
La Universitat Oberta de Catalunya (UOC) cumple 25 años en un momento crucial para el futuro de la enseñanza superior. Cuenta con una oferta formativa muy variada que se adapta a las necesidades de aprendizaje a lo largo de la vida y que llega a más de 140 países. Josep A. Planell i Estany, rector de la UOC desde el año 2013, valora en qué punto se encuentra la institución actualmente.
¿Cómo describiría la evolución de la UOC desde sus inicios hasta ahora?
Lo que empezó siendo una apuesta arriesgada, en 1995, por ser una universidad a distancia utilizando internet - decisión que podía incluso parecer una excentricidad en aquel momento- ha conducido a convertir la UOC como uno de los referentes mundiales de la educación on-line o e-learning.
La evolución de la UOC a lo largo de estos 25 años tanto desde el punto de vista tecnológico, como en términos de su modelo pedagógico, de su gobernanza, de los criterios que configuran la calidad de la docencia on-line y sin duda de la investigación y generación de conocimiento sobre todo en áreas de interacción entre tecnología y ciencias humanas, han convertido a la UOC en modelo y referencia para la educación on-line.
Desde su punto de vista ¿Cuál es la esencia de esta universidad?
La decisión de que el vehículo de comunicación de la universidad sea internet conlleva consecuencias irreversibles. Nuestro modelo pedagógico representa la re-ingeniería de la educación presencial: el estudiante aprende haciendo y para ello se le ofrecen recursos de aprendizaje, es acompañado en su trabajo por un profesor e interacciona y trabaja con sus compañeros del aula virtual. Por otro lado, por el hecho de ser internet ubicuo, la universidad puede ser global. Esto no significa poseer sólo una dimensión internacional, sino que significa formar ciudadanos y profesionales globales, respetando la diversidad de cada persona y con una fuerte voluntad de transformación social.
"El estudiante aprende haciendo y para ello se le ofrecen recursos de aprendizaje"
Por otra parte, la UOC es una universidad que focaliza su investigación y su innovación en la interacción entre tecnología y ciencias humanas y sociales. Es precisamente la investigación en esta interacción entre las tecnologías y los diferentes ámbitos del conocimiento donde está nuestra fortaleza, en especial en educación (e-learning) y en el ámbito salud (e-health o salud digital). Es muy relevante entender que la UOC es abierta precisamente porque la única condición de acceso es tener los requisitos mínimos de acceso a la universidad en España. Y este acceso público significa que los precios de la UOC son públicos.
¿Cuáles han sido los cambios más destacados que la institución llevó a cabo?
Uno de los retos de esta última década ha sido la apuesta por la dimensión global de la universidad. En nuestro caso, esto significa promover aulas y contenidos globales, fomentar la interculturalidad y que competencias adquiridas (digitales, organizativas, de trabajo colectivo) faciliten la formación de personas preparadas para los retos del siglo XXI. En estos momentos, nuestros casi 80.000 estudiantes viven en 142 países y aproximadamente 12.000 son originarios de otros países, la mayoría de América Latina.
¿Cómo ha sido su reacción ante la pandemia Covid-19?
La naturaleza on-line de nuestra universidad facilitó una rápida adaptación a esta situación excepcional y pudimos mantener activo nuestro campus, la docencia y la investigación. El gran reto, superado con éxito, fue la virtualización de 30.000 exámenes, que no podían ser presenciales, y hacerlo en un tiempo récord, el junio pasado. Por primera vez en los 25 años de historia de la UOC, 17.000 estudiantes se examinaron en línea.
Además, hemos querido poner nuestro conocimiento al servicio de la comunidad. Por un lado, pusimos en marcha, junto con la UNED y en colaboración con el Ministerio de Universidades y la CRUE, una plataforma de recursos para docentes, estudiantes y sociedad en general. Por otro lado, lanzamos hace un año un programa que llamamos Docencia no presencial de emergencia, orientado a compartir abiertamente el conocimiento de nuestro profesorado con docentes de otras universidades y sistemas para resolver sus problemas concretos y urgentes. Este programa ha sido el programa en clave de cooperación internacional de más impacto de toda la historia de la UOC: cerca de 10.000 personas de 47 países se apuntaron a seguirlo en directo y ya lleva más de 155.000 visualizaciones.
¿En qué se caracteriza el modelo de aprendizaje de la UOC?
La singularidad del modelo pedagógico es que está centrado en el aprendizaje y la actividad del estudiante. Este aprendizaje se lleva a cabo mediante la solución de retos que se le proponen resolver al estudiante y que para ello se ponen a su disposición un conjunto de recursos de aprendizaje, el profesor le acompaña en sus dudas y en su progreso y finalmente puede mantener contactos y consultar con el resto de estudiantes del aula virtual en la cual está integrado.
"La singularidad del modelo pedagógico es que está centrado en el aprendizaje y la actividad del estudiante"
Un aspecto importantísimo del modelo es que puede ser y de hecho es asíncrono: el estudiante y el profesor no tienen por qué coincidir en el espacio ni en el tiempo. La universidad está donde se encuentra el estudiante y la universidad está donde se encuentra el profesor.
Un aspecto de extraordinaria importancia del modelo es que para que funcione es necesaria la colaboración transversal entre el equipo académico y el equipo de gestión.
La transformación digital es imprescindible para esta universidad, ¿Qué papel tiene en la actualidad?
La UOC es nativa digital y esto hace que el concepto de institución digital esté muy incorporado a la forma de trabajar. De hecho, por decirlo en pocas palabras, la transformación digital significa que la tecnología deja de ser un área más en la organización (un silo), para pasar a formar parte de todos los procesos de todas las áreas. De hecho, el proyecto tecnológico más importante para nosotros actualmente, es un proyecto de gobernanza de datos, imprescindible tanto para seguir el progreso del estudiante, como para evitar su abandono, o hacer investigación, en particular en el ámbito del e-learning.
¿A qué perfil de estudiantes está dirigida la UOC?
Resulta muy complicado definir un único perfil de estudiante. Quiero recordar el primer aspecto de la misión de la universidad: formamos personas a lo largo de la vida adaptándonos a sus necesidades vitales y/o profesionales. Por tanto, los perfiles van a ser muy dispares. Tenemos un elevado porcentaje de estudiantes procedentes de los ciclos superiores de formación profesional, y somos la segunda universidad española con más estudiantes con discapacidad (después de la UNED). Tenemos un amplio porcentaje de mujeres que después de haber dejado el trabajo por razones familiares, deciden reincorporarse al mundo laboral. Tenemos un gran número de inmigrantes latinoamericanos en España y en Europa que deciden obtener una titulación europea estudiando con nosotros. Tenemos también personas que estudian por satisfacción personal.
¿Qué rol tiene hoy en día la educación online?
Según las proyecciones de la OCDE, en 2030 alcanzaremos los 400 millones nuevos universitarios. A esta creciente demanda se suma una imparable diversidad que comprende desde el graduado básico al doctorado, pasando por el curso especializado, la actualización y la formación a lo largo de la vida. Si atender únicamente al nuevo estudiante con centros tradicionales nos obligaría a construir diariamente dos universidades de veinte mil estudiantes, responder a esta pluralidad de necesidades se hace inimaginable. Resulta simplemente insostenible. Por ello, el futuro –incluido el presente inmediato— de la educación universitaria se juega en la red.
¿Cómo se encuentra la investigación y la innovación en esta universidad?
La investigación es consustancial a la naturaleza de una universidad. De hecho, cuando hablábamos de la esencia de nuestra universidad y exponía nuestra misión, ya decía que la UOC focaliza su investigación y su innovación en la interacción entre la tecnología y las ciencias humanas y sociales. La aparición de la pandemia de la COVID-19 ha puesto de relieve la importancia de la investigación científica y sobre todo el papel que debe jugar la ciencia como antídoto frente al negacionismo, al tierraplanismo y a todo lo que convenimos en llamar fakenews. La universidad está, pues, llamada a jugar un papel protagonista como generadora de conocimiento y de razonamiento científico. La investigación es pues la gran palanca para hacer frente a los retos actuales y de futuro.
"En la UOC promovemos una investigación interdisciplinaria, en la frontera de disciplinas diversas"
En la UOC promovemos una investigación interdisciplinaria, en la frontera de disciplinas diversas. Y estamos determinados en apostar también por la ciencia abierta, por difundir en abierto el conocimiento generado en la universidad, y por impulsar iniciativas que nos conecten con agentes económicos y sociales.
¿Tienen alguna medida pensada para incrementar el número de mujeres en el área STEM?
Sí, claro, sin duda. Sin embargo, producir un incremento del número de mujeres en el área STEM no lo haremos en la universidad. Las mujeres llegan ya a la universidad con una orientación muy difícil de cambiar. La única manera de alcanzar el objetivo es actuando desde la infancia. Es en la escuela y en las familias que se debe forjar el interés de las niñas por las matemáticas, las ciencias y las tecnologías. En este sentido pensamos que podremos ejercer una clara influencia a través del Grado de Educación Primaria que empezaremos a impartir a partir de septiembre. Futuros maestros y maestras empoderadas con una sólida formación científica y con competencias digitales acreditadas podrán fomentar vocaciones STEM tanto en niñas como en niños que estudien en sus aulas.
¿Qué relación tiene la UOC con el mundo empresarial?
En la UOC estamos convencidos que las universidades no nos podemos limitar a generar y transmitir conocimiento, sino que tenemos que apostar por una visión amplia del apoyo a la promoción personal y profesional: el conocimiento debe fructificar, también, en forma de inserción laboral. Por eso en la UOC creamos un vicerrectorrado de Competitividad y Empleabilidad.
Además, la orientación a la nueva empleabilidad requiere una universidad más permeable, con un diálogo con el resto de habitantes del ecosistema. Por ejemplo abriendo las aulas a profesionales con perfil docente o trasladando el aprendizaje fuera de las aulas.
Como universidad que tiene en su misión formar a lo largo de la vida, además de la oferta de títulos oficiales de grados y master, tenemos, dos líneas de actividad: UOC X, orientada a proporcionar una formación profesionalizadora, a distintos niveles, y UOC Corporate, que ofrece soluciones de aprendizaje a empresas que nos ha permitido formar a más de 7000 profesionales.
Una iniciativa reciente de la que estamos muy satisfechos es la Feria Virtual del Empleo, que pusimos en marcha el año pasado con vocación de mantenerse en el tiempo, y en cuya primera edición participaron más de 100 empresas y 5.000 estudiantes y alumni.
¿Cómo visualiza esta universidad en un futuro?
Las universidades del siglo XXI, y en particular la UOC deberán asegurar la formación a lo largo de la vida en función del momento vital y profesional de los ciudadanos. Y esto habrá que hacerlo a precios públicos para poder asegurar el impacto social. El talento es la riqueza más bien distribuida del mundo y donde se encuentre hay que darle la oportunidad de florecer y consolidarse, y esta es la misión de universidades con voluntad de fuerte impacto social como es la UOC.
Parece bastante claro que en los próximos años la entrada en el ámbito por parte de empresas o entidades con ánimo de lucro aumentará. Las universidades públicas tienen una oportunidad de reforzar los valores de ciudadanía en el sentido de formar a ciudadanos críticos, responsables y con valores democráticos.