Una de las fuentes que permiten analizar la posición de las universidades españolas en el contexto internacional es la información que aportan los rankings de alcance internacional. La difusión y el impacto que han alcanzado algunos de estos rankings como el THE, el QS y el ARWU (conocido como el ranking de Shangai) hacen muy difícil sustraerse a sus novedades. Los medios de comunicación, las propias universidades, los estudiantes, las administraciones públicas y todos los stakeholders que rodean el mundo universitario amplifican los resultados que anualmente presentan dichos rankings y toman sus decisiones en buena medida condicionados por dichos resultados.
Sin embargo los rankings mencionados, aún con sus diferencias, tienen un defecto compartido que es el de no tener en cuenta la diversidad del sistema de enseñanza superior en el mundo. ¿Qué pasaría si dispusiéramos de un ranking de todos los automóviles del mundo sin discriminar por categoría, potencia, precio o cualquier otra variable? ¿Tendría alguna utilidad una clasificación de este tipo? Y, mucho más, si la clasificación final elaborada fuese el resultado de otorgar una ponderación, inevitablemente subjetiva, a cada una de las características como la potencia, el consumo y el diseño de los automóviles seleccionados. Afortunadamente dicha clasificación no existe y no existe no porque no se pueda hacer sino porque es muy difícil que se aprecie su utilidad. Esto, sin embargo, es lo que ocurre de manera general en los rankings internacionales de universidades y ocurre porque la enseñanza superior y todo lo que se mueve a su alrededor moviliza una ingente cantidad de recursos privados y públicos impulsados por una demanda creciente de formación que permite adquirir las competencias imprescindibles para desenvolverse en un entorno económico y social tan cambiante como el actual.
No es sorprendente que con estos mimbres el capital privado tenga una presencia cada vez mayor en el sector de la enseñanza y, en particular, en el universitario así como tampoco sorprende que las compañías que desarrollan los rankings internacionales sean empresas con ánimo de lucro.
Frente a esta situación algunas iniciativas a nivel internacional están teniendo una importancia creciente con un paradigma de actuación marcadamente diferente al de los rankings mencionados. Una de estas iniciativas es la promovida por la Comisión Europea con el objetivo de desarrollar un sistema internacional de información de instituciones de enseñanza superior de todo el mundo con el nombre de U-Multirank.
Dicha iniciativa, que cuenta con la colaboración de la Fundación Bertelsmann y el banco de Santander, se lleva a cabo por un consorcio formado por las siguientes instituciones: Center for Higher Education de Alemania, el Center for Higher Education Policy Studies y el CWTS de los Países Bajos y la Fundación CYD de España. Dicho consorcio presenta cada año, y van ocho ediciones, los resultados del U-Multirank que en la última presentada este mismo año, recoge información de 1.950 universidades de 97 países.
Más allá de ser una iniciativa non-profit se distingue de los rankings mencionados más arriba por algunos aspectos fundamentales: no elabora ninguna liga de universidades, no siendo posible, por tanto, identificar la que sería la universidad número 1 o las situadas en cualquier otra posición. En consecuencia, no elabora tampoco índices sintéticos resultados de una ponderación previa de los indicadores disponibles.
El U-Multirank selecciona 36 indicadores a nivel institucional y un número similar a nivel de los 30 ámbitos de conocimiento analizados hasta el momento. Las universidades se clasifican para cada uno de los indicadores en cinco grupos de rendimiento clasificados según la distancia a la mediana del indicador. Los dos primeros son los que están por encima de la mediana del indicador. Además, cada usuario puede seleccionar tanto los indicadores que considere más adecuados para su interés como las universidades a comparar.
Con estos antecedentes se ha podido obtener, para un conjunto de indicadores seleccionados, una valoración del sistema universitario español en su conjunto comparando sus resultados con todas las universidades que forman parte del U-Multirank y específicamente con las que forman parte de la Unión Europea. De manera general, es posible afirmar que las universidades españolas deberían mejorar en indicadores como la tasa de graduación de grado, en los indicadores de investigación, transferencia de conocimiento e internacionalización, mientras que, en cambio, sus resultados son relativamente mejores en la tasa de graduación de máster y en los indicadores de contribución al desarrollo regional.
En concreto, el porcentaje de universidades españolas que están por debajo del correspondiente al conjunto de las universidades europeas y mundiales es especialmente manifiesto en indicadores de enseñanza y aprendizaje como la tasa de graduación de grado, en cuatro indicadores de investigación (el impacto normalizado de publicaciones, los fondos externos de investigación, las publicaciones altamente citadas y los post-doctorados con la UE) en cuatro de transferencia de conocimiento (publicaciones con empresas, fondos privados, spin-offs y publicaciones citadas en patentes), en la práctica totalidad de los indicadores de orientación internacional (titulaciones impartidas en idioma extranjera de grado y máster, profesorado extranjero y publicaciones internacionales) y en uno de la dimensión contribución al desarrollo regional (publicaciones con empresas de la región).
Por el contrario los indicadores en los que el porcentaje de universidades españolas ofrecen unos resultados superiores a las europeas y del mundo son: la tasa de graduación de máster, las publicaciones de acceso abierto, las patentes con empresas privadas, los ingresos de formación continua, la movilidad de estudiantes y tres indicadores de contribución regional (prácticas en empresas de la región, publicaciones regionales y fondos de investigación regionales).
Elaborado por Martí Parellada, coordinador general del Informe CYD y director del Ranking CYD