
La Universidad Camilo José Cela vuelve a ser protagonista del mundo educativo. Esta vez analizará con universidades de todo el mundo el futuro de la educación superior tradicional en el "Global Education Forum, 3rd Act". Este evento tendrá lugar los días 13, 14 y 15 de octubre y contará con ponentes de prestigio mundial. Emilio Lora-Tamayo, rector de la UCJC, explica el papel que tendrá la institución educativa en estas jornadas.
¿Cuál es el objetivo del Global Education, 3rd Act (GEF)?
Nuestro objetivo es repensar la educación superior formal en el marco de la sociedad de aprendizaje del tercer milenio. Durante tres días de reflexión y debate, del 13 al 15 de octubre, empresarios, estudiantes, profesores, expertos y distintos profesionales del sector, procedentes de todo el mundo, buscarán seguir avanzando en el diseño de la universidad del futuro.
Este debate no lo hemos planteado de la universidad para la universidad, sino desde la universidad para el conjunto de la sociedad, y participarán más de 120 ponentes de 10 países, con más de 20 universidades representadas durante el foro. Queremos escuchar la voz de los alumnos de distintas edades, para que nos digan cómo creen que debe ser la Universidad del tercer Milenio.
En este foro vamos a reflexionar sobre cuál es el rol en esta nueva sociedad del aprendizaje.
¿Cuál cree que es el gran desafío de la universidad hoy en día?
La universidad del futuro necesita ser más digital, flexible y personal. Un espacio innovador de generación de conocimiento y de nuevas profesiones, más abierta, colaborativa e internacionalizada. Tiene que jugar un papel estratégico en la investigación científica y la competitividad de los países y en la construcción de una sociedad avanzada, sostenible y de progreso. Los campus han de superar su dimensión física y diseñarse desde una perspectiva abierta, interactiva e híbrida, cuya necesidad y eficacia ha quedado demostrada durante la emergencia sanitaria.
¿Considera que las instituciones educativas están formando a los jóvenes según las necesidades del mercado laboral?
Mi ideal educativo se basa en una educación superior capacitada para formar a sus alumnos en habilidades y herramientas ajustadas al mercado laboral. Para ello, será necesario adquirir capacidades como la creatividad, el espíritu crítico, la resiliencia, el trabajo en equipo o el compromiso social. La universidad tiene que ganarse ese espacio, y entender a la sociedad y cuáles son las nuevas oportunidades en un mercado de trabajo que presenta no pocos desafíos.
¿En qué consiste exactamente el Think Thank "Future&Learning" de la UCJC?
El Think Tank fue un proceso de reflexión que se puso en marcha en la Universidad Camilo José Cela hace 18 meses, en el que se ha reflexionado conjuntamente sobre el futuro del aprendizaje en nuestro país. El objetivo era establecer un marco que permitiera generar un ecosistema de aprendizaje. En aquel momento, con más de cien expertos y durante una serie de meses, tuvimos este debate y con las conclusiones elaboramos un dodecálogo, que es el Manifiesto del Global Education Forum que compartiremos esta semana, entre el 13 y el 15 de octubre, con el conjunto de la comunidad nacional e internacional. No es solamente cómo hay que dar las clases, cómo tienen que ser los profesores, su relación de los alumnos, sino que también queríamos que se tuvieran en cuenta los desafíos y las oportunidades que la educación superior tiene ante el cambio de paradigma actual.
¿En qué debe consistir, según su punto de vista, la transformación urgente del sistema universitario?
La situación disruptiva en que nos encontramos, provocada principalmente por la pandemia del COVID-19, ha acelerado nuestra reflexión sobre el futuro de la educación y sobre cómo debemos enfocar la transformación del sistema universitario. Para empezar, debemos mirar de frente a las necesidades de la sociedad y ser conscientes de que la educación es un tema global y, por tanto, la aplicación de soluciones tiene que contemplar una perspectiva global. Todos somos conscientes de que una transformación es necesaria, pero estoy seguro de que no va a ocurrir de la noche a la mañana, pasará un tiempo hasta que ocurra.
"Debemos mirar de frente a las necesidades de la sociedad y ser conscientes de que la educación es un tema global"
Debemos ocuparnos, como ya viene haciendo desde hace años la Institución Educativa SEK, por ejemplo, en la innovación y la creatividad en las metodologías docentes. Eso dio lugar a que hace 30 años en el SEK ya se hablara de conceptos que ahora están muy extendidos, como es el del Aula Inteligente.
¿Cree que las universidades están preparadas para dicha transformación?
Las metodologías docentes son las que tienen que aportar un mayor grado de innovación en las universidades, e incluso los propios profesores. Los contenidos son los que son, y la universidad sigue teniendo los mismos objetivos que tenía en sus orígenes, que es crear conocimiento y transmitir esos conocimientos a los estudiantes. La universidad tiene que ganarse ese espacio, tiene que entender a la sociedad, tiene que entender cuáles son también las nuevas oportunidades en un nuevo mercado de trabajo, que también presenta desafíos, y ser capaz de mantener esa relevancia como institución, o reinventarse.
¿Qué ideas fundamentales se compartirán sobre el "wellbeing"?
Nosotros hablamos tanto de un bienestar físico como de un bienestar emocional. Desde hace tiempo, todo el mundo entiende que hay que tener una percepción de todos los conocimientos a través de una serenidad de espíritu que te haga ser más efectivo.
Además, el bienestar físico tiene que ver con la cultura física, con el deporte… No estamos inventando la rueda, solo sentamos las bases de lo que creemos. El bienestar, de hecho, es uno de los doce puntos incluidos en el Manifiesto del Global Education Forum.
¿Cuál es el papel que tendrá la digitalización en la universidad en el futuro más próximo?
Lo primero que debemos tener en cuenta es la importancia de la formación del profesorado. Para digitalizar la enseñanza no solo basta con dar un ordenador a un maestro de toda la vida, porque en muchos casos lo usará poco o casi nada. Ese profesor necesitará un aprendizaje adecuado para que extraiga todo el potencial de la digitalización. El docente debe tener una formación específica que le permita sacar todas las ventajas de las nuevas tecnologías.