
El año 2021 no ha empezado del todo bien. La pandemia no nos ha dado ni un respiro y ha aparecido una borrasca que lo ha paralizado todo en la Comunidad de Madrid. La vuelta a las aulas de forma presencial se ha llevado a cabo esta semana en una tercera ola de la Covid-19 que está dejando más contagios que la primera y la segunda. La obligatoriedad de mantener las aulas ventiladas para evitar el contagio ha hecho que la comunidad educativa pida un plan de forma inmediata que solucione el frío de las clases presenciales, lo que dificulta, todavía más, que se lleve a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Sudaderas, abrigos, guantes, bufandas, polares y hasta mantas son algunas de las prendas y complementos de más que los estudiantes han tenido que llevar a las aulas para aguantar la ola de frío. Los sindicatos no han tardado mucho en intentar buscar una solución a esta nueva situación. Desde CSIF se subrayó la importancia de que los centros escolares contasen con filtros HEPA (High Efficiency Particulate Air) o con dispositivos de purificación de aire portátiles, para minimizar la probabilidad de contagios del coronavirus por aerosoles. Reclaman contar con medidas preventivas adicionales a la ventilación natural por las frías temperaturas.
La situación ha llegado a tal punto que CSIF ha registrado una denuncia en Inspección de Trabajo ante la situación en las aulas asturianas, en donde han tenido menos de 10 grados en el interior de muchos centros educativos. Esta misma asociación ha enviado un escrito a la Conserjería de Educación y a la Conserjería de Sanidad pidiendo la elaboración de un plan de vacunación para los profesionales educativos a lo que también se sumó FSIE.
Por su parte, FSIE ha pedido al Gobierno, en coordinación con las comunidades autónomas, la elaboración, aprobación y financiación de un Plan Nacional de Adecuación Climática de todos los centros educativos con el objetivo de garantizar, en cualquier circunstancia, los niveles de calidad del aire exigibles en los edificios y el confort climático necesario para desarrollar adecuadamente la actividad en estos centros. Así, lamentan que el Ejecutivo no haya tomado ninguna decisión ni iniciativa para mejorar esta situación previsible.
Los estudiantes también protestan
"Situación insostenible", así definen lo que está siendo ir a clase estos días. El sindicato de estudiantes de Málaga se queja de que no están recibiendo una educación pública de calidad y en condiciones dignas y es por eso por lo que, a la hora del recreo, en todos los centros educativos andaluces, convocan a los alumnos a sumarse a concentraciones organizadas por esta organización. Según el sindicato, en el interior de los centros están teniendo que pasar horas lectivas a temperaturas entre 2 y 10 grados, cuando en la Ley Orgánica de Educación recoge que la mínima a la que se debe dar clase es a 17 grados.
Los alumnos también critican que la vuelta a las aulas presenciales se hiciese sin la contratación requerida de profesorado, ni la ampliación de los espacios para cumplir con las ratios. La protesta ha llegado a tal punto que hoy han puesto en marcha la Ley de bioclimatización, con el objetivo de que se acaba con el frío en las aulas. Además, entre sus peticiones también está la bajada de ratio a 15 alumnos por aula, la contratación de más profesorado y la instalación de filtros HEPA en todos los centros públicos, así como la provisión de mascarillas, geles y desinfectantes.