%, parece que España se enfrenta a un panorama un tanto complicado. Sin embargo, los fondos de recuperación pueden ayudar a superar los retos que plantea la digitalización, en un país bien consolidado en infraestructuras digitales.

Los fondos europeos tienen, por tanto, el potencial de marcar un verdadero punto de inflexión, afrontándolos como una gran oportunidad para transformar el tejido educativo, social y económico del país.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky