
Jaume Puy Llorens, rector de la Universidad de Lleida (UdL), ha sido nombrado presidente del Consorcio Campus Iberus en la reunión telemática del Consejo del Campus de Excelencia Internacional el pasado 9 de septiembre. La Presidencia de Campus Iberus se ejerce de forma rotatoria entre los rectores de las cuatro universidades que lo conforman (Zaragoza, Lleida, Pública de Navarra y La Rioja) y la duración de sus mandatos es de un año.
¿Cómo surge la creación de Campus Iberus?
En 2008 el Gobierno lanzó el Programa Español de Campus de Excelencia Internacional, al cual concurrimos en consorcio las cuatro universidades en la convocatoria de 2010. Este año cumplimos el décimo aniversario.
¿Cuál es el objetivo del Campus Iberus?
Campus Íberus reúne cuatro universidades geográficamente ligadas por nuestra posición a lo largo del Valle del Ebro. Compartimos un valle, un clima y muchas áreas de actividad económica. Hemos decidido cooperar para dar un mejor servicio a los ciudadanos. Campus Iberus promueve acciones conjuntas entre sus cuatro universidades en los ámbitos de educación superior y formación, investigación e innovación, estudiantes e internacionalización.
¿En qué pilares fundamentales se basa el Campus?
Operamos sobre los principios de agregación, especialización e internacionalización. Hemos determinado grandes áreas en las que tenemos actividad destacada, que son «Agroalimentación y Nutrición», «Energía, Medio Ambiente y Sostenibilidad», «Desarrollo Social y Territorial», «Tecnologías para la Salud» y «Economía Circular y Bioeconomía».
¿Qué medidas principales tiene pensado incluir en su mandato?
Cooperar para hacer frente a las dificultades que produce la COVID-19, que arrastraremos seguramente por lo menos durante este curso. Y activar las oficinas que el Campus tiene en Bruselas y en Sudamérica para sacar el máximo provecho en retorno en financiación de la investigación y en proyectos de cooperación académica.
Se trata de un año muy diferente a los anteriores, ¿cómo tiene su equipo planteado el inicio de curso?
En general, priorizando la seguridad y combinándola con el desarrollo tan normal como se pueda de las actividades académicas. En docencia, aplicamos un modelo mixto, de clases y prácticas presenciales con aforos reducidos y estrictas medidas de higiene, combinadas con sesiones en línea en aquellas materias o partes de asignatura más adecuadas a este formato. Tratamos también de mantenernos alerta y preparados para seguir atendiendo a los grupos que eventualmente tuvieran que confinarse en cuarentena.
La Covid-19 ha transformado la educación universitaria, ¿cómo están preparadas las universidades del Campus Iberus para este nuevo curso?
Las cuatro universidades tenemos planes de contingencia serios y muy meditados. Aun sabiendo que el riesgo de recaídas y cuarentenas en grupos determinados no es para nada despreciable, vamos a hacer los esfuerzos necesarios para minimizarlo. Medidas básicas de higiene, distancia interpersonal y mucha información y convicción en lo que hacemos todos los colectivos, van a ser las claves para contener el problema. Nuestras ciudades son de tamaño medio y esto va a ser sin duda un plus para nuestros estudiantes.
¿Cuáles son las alianzas más relevantes del Campus?
Participamos en varias iniciativas sectoriales y redes universitarias, tanto españolas como europeas, y también con China y Colombia. Destacaría el consorcio transfronterizo EBRoS Western Pyrenees, y varias alianzas a nivel europeo en los campos de la economía circular, la biotecnología, la energía o el sector biomédico.
¿Qué papel tiene la investigación en esta institución?
La investigación es uno de los tres pilares de la universidad, junto a la formación y la transferencia de resultados. Los dos últimos solo se entienden si hay producción propia de conocimiento, papel que cubre la investigación. Como he señalado, somos fuertes en algunas áreas, como agricultura, alimentación, veterinaria, medio ambiente, biomedicina o energía, y pretendemos alcanzar puestos de excelencia también en el resto de disciplinas.
Con la situación actual, ¿qué pasará con la internacionalización de las universidades?
Este bache no va a eliminar los enormes esfuerzos de internacionalización desarrollados por las universidades españolas en los últimos 30 años. Lo importante es mantener vivos los contactos y los flujos de profesores y estudiantes que se pueda. Cuando se levanten las restricciones quisiéramos están bien preparados para que el tiempo de recuperación sea corto, y para ello debemos mantener la cooperación en cursos, proyectos y colaboraciones de todo tipo. Las herramientas telemáticas han entrado en nuestras vidas para permanecer, y van a ayudarnos en este objetivo.
¿Qué futuro le espera a la universidad del futuro?
Ya hoy existen muchas instituciones que se denominan universidades y que tienen objetivos y formas de proceder distintos. El futuro es de todas ellas, pero las que mantendrán la relevancia serán las que sean capaces de contribuir de forma significativa a la creación y transferencia del conocimiento. Debemos estar en este grupo, en el de las universidades que investigan y que están imbricadas con el territorio.