
Progresivamente va comenzando el inicio del curso y aparecen múltiples preguntas con pocas respuestas. A pesar de que las noticias cambian cada día, las primeras etapas escolares serán presenciales aún bajo riesgo de contagio, y la mayoría de las familias lo siguen prefiriendo así. El debate de educación online vs. presencial cobra cada día más fuerza. Pero, ¿cuáles son las diferencias a nivel psicológico de estas dos modalidades?
Todos los dispositivos electrónicos en estos tiempos de pandemia nos permiten estar conectados desde un entorno seguro y remoto. Pero la inmediatez que nos proporcionan a nivel neurológico tiene efectos similares a los de las adicciones a sustancias como podría ser el tabaco. Es especialmente importante, prevenir el tiempo que nuestros hijos y nosotros mismos pasamos frente a las pantallas (televisión, ordenador, tablet, móvil…). Igual de rápido que la tecnología ha sido nuestra aliada durante el confinamiento, se puede volver en nuestra contra y desencadenar problemas de adicción, ansiedad o depresión, entre otras, si su uso es excesivo. A todo esto, hay que añadir que cuando ya es difícil mantener la atención y concentración durante largos periodos de tiempo en las aulas, lo es más aún a través de una pantalla donde todo son tentaciones.
Respecto a las relaciones sociales, fomenta rasgos de personalidad introvertidos, que puede generar dificultades relacionales en el futuro. Por último, a nivel emocional, también supone un reto, dado que no se diferencian los espacios "físicos" de ocio y trabajo / educación: No hay un patio, momentos entre clase y clase en los que comentar con los compañeros… y esto dificulta desconectar y tener momentos de ocio dentro de la rutina.
Por otro lado, la educación presencial nos permite retomar el contacto humano, algo que especialmente importante en las primeras etapas de la vida donde aprendemos a relacionarnos con los demás. Sin embargo, al ser mayor el riesgo de contagio, aparece en muchas familias el miedo al contagio. Este miedo puede ser nuestro aliado si nos ayuda a protegernos y poder aplicar las medidas de seguridad como la mascarilla y la distancia social. Pero, en ocasiones, en vez de ser un miedo preventivo aparece un miedo paralizante que dificulta la salida de casa. Algunos padres están
viviendo la vuelta al cole como una tortura dado que tienen que obligar a sus hijos a ir al colegio. Aparecen conductas como rabietas, gritos, insultos e incluso agresiones. Después de tanto tiempo fomentando quedarse en casa puede parecer muy contradictorio volver a las aulas.
Sea desde casa o en las aulas las pantallas tendrán un papel clave en esta vuelta al cole, y será complicado establecer los límites entre cuándo supondrán un apoyo y cuándo se pueden volver un problema. Respetando las normas del COVID no debemos cesar en fomentar el contacto social.
Independientemente de si tus hijos tienen una vuelta presencial, a distancia o mixta, durante esta vuelta al cole hay que hacer especial énfasis en algunos aspectos clave. Vivir el presente es el primer paso, dado que cada día será un nuevo reto. Además, es aconsejable encontrar momentos para hablar de cómo ha ido el día y las preocupaciones o inquietudes que puedan ir surgiendo con los cambios de la nueva normalidad.
Podemos suponer que este curso estará lleno de cambios durante su transcurso, por ello la paciencia ante todas estas novedades será una de nuestras mejores aliadas. ¡No la dejes en casa!
Elaborado por Paula Mella, psicóloga experta en Terapia Familiar de ifeel