Ecoaula

La auténtica transformación en la educación superior

  • Otro gran reto será el de poner en valor la formación continua
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El curso que acaba de comenzar plantea muchos más desafíos en la educación superior de los que cabría pensar en primera instancia. Más allá de la adaptación física del espacio para satisfacer los protocolos de seguridad sanitaria, el reto para las escuelas de negocio será el de la auténtica innovación educativa, que trascienda la simple traducción del modelo pedagógico tradicional a uno híbrido mucho más eficaz y que pase por la obligatoria inversión en tecnologías e infraestructuras digitales.

Las empresas demandan profesionales con las competencias necesarias para desenvolverse con soltura en un mundo marcado por el cambio constante; resilientes y capaces de liderar y colaborar con equipos, ya sean presenciales o remotos. Además, por su parte, los alumnos muestran un creciente interés por las experiencias educativas, una mayor orientación al emprendimiento y al compromiso con la sociedad y la búsqueda de propósito.

En este contexto, el reto educativo es la innovación en programas y metodologías, creando una experiencia educativa diferente y realizando una importante apuesta por la innovación y el formato digital. En Esade, desde hace años, hemos repensamos la presencialidad de nuestros programas académicos, y la experiencia en modalidades online y blended nos ha demostrado que el aprendizaje es superior cuando se realiza a través de estos formatos. Por encima de todo, lo que hemos diseñado es un modelo pedagógico propio en el que confluyen comunidades de aprendizaje, seguimiento personalizado, interacciones con los profesores, gamificación, dinámicas síncronas y asíncronas de aprendizaje, y todo ello con un alto nivel de calidad, tanto tecnológico como pedagógico y docente.

Otro gran reto será el de poner en valor la formación continua. Los profesionales necesitan formarse y actualizar sus conocimientos y perfiles profesionales con mayor frecuencia para seguir siendo competitivo. Además, la educación superior deberá ser capaz de dotar a las personas de conocimientos que acentúen su capacidad de aportar valor en un entorno completamente digital. Las escuelas preparamos a los universitarios y a los profesionales en las áreas más demandadas y para que sepan dar respuesta a las necesidades laborales actuales, pero, al mismo tiempo, debemos ser capaces de anticipar qué especialidades y capacidades serán claves en los próximos años y diseñar programas ad hoc.

Dentro de la formación ejecutiva, también será clave que las instituciones podamos acompañar a los profesionales y a las empresas en sus procesos de transformación para hacer frente al impacto de la pandemia. Un difícil camino que transcurre por el sendero de la innovación, y que exige estrategias y planes de acción capaces de adaptarse a cualquier tipo de entorno.

Elaborado por Mario Lara, director de Esade Madrid

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