
En un momento en el que el debate de la educación emocional está a la orden del día y la llegada de las vacaciones de Navidad está muy próxima, muchos padres se preguntarán cómo afectará a sus hijos la separación de sus profesores durante estas fechas.
Un ambiente seguro desde el que probar y explorar
La influencia de los profesores en las relaciones emocionales de los alumnos varía en función de la edad. En la educación infantil y primaria es mucho más significativa en términos de aprendizaje social y, en cambio, en secundaria se modula de otra forma.
Por lo tanto, la valoración de este vínculo es mucho más importante cuando hablamos de los más jóvenes, los niños. En este sentido, existen multitud de estudios que analizan este vínculo profesor-alumno. Me quedo con dos autores que explican a la perfección el significado que adquieren los docentes en la vida de los más pequeños: Bowly y Mary Ainsworth, si bien estos autores se centraron en las relaciones significativas con los cuidadores principales, los conceptos son muy aplicable al contexto de clase.
Para Bowly, reputado investigador sobre el apego, el vínculo es esa serie de comportamientos encaminados a mantener la cercanía y el contacto con un adulto que sea sensible y responda a las necesidades del niño. Por su parte, Mary Ainsworth añade el concepto "base segura" para referirse a la relación entre los profesores y los niños, donde los niños se sienten seguros y animados a aprender, explorar, relacionarse. Si pasa algo, saben que cuentan con la protección de su profesor.
Sin ninguna duda, los profesores marcan el camino del aprendizaje de los niños en términos educativos y emocionales. Les empujan a explorar el mundo desde la protección, con límites y lo más importante, ayudándoles a sentirse seguros de sí mismos para que continúen aprendiendo del mundo que les rodea.
La llegada de las vacaciones, el inicio de nuevas rutinas
Ahora que hemos visto lo importante que es la relación con los profesores, los padres deben saber que la llegada de las vacaciones no implica una pérdida de este apego emocional y de las rutinas y diferentes aprendizajes de sus hijos. Al contrario, se abre un nuevo camino que hay que aprovechar para que desarrollen otras habilidades, también importantes en su desarrollo emocional.
Ellos no piensan que se vayan a separar de los docentes, al contrario, viven la entrada de las vacaciones de Navidad como un periodo ilusionante. Se despiden de ellos con alegría porque saben que volverán con ganas de compartir todo lo que han vivido, algo muy positivo en las relaciones con sus compañeros, quienes también influyen en su desarrollo al formar parte de la construcción de su identidad.
La adaptación al cambio es una de las destrezas más importantes que debemos desarrollar como seres humanos, y más aún en la sociedad líquida que nos ha tocado vivir, donde se nos demandan cambios de comportamiento y afrontamiento más rápidos que la consolidación de rutinas o hábitos. Por ello, los padres deben poner en valor las nuevas experiencias que llegan con las vacaciones de Navidad, como la adquisición de nuevas rutinas (hacer la cama, ayudar en casa, gestionar el tiempo libre, etc.), fomentar sus destrezas sociales (relacionarse con otros niños) o poner en práctica los nuevos conocimientos adquiridos en el colegio.
En este sentido, los padres, como eje vertebrador y constante en el desarrollo emocional de sus hijos, tienen que acompañarlos en esta transición y enseñarles a gestionarla para que sus habilidades continúen desarrollándose. Ellos son su espejo, quienes marcan su camino en diferentes contextos y, evidentemente, su referente en todos los sentidos.
Los colegios como facilitadores de cambio: las transiciones como oportunidades de crecimiento
Más allá del periodo de vacaciones, en el que hay una vuelta a clase con el profesor a corto plazo, hay que poner en valor cuando el cambio de curso implica la separación definitiva con el profesor. Aquí es donde la implementación de una estrategia por parte del colegio se vuelve crucial.
Para facilitar este cambio, los niños deben tener un "rito de transición. Estas transiciones se deben trabajar de manera conjunta con todo equipo docente para que las conexiones y entendimiento entre los antiguos profesores y los nuevos profesores se establezcan rápidamente y exista nuevamente esa sensación de seguridad y protección.
Del mismo modo, en British Council School apostamos por conceder un tiempo de adaptación, donde la participación de los padres es importante para que, de forma paralela, den señales a sus hijos de tranquilidad y seguridad con el cambio del nuevo profesor.
Todos los docentes y profesionales del colegio trabajamos para ayudarles en cada uno de estos pasos, para que crezcan tanto emocional como socialmente. Por ello, todos tenemos una formación específica en el manejo de relaciones saludables en el aula para asegurar un entorno basado en la aceptación y cargado de valores positivos.
La gestión de las diferentes variantes en la vida de un niño es importante. Su desarrollo emocional y su relación con el mundo depende en gran parte de ello. Por ello es fundamental que siempre haya un trabajo colaborativo entre padres y profesores para conseguir que su desarrollo emocional sea lo más saludable posible.
Elaborado por Chus Pérez Crespo, coordinadora de bienestar y protección en British Council School