
Con la llegada de la pandemia la educación a todos los niveles ha sufrido una crisis sin precedentes que algunas instituciones han utilizado como "cobertura" para modificar aspectos en el interior de las instituciones. Es el caso de la Universidad Murdoch de Perth (Australia) que ha cambiado al personal activo de la investigación a roles de enseñanza.
Lo que se conoce como "Marco de Carrera Académica" fue diseñado para "simplificar y mejorar la administración de la libertad condicional y la promoción", según indica Romy Lawson, de la propia institución. Desde el punto del vista de personal hay múltiples críticas a esta nueva medida, y es que se han quejado de que incluso los editores estrella se arriesgaban a perder tiempo de investigación.
La vicecanciller Eeva Leinonen indicó a mediados de abril que la institución continuaría con la propuesta y añadió que se le añadiría al personal hasta el 80% de su tiempo para enseñar, con salvaguardas para aquellos que realizan servicios esenciales o investigación prioritaria. A priori esta medida se entendió como una necesidad de ahorro relacionada con el coronavirus junto con las congelaciones en el reclutamiento y salarios ejecutivos y reducciones opcionales de las horas de trabajo. Leinonen se justificó diciendo que: "Es el desafío financiero más importante al que la universidad se ha enfrentado".
No obstante, a mediados de mayo, el Sindicato Nacional de Educación Terciaria (NTEU) presentó una notificación de disputa con la universidad, indicando que la institución había eludido su obligación de consultar al personal sobre los cambios importantes que se pudieran dar en la carga del trabajo docente y no había asegurado que estos cambios serían temporales.
Efectos perjudiciales
En la carta elaborada por el sindicato, manifiestan que esta propuesta "tendrá un efecto perjudicial en los empleados académicos ocasionales con pérdidas de trabajo generalizadas, una reducción en el personal general y un impacto significativo en los registros de investigación y las trayectorias profesionales". El sindicato, preocupado por la situación en la que se pueden quedar los docentes, solicitó "información transparente" sobre los impactos de la nueva propuesta, pero la universidad no proporcionó ninguna cifra.
Sin embargo, la contestación de Murdoch no fue la esperada. La institución insistió en que la propuesta no cumple con los criterios para un cambio importante y que, según un acuerdo empresarial de 2018, se permiten cargas de enseñanza de hasta el 80%.
Suficientes reservas
La disputa surgió en medio de revelaciones de que la universidad contaba con suficientes reservas financieras para cubrir varios años de déficit de ingresos relacionados en este caso con el coronavirus. De hecho, un estudio realizado por el Centro para el Estudio Superior de la Universidad de Melbourne, basado en datos de 2018, encontró que los gastos de Murdoch eran los segundos más bajos de cualquier universidad y consideraba a esta institución como "la más segura financieramente" de las universidades que ganan relativamente poco de los honorarios de los estudiantes extranjeros.