Madrid
Banco Santander mantiene un firme compromiso con el progreso y el crecimiento inclusivo y sostenible con una apuesta consolidada por la Educación Superior que le distingue del resto de entidades financieras del mundo. Santander Universidades ha destinado más de 1.800 millones de euros a iniciativas académicas desde el año 2002. Tal es su labor en este campo que fue reconocida como la empresa que más invierte en educación en el mundo. En la situación actual, la compañía está ofreciendo un constante apoyo a los estudiantes para adaptarse a los procesos de digitalización y mejorar su empleabilidad. Susana García Espinel, directora de Santander Universidades, SmartBank y Universia España, explica en qué ha consistido la labor del Banco.
¿Qué tipo de ayudas están ofreciendo a los estudiantes para una mejor adaptación al escenario actual?
Desde que comenzó la pandemia, Banco Santander a través de Santander Universidades, se puso a trabajar para ver la mejor forma de apoyar a las universidades y a sus estudiantes. Y lo primero que hicimos fue movilizar 20 millones de euros de nuestro mecenazgo en Educación sólo en España para apoyar proyectos de colaboración liderados por las universidades y el CSIC, que hicieran frente a los desafíos sanitarios y educativos surgidos por la crisis del covid-19, como por ejemplo, investigación sobre vacunas, fármacos o técnicas diagnósticas, el apoyo a los estudiantes más desfavorecidos para que pudieran continuar el curso o diversos estudios de escenarios de salida a esta crisis.
¿Cuáles son los principales desafíos a los que se enfrentan los estudiantes de cara a su futuro inmediato?
Se estima que en 2020 hay una demanda de 750.000 puestos de trabajo digitales sin cubrir, que el 43% de las personas en España a partir de 16 años carece de competencias digitales y además, el desempleo entre los menores de 25 años, que son los más afectados, es preocupante. En la próxima década, los empleos con capacidades digitales se incrementarán en un 40% y debemos tener en cuenta que vivimos en un contexto de cambio tecnológico constante y, tanto la empresa como las personas, debemos adaptarnos y reinventarnos.
"En la próxima década, los empleos con capacidades digitales se incrementarán en un 40%"
¿Y cómo hacer esa reinvención?
El cambio en el comportamiento de la sociedad, acelerado por la crisis del covid-19, va a provocar un incremento en la demanda de determinadas capacidades profesionales, especialmente presentes puestos relacionados con la economía digital, las materias STEM.
Según datos de la CEOC, el 65% de los estudiantes actuales estarán en puestos de trabajo que aún no han sido creados y, por eso, entre nuestras prioridades está impulsar un ecosistema de reskilling y upskilling para garantizar una formación efectiva en competencias digitales, habilidades de liderazgo o idiomas, entre otras capacidades, orientada a mejorar la empleabilidad y competitividad de los jóvenes, clave en el mercado laboral actual y en el que está por venir.
¿De qué forma han acondicionado sus programas de becas con la llegada del coronavirus?
La situación requiere que concentremos gran parte de nuestros esfuerzos en detectar las necesidades que tienen los universitarios en estos momentos y ver cómo nuestros programas de becas y ayudas les pueden aportar valor. En este sentido, estamos haciendo mucho hincapié en adaptar muchos de nuestros programas a una formación 100% digital con contenidos de mucha calidad avalados por algunas de las instituciones académicas más prestigiosas del país y del mundo. Por ejemplo, desde Banco Santander hemos lanzado en 2020 con partners como el IE, a través del su Fundación, y con el MIT Professional Education, más de 18.000 becas que promueven el desarrollo de habilidades digitales de los jóvenes como herramienta clave para favorecer su inserción laboral.
"Desde Banco Santander hemos lanzado en 2020 con partners como el IE, a través del su Fundación"
¿Cuáles son los retos que tiene a corto plazo Santander Universidades?
Tenemos claro que uno de los grandes desafíos a los que nos vamos a enfrentar va a ser la tasa de desempleo juvenil. Por ello vamos a centrar todos nuestros esfuerzos en dotar a los jóvenes de las herramientas necesarias para hacerles más empleables, pondremos en marcha programas de capacitación en idiomas, para que los universitarios estén preparados para retomar sus movilidades internacionales, y les ofreceremos becas formativas en competencias digitales que atiendan las demandas del tejido empresarial.
Además, continuaremos colaborando con las universidades apoyándolas en su proceso de transformación digital a través de proyectos estratégicos como la App Universitaria, que este año ha tenido un papel crucial durante la pandemia convirtiéndose en el canal principal de comunicación de la universidad con su comunidad universitaria. Seguiremos evolucionando sus funcionalidades para seguir siendo el canal principal de comunicación de las Universidades con la Comunidad Universitaria, que asegure cada vez más una proporción de usuarios conectados, mediante servicios esenciales para el día a día en el campus como es el control de asistencia, contenidos segmentados por interese y perfiles, integración con el abono de transportes público con condiciones especiales para la comunidad universitaria, en definitiva, transformando los campus presenciales en campus 100% digitales, inclusivos, eficientes y sin plástico.
El problema de la brecha digital ha perseguido a un amplio factor de la sociedad, ¿qué labor han hecho para intentar subsanarlo?
Cuando estalló la pandemia y nos confinaron en casa, 1,5 millones de alumnos universitarios en España no podían asistir a sus clases presenciales y en la mayoría de los casos prosiguieron sus clases a través de plataformas y campus virtuales. La universidad española dio una clara respuesta, demostró que estaba preparada para afrontar una crisis tan grave y se puso a colaborar de forma estrecha con todas las instituciones. Pero también se vio una importante brecha digital entre los estudiantes y en este sentido, nosotros hemos tratado de ayudar a las universidades en su transición digital, facilitando por ejemplo, miles de becas para la formación digital de profesores y educadores, y también a los estudiantes, destinando 2 millones de euros a proporcionar soluciones de conectividad a internet y webcams a más de 15.000 jóvenes en situación socio-económica vulnerable para ayudarles a continuar con sus estudios.