La observación siempre se ha considerado como un rasgo indispensable para conocer el mundo. Desde las primeras teorías filosóficas se establecen diferencias entre lo aparente y lo real que sólo se puede experimentar desde la contemplación. Sin embargo, el ser humano posee diferentes sentidos a través de los cuáles puede conocer, descubrir y razonar el entorno.
En esta idea se basaron en Holanda a finales de los años setenta del siglo pasado para la creación de una intervención terapéutica, el concepto Snoezelen. El origen del nombre de esta intervención proviene contracción lingüística de dos palabras holandesas ''snuffeñen'' (oler), y ''doezelen'' (dormitar o relajarse).
Una práctica que nació para que personas con grave discapacidad intelectual tuvieran la oportunidad de sentir bienestar gracias a momentos de relajación. Aunque su práctica es cada vez es más extendida, en España, son pocos los centros que cuentan con un espacio dedicado para la exploración de los sentidos.
Muchos de estos espacios donde se implanta Snoezelen, se dirigen principalmente a personas con discapacidad intelectual, en la mayoría de casos niños, pero la intervención se puede extender a diferentes edades y campos.
Los espacios Snoezelen
El entorno Snoezelen se crea basándose en la idea de que vivimos en un mundo cargado de estímulos y a través del cual recibimos sensaciones mediante el sonido, la luz, el olor, el tacto, el gusto, etc. Se trata de un tipo de intervención que busca potenciar los sentidos gracias a la experimentación de nuestros órganos sensoriales principales con el entorno.
Estos espacios han de provocar sensaciones de tranquilidad y bienestar a la persona con el fin de trabajar en distintos aspectos que se planteen, de manera que se consiga "disminuir la química del estrés y aumentar la química de la relajación" (Hotz y cols., 2006).
En el estudio Estimulación multisensorial en un espacio Snoezelen: concepto y campos de aplicación realizado por María José Cid y Misericordia Camps, ambas de la Universidad Rovira i Virgili, (Tarragona) que esta intervención ''se puede llevar a cabo en una habitación especialmente diseñada para ello, y con avances técnicos que la favorezcan.''
Así como también ''se puede aplicar -la filosofía Snoezelen- desde la cotidianidad, teniendo siempre presente las funciones que se pueden promover'' como ''la relajación, desarrollar la confianza en uno mismo, potenciar el autocontrol, incentivar la exploración y el desarrollo de capacidades creativas'', entre otras.
Para desarrollar estos objetivos ''en un espacio Snoezelen se utilizan diversos aparatos, que a su vez pueden ser muy sencillos o muy sofisticados técnicamente.'' Como pueden ser elementos táctiles, usando fibras, cambios de temperatura, texturas; elementos vibratorios, empleando la colchoneta vibratoria o el Sound Box (caja de sonido); elementos visuales, como una bola de espejos giratoria, luces, objetos en movimiento.
Otra forma de proporcionar experiencias sensoriales y personales también pueden lograrse mediante estímulos auditivos, por ejemplo, la música o la voz de quien conduce la sesión. Así cómo es importante proporcionar una atmósfera olfativa rica en sensaciones empleando distintos elementos gustativos.
Beneficios de la multisensorialidad
El desarrollo humano en etapas primarias es clave por lo que este método favorece la comprensión y los recuerdos que los niños configurarán en su crecimiento. Aumenta su curiosidad por el mundo y consiguen ampliar su pensamiento abstracto. Lo que provoca que sean capaces de aprender a tener autocontrol y, por ende, ganen seguridad en sí mismos.
La interacción con un entorno de experiencias concretas hace que mantengan mayor nivel de concentración y relajación, aliviando el estrés y generando una mejor relación con el aula al entenderla como un tiempo de ocio y bienestar.
Colegios públicos con Sala Snoezelen
Poco a poco cada vez más centros educativos han comenzado a reservar un espacio para crear un espacio multisensorial. Algunos ejemplos son el CEIP Tierno Galván de Madrid, el CEIP Maestro Enrique Díaz Ferreras de Sevilla o el CEIP San Luis de Buñol de Valencia.
La falta de recursos, en muchas ocasiones, lleva a que no todos los centros puedan dedicar un lugar exclusivo para este tipo de intervención. Por lo que, aún no es un concepto extendido en el ámbito educativo. Aunque muchos colegios tratan de llevar a cabo jornadas donde preparan actividades relacionadas con la exploración multisensorial.
Al fin y al cabo, la finalidad de este método es contribuir a que los niños sean capaces de percibir y encontrarse con el mundo desde todos los sentidos.