
En estos meses hemos actuado movidos por la creencia de que el progreso de las instituciones depende de su capacidad de aprender de forma permanente y continua. Así, la Universidad CEU San Pablo, aun siendo una Universidad presencial, ha vivido una aceleración en su transformación digital que nos ha permitido ofrecer docencia y servicios de forma virtual.
Este curso impartimos las clases en "doble presencialidad", una modalidad que nos asegura la máxima participación de nuestros estudiantes, física o digital, y ser diligentes para adaptarnos en cada momento a las limitaciones que marquen las autoridades sanitarias. Hemos querido garantizar la seguridad y el aprendizaje de nuestros estudiantes en cualquiera de los escenarios posibles. La tecnología con la que hemos equipado nuestras aulas y la formación tecnológica y metodológica que han recibido nuestros profesores contribuirán a este objetivo.
Las instituciones educativas debemos mantener hoy más que nunca la pasión por aprender e innovar. El verdadero maestro es el que vive lo que explica y por ello lo transmite con veracidad y entusiasmo, implicando al estudiante y convirtiéndolo en parte activa del proceso. Tenemos que ser ejemplo y convertirnos en verdaderas "comunidades de aprendizaje", pues es lo único que nos permitirá sobrevivir y progresar, siempre que nuestra velocidad de aprender sea superior a la velocidad con la que cambia el entorno.
Un aprendizaje que además nos recuerda la doble función social de la Universidad: no solo transmitir conocimiento sino también crearlo. Es esencial fomentar la actividad investigadora de nuestro profesorado, generar un ecosistema donde sea posible la reflexión, el estudio y la investigación, un espacio en el que nuestros profesores puedan compartir los resultados de su trabajo con los estudiantes y con el mundo académico, así como transferirlos a las empresas y a la sociedad.
Hemos de ser ágiles y flexibles para adaptarnos a las necesidades del mercado laboral, formando a nuestros estudiantes para los perfiles profesionales que se requerirán, y debemos hacerlo de la mano de las empresas, que nos ayudan a detectar esas nuevas profesiones. Sin olvidar que la Universidad debe tener una clara vocación internacional y que la digitalización nos permite contar con profesores y alumnos de cualquier rincón del mundo.
Este será un curso para seguir aprendiendo e innovando, con la convicción de que la Universidad no es solo un espacio donde acumular conocimiento, sino un lugar desde el que aprender cómo vivir y cómo contribuir al progreso humano y a la mejora de nuestra sociedad.
Elaborado por Rosa Visiedo, rectora de la Universidad CEU San Pablo