
IMC Toys lanza Stop the virus, un juego de mesa para niños a partir de 8 años, con el objetivo de ayudar a padres y profesores a explicar mejor la pandemia, sus consecuencias y los hábitos de higiene que necesitamos integrar en nuestra vida cotidiana. El juego, que se plantea desde un punto de vista divertido, puede servir como herramienta para ayudar a los niños a desdramatizar la compleja situación en la que nos encontramos, contribuyendo a paliar las consecuencias emocionales que puedan sufrir.
En Stop the virus gana quien se inmuniza contra los 4 virus distintos que propone el juego. Como en la vida real, podemos contagiarnos en la escuela, en el transporte público, supermercado o en el hospital, si no dispones de las protecciones adecuadas (mascarillas, guantes y gel hidroalcohólico) con las que cuenta cada jugador. El juego propone normas como que 2 jugadores no pueden coincidir en la misma casilla para mantener la distancia de seguridad, ayudando a los niños a interiorizar estas medidas de higiene y seguridad.
Efectos psicológicos de la pandemia en niños
Según una investigación* realizada recientemente el 87,7% de los padres han percibido cambios en el estado emocional de sus hijos durante el confinamiento, presentando síntomas como dificultades de concentración (76,6%), desinterés (52%), irritabilidad (39%), inquietud (38,8%) o nerviosismo (38%).
Así, tal y como afirma Silvia Álava, psicóloga infantil "los altos niveles de incertidumbre y estrés que estamos viviendo pueden provocar niños respuestas negativas - naturales cuando percibimos una situación como potencialmente peligrosa. Así pueden mostrar ansiedad, estrés postraumático y depresión, que se presenta con síntomas como aferrarse más de lo habitual a sus figuras de referencia, sintiéndose ansiosos, retraídos, enfadados, agitados, teniendo pesadillas, manifestando cambios frecuentes de humor, desinterés escolar, arrebatos de ira, preocupación constante, miedos, o ideas recurrentes"
Stop the virus: El juego la mejor medicina para los niños
Por ello, padres y profesores deben pasar a la acción y no esperar a ver señales de alarma en la salud emocional de los niños, activando mecanismos que les de seguridad y confianza. El juego puede ser una herramienta muy interesante para ello, ya que a través del juego, los niños aprenden a reconocer las emociones, a comprender sus sentimientos, a regularse emocionalmente o a adquirir habilidades sociales básicas.
"De hecho, en esta situación - continúa la psicóloga Silvia Álava- es muy interesante prestar atención al juego de los niños, dado que muchas veces a través del juego nos demuestran emociones que no han sabido verbalizar. Además el juego permite crear un ambiente distendido para hablar sobre cómo nos sentimos ante la pandemia. Pero sobre todo, el juego provoca diversión y risas, que es un alivio emocional para los niños. El hecho de que los padres o amigos pasen un tiempo junto a ellos jugando, es una de las mejores medicinas para los niños."
De esta forma, Stop the virus nos sirve de aliado para que expresen cómo se sienten frente a la pandemia por el coronavirus, para desdramatizar, y para trabajar en sus miedos e inseguridades. El juego también nos ayuda a desmontar mitos sobre el coronavirus o ideas erróneas sobre cómo prevenir el virus, siempre desde una perspectiva divertida y lúdica.
IMC Toys Solidario
Con esta idea, IMC Toys ha donado el juego Stop the virus a 100 colegios públicos de las zonas más afectadas por la pandemia, para que sirva como material didáctico a profesores, que ayude a los alumnos a mantener buenos hábitos de higiene y a expresar cómo se sienten.
Un juego desarrollado en tiempo récord
Normalmente, en la industria juguetera, el proceso de creación de un juego suele ser de 1 año y medio, pero en el caso de Stop the virus, IMC Toys ha puesto a la venta este juego de mesas, único en el mercado, en tan solo 2 meses y medio, dando respuesta así a una necesidad social. En su creación han intervenido 10 profesionales, de diferentes disciplinas, como el equipo de innovación, el departamento de marketing, así como un diseñador industrial, un diseñador gráfico y un ingeniero.
Según Roger Rubió, responsable del proceso de creación del juego "lo más difícil no ha sido trabajar a contrarreloj, ni en una situación a la que nosotros estábamos todavía adaptándonos debido a la pandemia, sino dar con el tono adecuado del juego. La mecánica del juego y su comunicación tenía que ser divertida pero no burlona, ya que estamos tratando un tema serio y delicado en el que era importante ser muy respetuosos y responsables"
"Arrancamos con una idea mucho más agresiva - continúa Rubió - que, poco a poco, fue evolucionando para acercarlo a los niños y mantener siempre un alto grado de diversión, que al final es para lo que trabajamos, para que los niños se lo pasen bien y, en este caso, con un componente aún más importante, ayudarles a desdramatizar y pasar este mal trago en el que estamos todos inmersos. Nos consideramos una empresa muy valiente, por haber abordado este tema, con una gran capacidad de innovación, y una gran flexibilidad, que ha hecho posible crear Stop the virus en tiempo record"