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El papel de la tecnología en los colegios: Por qué tomar la temperatura no es suficiente

  • Los colegios pueden hacer un seguimiento del material
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Durante agosto y septiembre, los directores de colegios y escuelas infantiles planearon en detalle la vuelta a las aulas. Para garantizar la seguridad de los estudiantes, tuvieron que evaluar las estrategias de reapertura, las medidas de distanciamiento social, las políticas de limpieza y cómo identificar rápidamente a los estudiantes con síntomas. Las inversiones en mamparas de plexiglás para las aulas y en tiendas de campaña para las clases al aire libre se han convertido en opciones habituales para muchas instituciones de enseñanza, pero estas no son las únicas decisiones que se han tenido que tomar.

Por qué la seguridad debe ir más allá de los controles de temperatura

Aunque se recomienda que los estudiantes que se encuentren mal se queden en casa, las escuelas deben estar preparadas para identificar la aparición de síntomas entre sus alumnos y establecer un protocolo claro de actuación. Uno de los pasos debe ser la realización de controles de temperatura. Esto se hace al comienzo de la jornada, antes de que los niños accedan a las instalaciones.

Además de tomar la temperatura cada mañana, muchos colegios requieren evaluaciones diarias para controlar otros síntomas de COVID-19. Completar estos informes ayuda a los centros a reducir el riesgo de exposición de un estudiante sintomático, así como a monitorizar los cambios en la salud de cada niño. Aunque ahora se necesite tomar medidas adicionales al comienzo de cada jornada, estos cambios de procedimiento y el uso de la tecnología para vigilar la salud de los estudiantes contribuirá a que los colegios continúen abiertos.

La importancia del rastreo para garantizar la seguridad en las escuelas

Un sistema de gestión de activos RFID puede ayudar a las escuelas a etiquetar el equipamiento escolar, como ordenadores portátiles o herramientas de laboratorio. Con este sistema, los colegios pueden hacer un seguimiento del material y saber en todo momento si un artículo está disponible para su uso y dónde. En un momento en el que la seguridad y la salud son primordiales, poder comprobar si un objeto se ha usado y necesita ser desinfectado, ayuda en gran medida a garantizar la protección de estudiantes y profesores. Con un sistema de gestión RFID, los profesores solo tienen que escanear las etiquetas de los equipos para determinar cuándo se limpiaron por última vez y saber si están listos para ser utilizados.

Tecnología RFID al servicio de la seguridad

La tecnología RFID está ganando popularidad, especialmente por su uso en el sector educativo, pero esta tecnología ya se usaba mucho antes de esta pandemia, aunque ahora se está ampliando su implantación. En los últimos años, los campus universitarios de todo el mundo ya estaban empezando a utilizar tarjetas de identificación y distintivos RFID con objeto de conocer la ubicación de alumnos, profesores y personal de la facultad dentro de campus, algo especialmente útil durante situaciones potencialmente peligrosas. Estas tarjetas pueden utilizarse, por ejemplo, para localizar rápidamente a un individuo desaparecido y enviarle ayuda. La tecnología también puede utilizarse para detectar intrusos o conflictos inesperados. La RFID puede incluso ayudar a las escuelas a gestionar mejor el absentismo escolar, controlando qué estudiantes no acuden a clase (o se marchan antes de su hora) en un día determinado. Esto no solo mantiene a los alumnos en el colegio, sino que también ayuda a los centros a conocer en detalle las cifras de asistencia, lo que a menudo es un requisito necesario para asegurar la financiación estatal.

Además de estos ejemplos, la RFID será una tecnología fundamental para ayudar a las escuelas a monitorizar la posible exposición a la COVID-19 de sus estudiantes. Mediante el uso de tarjetas e insignias dotadas de una etiqueta RFID, así como el seguimiento de áreas de gran volumen, los colegios pueden rastrear más fácilmente a los contactos de los niños contagiados. Ahora que las cosas cambian tan rápidamente en tiempo real, tener este nivel de visibilidad será crucial para ayudar a mantener a los estudiantes y a los trabajadores sanos y salvos.

Esto es solo el comienzo

El uso de la tecnología RFID en las escuelas no siempre ha sido bien recibido, ya que los defensores de la privacidad malinterpretaron cómo funcionaba la tecnología y los beneficios obtenidos. Cuando se usan de manera responsable, las soluciones RFID son una herramienta extremadamente valiosa para ayudar a garantizar la seguridad de los alumnos y pueden utilizarse para responder a situaciones de emergencia, como la COVID-19.

Para obtener más información sobre las soluciones RFID y otras tecnologías que ayudan a los sistemas escolares a garantizar la seguridad de los estudiantes, haga clic aquí.

Elaborado por Mark Jolley, Zebra Technologies

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