
Decía Platón hace más de 2.000 años que el objetivo de la educación es la virtud y el deseo de convertirse en un buen ciudadano. Una máxima atemporal que, conforme avanza el tiempo, va redefiniéndose, incorporando cada vez más habilidades y competencias. En ello ha incidido la revolución digital y la innovación en el ámbito educativo, de tal forma que cada generación experimenta nuevas formas de enseñanza que, posteriormente, se plasmarán en profesiones y servicios. Ámbitos como la tecnología, los derechos humanos, la ciencia o la salud han empujado a una renovación y actualización constante para dar una respuesta formativa a las necesidades de la sociedad.
Ahora, en plena era postcovid, la innovación y la sostenibilidad se sitúan como los dos grandes desafíos a los que dar respuesta y, para ello, la educación se convierte en algo capital. Tanto es así que, según un estudio realizado por More Than Research para Naturaliza, el proyecto de educación ambiental que hemos desarrollado desde Ecoembes, el 90% de los jóvenes españoles de entre 18 y 30 años consideran que, a partir de ahora, la educación ambiental debería ser considerada como un instrumento fundamental en la sociedad.
Pero, más allá de las opiniones vertidas en encuestas, ya hay quienes están trabajando por aplicar las enseñanzas de la educación ambiental en su día a día. Ellos son los 1.000 docentes Naturaliza de toda España que llevan el medioambiente a sus aulas, apostando decididamente por transmitir a las generaciones futuras su relevante papel para la preservación del entorno natural. Una práctica que, en el contexto actual, creo que cobra aún más relevancia.
Sin embargo, no debemos dejar toda la responsabilidad ni a los docentes ni a los más pequeños: la educación ambiental es transversal a todas las generaciones. Así, generar conciencia medioambiental, promover el espíritu crítico y luchar contra la basuraleza son algunos de los objetivos de "Aulas Libera", el proyecto educativo que hemos creado desde SEO/BirdLife y Ecoembes dirigido a alumnos de secundaria. Solo en el curso 19/20, con esta iniciativa se ha contribuido a la implicación activa en la conservación de espacios naturales de más de 11.000 jóvenes de todo nuestro país, ofreciendo al profesorado una serie de recursos adaptados a los períodos excepcionales de formación a los que han tenido y tendrán que hacer frente.
Desafortunadamente, a la incertidumbre a la que profesores, padres y madres, instituciones y alumnos se enfrentan en estos momentos, no hay una solución clara, pero lo que sí vemos evidente es que un mayor contacto y conocimiento de nuestro entorno, a veces olvidado, puede ser una de las soluciones para afrontar los retos que todavía nos depara la crisis a la que nos enfrentamos y que ha supuesto -y supondrá- cambios radicales en la forma en que realizábamos las cosas.
El reto es enorme y educar en verde es hoy, más que necesario, primordial. Por suerte, contamos con todas las herramientas necesarias para hacerlo: tecnología, compromiso y, sobre todo, una sociedad con una gran voluntad de cambio.
Elaborado por Nieves Rey, directora de Marketing y Comunicación de Ecoembes