
El Síndrome del trabajador quemado, conocido también como Burnout, ya es una enfermedad según la Organización Mundial de la Salud. Se trata, según este organismo, de un síndrome originado a partir del estrés crónico que no se gestiona con éxito. Esto es precisamente lo que pasa con los doctorandos españoles, tal y como ha estudiado la Universidad Autónoma de Madrid: el 80% de los participantes en el estudio presenta niveles altos de agotamiento emocional.
Incertidumbre, inseguridad o infravalorada, son algunas de las palabras que van relacionadas con la carrera investigadora en España. Ya lo decía un estudio de la revista Research Policy en el año 2017: la salud mental del 32% del colectivo de doctorandos está comprometida. Se trata de problemas para conciliar la vida familiar y laboral, la obtención continua de resultados que demanda la investigación, la supervisión constante de su trabajo y las bajas expectativas de encontrar un empleo acorde a su preparación. Así lo confirma un estudiante del Doctorado en Ingeniería Telemática en la Universidad Carlos III de Madrid: "El modelo publish or perish de la comunidad científica hace que estés siempre persiguiendo entregas con fechas fijas, algo que puede repercutir en tu nivel de estrés y en tu salud mental", explica.
La investigación llevada a cabo por la Universidad Autónoma de Madrid es la primera que se ha realizado sobre los estudiantes que elaboran su tesis en España. En otros países las cifras son de todo menos alentadoras: estos alumnos son seis veces más propensos a experimentar depresión en comparación con la población en general o que un tercio de ellos corre el riesgo de desarrollar trastornos de ansiedad.
Este estudio registró que el 80,3% de su muestra, compuesta por 243 participantes, presentaba altos niveles de prevalencia de agotamiento emocional y que el 58,9% se siente insatisfecho en el apartado personal. "Esto puede incidir directamente en descuidar otros aspectos importantes como las relaciones familiares, de amistad o incluso dejar de lado actividades de ocio y desconexión", indica el alumno de la UC3M. Más del 35% de los doctorandos confesaba haber tenido problemas de ansiedad o depresión y prácticamente el 20% se tuvo que acudir a profesionales de la salud.
Causas del Burnout
Entonces, ¿qué es lo que provoca el síndrome del trabajador quemado entre los estudiantes españoles? La alta carga de trabajo o las largas jornadas laborales son dos de las opciones que más se repite. Además, el informe ha demostrado que, efectivamente, el no tener un contrato laboral incide inevitablemente en la salud. De este estudio, el 40% no tenía un precontrato doctoral, lo que automáticamente hace que el grado de inseguridad laboral se multiplique.
La tensión y el estrés es tal que, en ocasiones, algunos alumnos se plantean abandonar esta carrera de investigación. Es el caso de este estudiante de la UC3M: "El proceso de publicación puede resultar desesperanzador y a veces tu trabajo puede no verse traducido en artículos publicados durante un tiempo largo, pero creo que esto puede afectar a cualquier tipo de personal investigador", explica.
La salud laboral es otro de los aspectos más cuestionados en una carrera así. Para este doctorando de Ingeniería Telemática es importante tanto la situación en la que se encuentre el estudiante como la forma en la que esté estipulado el contrato. En su caso tiene "un contrato en el que se estipula mi jornada laboral y está previsto que estas horas estén sujetas a la carga de trabajo, es decir, si una semana hay entrega y trabajo de más, por contrato la semana siguiente debo hacer menos horas". A pesar de todo, esto no es lo que sucede realmente: "Creo que hay una sensación inherente a todo estudiante de doctorado que le hace pensar que al estar trabajando para conseguir un título es normal trabajar siempre horas de más", confiesa. No obstante, lo tiene claro "Trabajar más no es sinónimo de producir más, tampoco en este campo".
El futuro, ¿estable?
No es un buen momento para hablar de la estabilidad laboral, pero sí es importante incidir en la situación en la que se encuentran todos estos profesionales. Según datos oficiales, la edad media del personal docente universitario crece año tras año: pasando de los 45,08 años en 2015-16 a los 45,74 años en 2018-19. El porcentaje de jóvenes contratados como ayudante doctor menores de 35 años ha pasado del 29,72% en 2015-16 al 24,04% en el último curso.
Se trata de una carrera de fondo con muchos sacrificios en el camino. Pero, a pesar de todo, este alumno volvería a hacerlo: "Creo que a medida que avanzo el doctorado aprendo a preocuparme solo por las cosas que realmente puedo controlar, para intentar evitar esos picos de ansiedad o estrés de los que hablamos". Sin duda, la investigación llevada a cabo por la UAM destapa la situación real de estos profesionales que se enfrentan día a día a la carrera científica con todas las consecuencias que lleva consigo.