
Apenas sus minúsculos dedos logran abarcar el diámetro de un teléfono móvil y ya tienen la destreza de manejar cada aplicación instalada en él. Los menores de edad están en las redes sociales y muchos de ellos sin alcanzar la edad mínima para abrirse una cuenta. El uso de la tecnología no es un asunto nuevo, ni tampoco la falta de formación que se tiene sobre la misma.
Cada vez son más los casos de jóvenes que sufren ciberbullying o ciberacoso por parte de sus compañeros de clase, acoso sexual o grooming, son estafados, así como también roban sus datos personales (phishing).
Se ha virtualizado la infancia y debería ser un proceso natural que ha de ser aceptado. El problema es que Internet y las redes sociales son una oportunidad para su relación con el mundo, pero también una amenaza donde existe la violencia contra los menores.
Más de las tres cuartas partes de los jóvenes encuestados han sufrido durante su infancia algún tipo de violencia en línea
Según el último estudio sobre la cibercriminalidad en España, elaborado por el Ministerio del Interior, en 2019 se registraron 3.243 denuncias por delitos contra menores de edad. De las cuales, 1.135 fueron por amenaza o coacción y 1.135 sobre delitos sexuales en Internet.
Unas cifras que van en aumento año tras año. La Fundación Save the Children elaboró una encuesta en 2019 a 400 jóvenes de todo el territorio español, dando como resultado que más de las tres cuartas partes de los encuestados han sufrido durante su infancia algún tipo de violencia en línea.
El nuevo contexto de pandemia, que obligó a los estudiantes a tener sus clases a través de una pantalla, ha despertado preocupaciones entre el sector educativo y los padres. Muchos menores han comenzado a tener sus primeras interacciones con la tecnología, aunque otros ya nacieron con un móvil bajo el brazo y, la falta de educación en materia de ciberseguridad se ha hecho latente.
En la actualidad las brechas en ciberseguridad se reflejan en los titulares. Particularmente se han pronunciado los ataques informáticos a centros educativos que, el pasado mes de mayo, tuvieron lugar más de media docena en escuelas de educación infantil, primaria y secundaria, colegios y universidades.
Según el Informe de Ciberamenazas 2021 de SonicWall, los ataques se están centrando en el sector educativo precisamente por su valor informativo, siendo 2020 el año en el que más ataques ransomware o secuestro de datos han sufrido.
En el mismo informe incluye datos alarmantes, como que el 63% de las escuelas no revisan los permisos de forma regular, el 22% no sabe cómo se otorgan los derechos de acceso, el 24% admitió otorgar derechos de acceso directo a toda solicitud, y solo el 18% tiene un profesional de ciberseguridad dedicado a tiempo completo en el personal.
El 99,8% del tejido empresarial español confía en no ser un objetivo potencial para recibir un ataque cibernético
El desconocimiento y el exceso de confianza juegan en contra de los usuarios de la red. ''Debemos tener clara una premisa: todos somos vulnerables a un ciberataque'', comenta Raúl Prieto, responsable del departamento de Gobierno de Seguridad de Información de Sothis.
Sin embargo, hay quienes no se consideran como un objetivo atractivo para un ciberataque, así lo refleja uno de los últimos informes publicados por Google y el Observatorio del Sector Público (OSPI) que versa sobre ciberseguridad en España. En él cifra que el 99,8% del tejido empresarial español confía en no ser un objetivo potencial para recibir un ataque cibernético y ''esto es un error pues, en concreto, la pyme y el usuario final son los elementos más vulnerables''.
Prieto además aclara que ''existen herramientas de seguridad sencillas y eficaces que se ponen en uso, pero descuidamos al trabajador y al usuario que se conecta diariamente. Y esa conciencia tiene que existir''.
Educar en ciberseguridad
Ante los recientes ciberataques que han sufrido grandes empresas y administraciones públicas, el Senado y el Congreso de los Diputados han pedido al Gobierno de España que forme a dos de los colectivos más vulnerables antes las amenazas en el ciberespacio, niños y jóvenes.
La petición es incluir una asignatura obligatoria en materia de ciberseguridad en el currículo educativo, tanto en colegios como en institutos. En abril se aprobó por unanimidad una Proposición No de Ley (PNL) de la Comisión Mixta de Seguridad Nacional, sobre la ''promoción, desde la escuela, de una eficaz sensibilización en materia de seguridad digital y responsabilidad en los comportamientos en el ciberespacio''.
Pero pese a que este tipo de propuestas no tienen carácter vinculante, al ser un mecanismo parlamentario con el que cuentan los diputados para llevar a debate, visibiliza una cuestión latente: la necesidad de sensibilizar a la población de los riesgos en el ámbito digital.
Prieto considera que la formación y concienciación de los usuarios es ''una de las tendencias más necesarias para evitar la materialización de las amenazas que puedan derivarse del uso de las TICs''. Tanto que asegura que será ''primordial'' educar, informar y formar sobre ''las nuevas tendencias y soluciones en seguridad informática, así como de las nuevas problemáticas''.
En tanto que, ''sensibilizar a los más jóvenes desde edades tempranas ayudará a crear ciudadanos, usuarios y profesionales de la información más conscientes de la importancia de la seguridad online''. Y cuyo fin es ''prevenir y hacer frente a amenazas potenciales en todos los niveles'', añade Prieto.
A raíz de la aprobación de la PNL, el Senado y el Congreso de los Diputados han empezado a trabajar para conseguir crear una asignatura de ciberseguridad. El diputado que ha redactado y presentado la PNL, el socialista Juan Cuatrecasas, ha especificado a Xataka que lo que realmente buscan es que se haga ''una materia diferenciada y específica, con resultados de aprendizaje que se detallen en el currículo educativo''.
Cuatrecasas defendió que se trata de una Proposición importante porque ''supone un complemento al recién aprobado dictamen de ponencia sobre la ley orgánica de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a situaciones de violencia'', explica.
En la Proposición se plantea al Ejecutivo que promueva la incorporación de cursos de formación en el ámbito educativo en el marco del Plan Nacional de Competencias Digitales. Aunque lo que realmente se persigue es introducir una asignatura que enseñe a protegerse a los estudiantes mediante la adquisición de competencias digitales.
''La formación y concienciación en materia de ciberseguridad será una de las principales 'armas' con las que contaremos como sociedad para defendernos de las ciberamenazas'', explica Prieto. Y augura que ''trasladar un conocimiento básico a las generaciones venideras resultará esencial y necesario para poder protegernos en primera instancia''.
Precisamente porque la ciberseguridad será clave para la recuperación económica tras la pandemia, que ha trasladado no solo la escuela sino el trabajo a los dispositivos tecnológicos. Pero también, ayudará a crear talento profesional cualificado y que las empresas sean más competitivas. Por lo que, Prieto considera necesario que ''se mejore la concienciación de los jóvenes mediante programas de formación, también puede ayudar a despertar inquietudes y motivaciones que les permitan dedicarse en el futuro a profesiones del ámbito de la tecnología, donde cada vez harán falta más profesionales cualificados''.