
El pasado 1 de octubre Alfonso Méndiz Noguero se convirtió oficialmente en rector de la Universitat Internacional de Catalunya (UIC Barcelona). Hasta esa fecha, Méndiz asumía el decanato de la Facultad de Ciencias de la Comunicación e impartía clases de Teoría e Historia de la Publicidad en la facultad. Con el nuevo nombramiento, se convierte en el quinto rector de UIC Barcelona, que en 2022 celebrará su 25º aniversario.
¿De qué forma asume el papel de rector de la UIC para los próximos cuatro años?
Con un profundo agradecimiento, por la confianza -por parte del Patronato de la Universidad- que este nombramiento supone; y también con el compromiso que este encargo reclama y la clara conciencia de la responsabilidad que asumo ante la comunidad universitaria y ante la sociedad.
¿Cuáles son los objetivos que se plantea para esta nueva etapa?
Para los próximos cuatro años, me he marcado cuatro grandes objetivos: proseguir la línea de excelencia en la investigación, captando el mejor talento y ofreciendo apoyo cercano a los investigadores; redescubrir nuestra misión como universidad y poner en el centro las personas (en concreto, la formación de personas libres, con pensamiento crítico y mentalidad solidaria); desarrollar estrategias que mejoren la internacionalización de los estudiantes y de los grupos de investigación; e innovar en los modelos de enseñanza (MOOC, Aprendizaje-servicio, Collaborative Online International Learning, etc.), para llegar a nuevos públicos y satisfacer necesidades docentes a todos los niveles. UIC Barcelona siempre ha apostado por la investigación y la excelencia. No es algo nuevo para nosotros, y esa política ha dado sus frutos, pues en los últimos años hemos escalado posiciones en los rankings internacionales de Shanghai y del Times Higher Education o en el de la Fundación CyD. También hemos empezado a obtener importantes resultados en transferencia de conocimiento, algo imprescindible para el bienestar económico y social.
Se incorpora al rectorado en un momento crítico, ¿cómo va a afrontar la gestión de una pandemia que todavía no ha finalizado?
El momento de cambio que actualmente vive la Universidad se ha acelerado en los últimos dos años a raíz de la pandemia, que llegó de un día para otro. Aún recuerdo aquel viernes 13 de marzo de 2020, cuando nos fuimos a casa sin saber qué pasaría, y el lunes ya estábamos todos impartiendo docencia en línea. Aprendimos sobre la marcha, con el esfuerzo de todos (profesores, PAS y alumnos), y no se dejó de dar ni una sola hora de clase; de hecho, en mayo de 2020 ya se habían impartido más de 6.000 horas no presenciales síncronas. Fue un aprendizaje extraordinario que nos hizo mejorar en metodologías, instalaciones, protocolos de seguridad y, sobre todo, en compromiso. Es verdad que -desafortunadamente- la pandemia aún colea, pero está en buena parte controlada; el 100% de presencialidad, aunque sea con mascarillas y otras medidas de seguridad, permite la vuelta a la normalidad en los Campus. Una vuelta que no es solo física, a las aulas y a los despachos, sino que va mucho más allá: es una vuelta a la convivencia, al diálogo creativo, a las ilusiones compartidas, al enriquecimiento mutuo. Por otra parte, pienso que la formación en línea ha venido para quedarse; el modelo de educación híbrido continuará, quizás con más fuerza en posgrados y masters que en los grados tradicionales y en los dobles grados, porque en nuestra universidad la presencialidad es un valor muy alto: la atención personalizada al alumno lo requiere, y el trabajo en equipo, también. Es un momento interesante a escala mundial; cambian las metodologías, y las universidades debemos reflexionar sobre el papel que tenemos que jugar en un mundo hiperconectado. Ahora más que nunca, la Universidad debe asumir un fuerte compromiso con la sociedad, para devolverle, a través de la docencia, la investigación y la transferencia, lo que de ella ha recibido. No nos asusta el futuro; lo afrontamos con esperanza y sabemos que tenemos gran capacidad de adaptación, con o sin pandemia.
"Ofrecemos atención a medida y enfoque integral hacia cada alumno"
¿Qué cambios cree que son necesarios llevar a cabo en esta institución, en comparación con años anteriores?
La sociedad va evolucionando y, por ende, la universidad debe evolucionar en paralelo, adaptándose a los nuevos modelos socioeconómicos. Debemos responder a los retos tecnológicos, implantando nuevas tecnologías y herramientas que sean cada vez más eficientes y sostenibles, para facilitar el trabajo y la convivencia del alumnado y del personal administrativo y docente. Nuestra Universidad ha tomado el camino de la digitalización, camino sin retorno que a su vez nos marca la Agenda 2030, respondiendo así a nuestro firme compromiso con la sostenibilidad. Cambios tecnológicos, climáticos… Y también legales. Por último, la Universidad también ha cambiado en cuanto a públicos a los que nos dirigimos: en UIC Barcelona no sólo atendemos al alumnado de 18 años que entra por primera vez en la Universidad, sino que apostamos por la formación senior, a través de nuestro Campus de la Experiencia, para mayores de 65 años, y nos tomamos muy en serio la formación de postgrado, más profesionalizadora y especializada, para ofrecer una alternativa también a los mayores de 22 años. Es decir, creemos firmemente en la formación continua abierta y disponible para todos los públicos.
¿Qué características hacen que la UIC se diferencie de otras instituciones de educación superior?
Yo creo que la clave está en cómo hacemos las cosas: nos centramos en las personas como eje de nuestra misión, en la dimensión personal y profesional, para que cada uno de los miembros de nuestra comunidad llegue a ser la mejor versión de sí mismo. El alumno no es un número, ni un DNI; es una persona con sus circunstancias, su potencialidad y su proyecto personal. Ofrecemos atención a medida, enfoque integral hacia cada alumno, y también conexión profesional constante e innovación en los métodos de docencia e investigación. Apostamos por la internacionalidad, que está en nuestro ADN, y por la interdisciplinariedad, fomentando el diálogo entre las ciencias, entre profesores de distintos ámbitos y saberes. Nos gusta trabajar en equipo y nos comprometemos con los proyectos de la universidad. Esto crea una sinergia positiva a todos los niveles: PDI y PAS, facultades y servicios, gestores y docentes, profesores y alumnos, academia y empresa. En definitiva, buscamos ser eficientes como la mejor empresa y atentos con las personas como la mejor familia.
¿Cuáles son las formaciones de grado y posgrado más populares entre los estudiantes?
En UIC Barcelona impartimos dieciséis titulaciones y veintiocho dobles titulaciones internacionales, así como unos sesenta programas de posgrado en los dos campus: el de Ciencias sociales, humanas y jurídicas, ubicado en Barcelona, y el de ciencias de la salud, situado en Sant Cugat del Vallès. En este campus son demandadas y reconocidas las titulaciones que impartimos íntegramente en inglés, como Odontología, que está presente en numerosos rankings internacionales, como el de Shanghai o el Times Higher Education. También los son Medicina -que figura entre las Facultades con más aprobados en el MIR-, Enfermería, Fisioterapia, Bioingeniería y Psicología, que cuenta con una clínica universitaria propia para las prácticas de los alumnos. Todos los alumnos de este campus realizan prácticas reales y de simulación en el Hospital General de Catalunya y en otros centros de atención especializada, salvo los de Odontología, que las hacen en nuestra Clínica Universitaria de Odontología. En Barcelona son especialmente demandados los grados de ADE, que ofrece una doble titulación con el Politecnico di Torino, y de Arquitectura, que fundamenta el aprendizaje en la integración de todas las áreas de conocimiento.
"Queremos desarrollar estrategias que mejoren la internacionalización"
En posgrado, destacan algunos programas muy consolidados y reconocidos, como el Máster Universitario en Gestión Cultural (con dos líneas: en castellano y en inglés), el Máster en Cooperación Internacional (Erasmus Mundus) o el Máster en Gestión Sanitaria, por poner algunos ejemplos. Y para el alumnado senior, que nunca quiere dejar de aprender, contamos con el Campus de la Experiencia, que ofrece un grado en 3 años y un posgrado senior absolutamente innovador. Es un claro ejemplo de que entendemos el aprendizaje como una formación continua a lo largo de toda la vida.
¿Qué papel tendrá la internacionalización durante el próximo curso?
Como mencionaba antes, la internacionalización es intrínseca en nuestra universidad, la llevamos incluso en el nombre: somos la Universitat Internacional de Catalunya. Uno de cada cuatro alumnos es internacional, y un 9% de nuestros docentes son extranjeros (cuando la media en España es del 3%). También nos posiciona en esta línea la oferta de dobles titulaciones internacionales, con universidades de prestigio como Birbeck College, en Londres; Iona College, en Nueva York, Universidad de California, en Los Ángeles; Boston University, en Massachusetts; la Universidad de Belgrado, etc. Pero, más allá de los acuerdos internacionales, para nosotros la internacionalidad tiene que ver con los valores y la apertura de mente, con formar a nuestros estudiantes en la multiculturalidad y en el respeto a todas las etnias, credos y opiniones. Queremos que nuestros alumnos estén preparados para desenvolverse en un mundo global y para ser capaces de transformarlo y convertirlo en un mundo más habitable.
¿Qué relación tiene UIC Barcelona con el mercado laboral?
Actualmente, según las últimas encuestas de la Agència de la Qualitat Universitària (AQU Catalunya), UIC Barcelona tiene un índice de inserción laboral del 91,7%. Es una cifra muy positiva en un escenario en el que la empleabilidad de los jóvenes preocupa, por las altas tasas de desempleo juvenil. Por eso, procuramos que parte de nuestros docentes sean figuras relevantes del mundo profesional, que puedan facilitar prácticas de primer nivel y oportunidades de contratación a los que rinden en esas prácticas. También trabajamos mano a mano con las empresas para conseguir convenios con posibilidad de contratación y bolsas de trabajo para nuestros egresados. En la actualidad, tenemos casi 4.000 convenios de prácticas de los más variados sectores. Para nosotros es básica esta conexión con el mundo de la empresa, porque ahí es donde se produce la verdadera transferencia de conocimiento, la que aporta verdadero impacto social. Por eso tenemos dieciséis cátedras-empresa que financian nuestra investigación y facilitan la creación de spin off. Estamos muy agradecidos a todas las empresas que confían en nuestro proyecto, y que colaboran también con nuestro programa de becas a través de la campaña #NingúnTalentoSinFuturo. Finalmente, nuestro Consejo Asesor Universitario, formado por personalidades del mundo empresarial, cultural y social, nos asesora en la estrategia para aumentar la empleabilidad de nuestros estudiantes. Queremos ser la plataforma que los enlace con el mercado laboral real y los sitúe en las condiciones óptimas para desarrollar sus propios proyectos personales.
¿Cómo visualiza el futuro de UIC Barcelona?
Sin duda, con esperanza y con mucha ilusión. UIC Barcelona nació en 1997 y está a las puertas de su 25 aniversario; un cuarto de siglo puede parecer poco tiempo para una Universidad, pero en este breve recorrido florece ya el esfuerzo previo de un grupo de personas con visión y empuje que -desde finales de los años 70- diseñaron un proyecto de Universidad para cuando fuera posible; y lo fue casi 20 años después. También vemos ahora los frutos de muchos otros que, en este cuarto de siglo, han contribuido a hacerla crecer. ¿Que cómo lo visualizo? Como un gran sueño capaz de iluminar a multitud de jóvenes y a la entera sociedad. Le auguro un futuro prometedor, porque el esfuerzo de sus fundadores y el buen hacer de sus continuadores (profesores y personal de administración y servicios) alimenta hoy un proyecto lleno de vitalidad. La celebración de las bodas de plata marcará nuestro entero curso académico 2022-23. Y la vemos como una gran oportunidad para explicarle al mundo quiénes somos y qué podemos aportar a la sociedad presente y futura.