
Tras un curso escolar marcado en gran medida por el confinamiento, la comunidad educativa celebra este año su Día Mundial en un contexto social y educativo muy diferente. Si la llegada de la pandemia supuso que las escuelas tuvieran que adaptarse al modelo remoto en cuestión de días, ahora el reto es incorporar nuevas herramientas digitales que faciliten la labor del profesorado y acompañen el aprendizaje de los alumnos.
Según el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado (INTEF), los docentes y los estudiantes hicieron grandes esfuerzos y pudieron mantener su formación durante el confinamiento a pesar de las dificultades. "Aprendieron y se adaptaron. Colaboraron entre ellos y consiguieron que la escuela permaneciera abierta, poniendo una vez más de manifiesto la profesionalidad y gran capacidad de las escuelas, los docentes y de todos los miembros de la comunidad educativa".
Sin embargo, desde el INTEF también ponen el foco en cómo el confinamiento ha hecho que la brecha digital se acentúe y se perciba con mayor nitidez, perjudicando el aprendizaje del alumnado con más dificultades en el acceso a herramientas tecnológicas y a su utilización. "Esta parte de la brecha digital a la que nos referimos tiene que ver no solo con el acceso a los medios digitales sino también con la competencia digital del alumno y su capacidad para utilizar e integrar esos medios digitales en su aprendizaje".
Pilar Bahamonde, directora del CEIP Gurmesindo de Azcárate (León), inmerso en el programa Samsung Smart School, enfatiza el papel de la tecnología en el aprendizaje del alumno. "El modelo online bien organizado y programado, dotando a todos los alumnos de los recursos digitales y la conectividad necesaria, puede aportar beneficios como la creación y desarrollo de actividades para la mejora de las competencias de nuestro alumnado y el aumento de colaboración escuela-familia que ha puesto de manifiesto la importancia de la implicación de ambas partes para garantizar el éxito".
En lo que coincide el organismo público con gran parte del personal docente es en la importancia de seguir haciendo esfuerzos en pro de la digitalización de las aulas. En este sentido, el Ministerio de Educación y Formación Profesional, el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital y la entidad Red.es han puesto en marcha un convenio para avanzar en la dotación de dispositivos para centros educativos y para abordar la brecha digital del alumno, con acciones orientadas a la competencia digital y recursos basados en Inteligencia Artificial para apoyar los procesos de evaluación y seguimiento del aprendizaje
Por otra parte, otra muestra tangible del interés del sistema público por desarrollar la digitalización educativa son las alianzas con el ámbito privado. Así, Samsung Smart School es otro de los proyectos que trabaja desde hace años la digitalización de las aulas en colaboración con el Ministerio de Educación, las comunidades y ciudades autónomas y una comunidad docente compuesta por más de 700 profesores. Samsung Smart School impulsa el aprendizaje a través de la tecnología en centros públicos de Educación Primaria, situados en zonas rurales y con alto índice de abandono o riesgo de brecha digital.
Para Alfonso Fernández, director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Samsung, "la digitalización de las aulas es uno de los mayores retos del sistema educativo español. Por ello, creemos firmemente en la colaboración público-privada. En Samsung llevamos trabajando desde 2014 con las principales instituciones educativas del país y el profesorado para impulsar un cambio metodológico educativo, basado en la introducción de la tecnología como herramienta que permita sustentar este cambio en la escuela pública y atenuar la brecha digital que sufren los alumnos".
Contar con la experiencia de uso de tecnología en el día a día del aula es una de las claves de esta iniciativa, según Pilar Bahamonde. "Tras tres cursos participando en el proyecto Samsung Smart School el uso de la tecnología en el proceso de enseñanza aprendizaje estaba implementado en la mayoría de los niveles del centro. Además, la formación que hemos recibido nos ha permitido afrontar la crisis con menos miedos y más concepción de trabajo en equipo, fundamental para que la educación no presencial se desarrolle con mayor éxito".