
Ante la incertidumbre de no saber cómo va a evolucionar la pandemia, son muchas las universidades que ya han decidido cómo afrontar este nuevo curso académico. Algunas se han inclinado por una nueva metodología, la híbrida, que combina ambos modelos, el online y el presencial. Sin embargo, el miedo a una segunda ola ha hecho que muchas instituciones de educación superior quieran prevenir lo máximo y opten por una enseñanza únicamente online, como es el caso de la Universidad de Harvard.
En esta institución solo podrá acudir al Campus de Cambridge el 40% de los estudiantes, que recibirán las clases por internet desde sus habitaciones en las residencias de la universidad. Según ha detallado la institución, en la selección de este 40% están incluidos todos los alumnos de primer año, con el objetivo de que puedan crear una amplia red de contacto con los nuevos profesores y compañeros.
Los planes previstos por la universidad incluyen que, si en otoño se mantiene este porcentaje de alumnos como el máximo permitido para estar en el campus, en la primavera de 2021 volverán los "senior", es decir, los que están en su último año de estudios, y los de primer año volverían a sus casas. No obstante, esta decisión no será definitiva hasta el mes de diciembre.
A pesar de que esta sería la norma general para llevar a cabo, existen excepciones a la hora de aceptar que otros estudiantes entren en el campus de forma presencial, como son aquellos que tengan dificultades para aprender en sus hogares, ya sea por falta de recursos para seguir las clases online o por razones familiares. También se hará alguna excepción con los alumnos de la tercera edad cuyas tesis requieran el uso de laboratorios y trabajos más prácticos. Además, está previsto que a estos alumnos se les hagan test de diagnóstico de coronavirus cada tres días y, en el caso de que alguno de ellos diese positivo, sería puesto en aislamiento. Harvard no es la única universidad que va a implantar estas medidas, Princeton o Yale ya han manifestado que su política de vuelta las aulas será muy parecida.
Cambios principales
A la hora de afrontar la nueva normalidad, se han llevado a cabo cambios relevantes con el objetivo de frenar los contagios en el área universitaria. Uno de ellos es que los estudiantes que vivan en el campus dormirán en habitaciones individuales con baños compartidos y deberán usar mascarilla y mantener la distancia social en todo momento.
Por otra parte, la universidad mantendrá el coste de la matrícula a pesar de los cambios de la metodología de enseñanza: 50.420 dólares, 44.540 euros. Por este motivo, la institución educativa se enfrenta a una demanda colectiva puesta por un grupo de estudiantes que solicitaban un reembolso parcial de la matrícula, ya que no están recibiendo las clases presenciales por las que pagaron ni participan en las actividades extracurriculares. En total, reclaman cinco millones de dólares.
Esta nueva situación comenzará el próximo 2 de septiembre y la residencia finalizará el 22 de noviembre. A partir de este día se realizarán los exámenes desde casa.