Madrid
Seguridad, distancia, mascarillas, temperatura. La vuelta al cole de este año está rodeada de medidas sanitarias para prevenir a toda costa el aumento de los contagios por coronavirus en los centros educativos. Fnac, comprometida con la educación, ha elaborado un nuevo proyecto que se va a hacer realidad de la mano de David Calle, docente considerado como una de las cien personas más creativas a nivel mundial.
¿Cómo ha enfrentado la educación la pandemia a nivel general?
La pandemia nos pilló a todos por sorpresa y en todos los ámbitos se tuvo que improvisar, no quedaba otra. A algunos de nosotros nos ha resultado más sencillo pues habitualmente nos desenvolvemos en el mundo online, hay muchos profesores llevan años formándose para ello. Pero en líneas generales no estábamos preparados. Ni el sistema, ni muchos de los alumnos y profesores disponían de las herramientas y los conocimientos necesarios para enfrentarse al reto de dar o recibir clases online. Espero que esta difícil vivencia -y el aprendizaje que supuso- impulse un modelo combinado (lo mejor de lo presencial con lo mejor de la enseñanza a distancia) que nos permita sacar más partido a las oportunidades que ofrece la tecnología. Dar clase online no es enviar deberes a tus alumnos, va mucho más allá, y creo necesario y urgente que se aporten medios, formación y recursos a la comunidad educativa para que pueda enfrentarse a esta nueva forma de enseñanza. Un cambio que, si bien a corto plazo es necesario y nos supondrá a todos bastante esfuerzo, confío en que se implante a largo plazo. No como una obligación, sino porque todos veamos las ventajas que aporta.
¿Qué papel han tenido los docentes durante estos últimos meses?
Fundamentalmente de acompañamiento. Se hacía dificilísimo poder seguir avanzando contenidos, evaluar y calificar a nuestros alumnos de la misma forma que antes. En el caso de los docentes, sobre todo de segundo de bachiller, el trabajo ha sido durísimo; la EVAU estaba ahí y había que afrontarla con las mismas garantías de siempre. Para el resto, poder seguir formando parte de la vida de sus alumnos (imaginaos los profesores de primaria o de infantil) durante esos meses exigió jornadas maratonianas de trabajo, aprendizaje y mucho sacrificio. En líneas generales, un diez para todos.
¿Qué necesidades ha tenido la educación durante los meses de confinamiento?
Es curioso, pero bastaron unas semanas sin tener que ir a la escuela para darse cuenta de lo importante que es ir a clase. Porque la escuela no es solo un lugar de aprendizaje. Aprendemos en cualquier sitio, pero en el aula no solo aprendemos materias, se crean vínculos afectivos y de apego emocional entre todos los que la habitan. Con el confinamiento desapareció el espacio de igualdad, cuidado y protección que supone la escuela para muchos niños y jóvenes y el lugar donde aprenden a estar juntos y a hacer cosas en común. Dicho esto, más allá del lado emocional, sin duda, la mayor necesidad pasó por cómo adaptar las clases presenciales al entorno digital, decidir qué contenidos (y cómo) se impartían, cómo evaluar y calificar a nuestros alumnos... Sin duda, tuvimos que improvisar por encima de nuestras posibilidades y quedó patente la urgencia de afrontar con ambición la mejora de la competencia digital tanto para profesores como para los propios alumnos. Sin olvidar la llamada brecha digital (y social), durante el confinamiento se hizo patente que para poder trasladar a hogares ese espacio de igualdad que se intenta construir en la escuela es necesario dotar de equipos, infraestructuras y medios para que todos puedan enseñar y aprender desde sus casas en igualdad de condiciones.
¿Cómo debe la comunidad educativa afrontar esta vuelta al cole tan anómala?
Puede parecer un poco naif, pero con todo el amor y la ilusión del mundo. Creo que hablo en nombre de todos los profesores si digo que estábamos deseando empezar a dar clases presenciales otra vez. Perder el contacto físico con los chavales, poder interactuar con ellos, trabajar en equipo, conocerlos, ayudarles a cada uno como se merece fue lo más duro del confinamiento. Por eso, no creo que se trate de empezar a avanzar contenidos o repasar aquello que en el último trimestre no pudieron asimilar correctamente. Creo más bien que se trata de reencontrarse, recuperar la sensación de estar juntos, de colaborar, de tener un espacio común, de conocerse, de saber qué inquietudes tienen y cuáles son sus miedos y frustraciones de cara al nuevo curso. A partir de ahí, intentar construir un nuevo escenario y entre todos darle una vuelta al sistema educativo. Tecnología y presencialidad deben ir de la mano y sería genial que aprovecháramos esta crisis como una oportunidad para reformular un nuevo modelo de enseñanza, más productiva, más integral y acorde con los tiempos que vivimos.
¿En qué consiste exactamente el proyecto de aprendizaje combinado?
Llamamos aprendizaje combinado al método de enseñanza en el que la educación presencial converge con las nuevas tecnologías o herramientas digitales, aunque hay otras maneras de llamarlo como, por ejemplo, aprendizaje mixto o híbrido. Con la suspensión de las clases en marzo, los profesores, los alumnos y las familias vivimos la situación con evidente desconcierto, incertidumbre y desorden; pero el confinamiento también demostró que una educación virtual también es posible. Ahora que la vuelta al cole es una realidad, y que una de las medidas adoptadas es la enseñanza combinada, -de momento, para los más mayores-, hemos decidido poner en marcha una iniciativa como Aula Fnac para ayudar a todos los implicados a afrontar mejor esta nueva realidad educativa.
Gracias a Aula Fnac podemos proporcionar a los docentes recursos y consejos para llevar a cabo de forma más sencilla y con éxito el aprendizaje combinado. Y ofrecemos recomendaciones a las familias, y asesoramiento para los grandes protagonistas: los alumnos, a los que animo a afrontar este curso como un apasionante reto, que además les permitirá crear historia siendo los artífices de este cambio.
¿Hacia qué cursos está enfocado este trabajo?
En realidad, es una iniciativa abierta a toda la comunidad educativa, a quien lo quiera aprovechar y más lo necesite. Está orientada a los docentes, familias y alumnos de cualquier grado. Es verdad que puede resultar más útil a partir de la ESO, cuando los alumnos son más independientes. En edades más tempranas la enseñanza a distancia es más compleja y requiere de mayor implicación de las familias, por eso hay consejos dedicados a también a los padres y madres.
¿Qué le aportará a los docentes y a los estudiantes esta nueva forma de aprendizaje?
Por mi experiencia en la materia, -y es mucha-, te aseguro que las ventajas del aprendizaje combinado son bastantes. Para empezar, la presencialidad es fundamental y así ha quedado constatado. Todos nos hemos dado aún más cuenta de lo importante que es para los niños ir a la escuela. Y es que las aulas no son sólo un lugar de aprendizaje y transmisión de conocimiento, sino una tribu en la que se crean vínculos y apego emocional. Un espacio donde niños y jóvenes aprenden a convivir y desarrollan aptitudes que les serán útiles durante toda su vida.
Por otro lado, la educación online o clases virtuales nos aportan beneficios como el ahorro de tiempo. Los estudiantes pueden acudir a clase con parte del trabajo hecho y eso permite profundizar más en ciertos temas. Pueden llevar ya aprendida la parte teórica desde casa y aprovechar el preciado tiempo en el colegio para poner en común, resolver dudas, trabajar en equipo, plantear proyectos, etc. Permite abrazar nuevas metodologías en las que el alumno se convierte en un sujeto más activo, promoviendo su autonomía. Y ayuda a democratizar, en cierto sentido, la enseñanza, pues cada uno puede aprender a su ritmo trabajando en casa los contenidos. El repaso online hace que el alumno no se sienta cohibido por preguntar varias veces la misma cosa o por necesitar más tiempo en el aprendizaje de algún punto concreto.
Como ves, todo ello combinado, da como resultado un escenario de aprendizaje mucho más completo.
¿Cuál es su papel en Aula Fnac?
Aula Fnac es un site que reúne herramientas, aplicaciones y recursos online de apoyo para que profesores, alumnos y familias consigan adaptarse mejor y ser más flexibles en estos momentos; herramientas que lo hacen todo un poco más fácil y que he seleccionado para que sean accesibles desde un único espacio.
Además, incluye una serie de videos en los que doy recomendaciones, desde mi experiencia en este campo, tanto a los profesores como a los alumnos y sus familias, así como información sobre los dispositivos más adecuados y disponibles en función de las necesidades de cada uno, entre otras cosas.
Esta vuelta al cole se ha afrontado desde muchos frentes, pero creo que hacía falta una iniciativa que nos ayudara a enfrentarnos a esta situación tan atípica desde un punto de vista positivo y práctico, aportando ideas sencillas y de fácil aplicación.
¿Cree que la educación está preparada para hacer un cambio completo al mundo online?
Desde mi punto de vista, un cambio completo al mundo online para nada sería lo adecuado, así que independientemente de si estamos preparados o no, no deseo que esto suceda. Creo que hay que plantear una forma diferente de enseñar, en la que aprovechemos los canales virtuales para impartir aquello que es perfectamente trasladable al online y así tengamos más tiempo para ocuparnos, en las clases presenciales, de las actividades para lo que siempre se nos quedan cortas: trabajos en grupo, proyectos participativos, debates, experimentación… Un buen uso de la tecnología facilita métodos como el "flipped classroom" o "aula invertida", un modelo pedagógico que saca del aula el trabajo de determinados procesos de aprendizaje más mecánicos y utiliza el tiempo de clase para facilitar y potenciar otros procesos de adquisición de conocimientos dentro del aula.
El confinamiento nos ha dejado una lección y es la capacidad de adaptación y superación que tiene el ser humano. Cada uno, dentro de nuestras propias posibilidades, asumimos la responsabilidad de intentar formarnos lo mejor posible y hemos salido adelante. Decía Darwin que la especie más fuerte no es la que sobrevive sino la que mejor se adapta a los cambios. Y eso que no existía Internet…