Cada año, unos 300.000 alumnos y alumnas de toda España se presentan a las pruebas obligatorias para acceder a la Universidad, la EvAU. Sin embargo, este año son muchos los estudiantes que no se sienten preparados y temen afrontar estos exámenes. Además, ¿es garantía de futuro laboral estable ir a la Universidad? El oficio de varillero, profesión en auge y sin paro, no aparece en los programas de formación superior ofrecidos por las universidades.
La Evau se acerca. Después de unos meses atípicos y de parón formativo para miles de alumnos de bachillerato, en menos de un mes, se jugarán su futuro laboral en una sola carta. Los alumnos ven este momento con miedo, muchos no se sienten preparados porque sienten que han perdido el ritmo.
«Sin embargo, aunque la Selectividad es uno de los momentos clave en el desarrollo formativo de millones de alumnos, es cada vez más irrelevante a la hora de acceder a una formación y trabajo con futuro. Las necesidades del mercado laboral evolucionan más rápido que los itinerarios de formación tradicional y ya son muchas las carreras universitarias en 'peligro de extinción'», afirman desde Escuela Varilleros, la primera escuela online que forma en esta profesión, varillero.
Esta formación se esconde lejos de las aulas universitarias debido a que la enseñanza superior y el mercado laboral transitan caminos cada vez más separados.
En España, más de un millón de titulados universitarios están en riesgo de pobreza, según el estudio de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES). 2018.
España es además el país de la Unión Europea (UE) con más titulados universitarios sobre cualificados en su mercado laboral: en 2018, el 37,6 % de los graduados superiores que trabajaban lo hacían en puestos en los que sus conocimientos y su formación eran superiores a los requeridos, según Eurostat.
Este desfase entre la oferta y demanda de empleo cualificado provoca que quienes han estudiado una carrera universitaria perciban cada vez menores salarios, asegura el informe.
«¿Merece la pena estudiar una carrera? La Universidad ha dejado de ser garantía de un buen empleo o futuro laboral. Existen otras opciones fuera del circuito educativo tradicional. Por ejemplo, el oficio de varillero que es aún desconocido en el mercado hispano y sin embargo es una profesión con futuro y muy solicitada. Es ya una de las profesiones con más empleabilidad a corto, medio y largo plazo. A nivel internacional se nos llama "sacabollos" pero somos mucho más que eso. Somos capaces de reparar los bollos que tenga un vehículo a base de precisión y maña, siendo más económicos, más ecológicos y más rápidos que una reparación habitual», afirma Sisco Clivillé, creador de esta Escuela.
El perfil de aquellos que apuestan por esta profesión suele ser el de hombres a partir de 30 años que quieren dar un giro a su vida. Son hombres que a menudo tienen familia, están cansados de la precariedad laboral en la que viven y quieren tener una segunda oportunidad.
«Para aprender esta profesión no hace falta ser chapista, tener estudios concretos ni tener experiencia dentro del mundo de la automoción. El oficio de varillero es eminentemente práctico y se basa también en las relaciones. Un oficio con el que puedes llegar a ganar hasta 1.000 euros al día e incluso más», confirma Clivillé quién cansado de su vida anterior decidió en 2015 dejar su empleo y formarse como varillero, certificándose como el 5º Golden Mastercraftman, siendo así el más joven del mundo y el que lo consiguió en menos tiempo. Ahora, desde la Escuela Varilleros ha formado a más de 200 alumnos que en menos de cuatro meses han conseguido poder ejercer.
Algo especialmente inaudito si tenemos en cuenta que, los últimos datos de empleo (abril 2020) sostienen que la tasa de paro juvenil ha subido hasta el 33% y que según un estudio sobre desempleo juvenil realizado por UGT un 22,6 % de menores de 30 años tarda más de dos años en conseguir su primer empleo.
Desde Escuela Varilleros reivindican que hay opciones fuera del sistema de formación actual, que no valora el talento de muchos jóvenes y que no ofrece opciones más allá de las tradicionales.
Su formación es 100 % práctica, donde la comunidad juega un papel fundamental y donde se trabajan aspectos como la mentalidad y se anima a la creación de una empresa propia.
Radiografía del varillero
1. Alta demanda y mínima competencia. Al ser un oficio que se desconoce hay gran demanda de técnicos cuando cae granizo en España y ahora, la mayoría vienen del extranjero porque en nuestro país no hay suficientes. A esto se le suma que con el cambio climático cada vez hay más granizo, no solo en verano, y se necesitan más varilleros.
2. Nacional o internacional. Es una profesión que se puede ejercer en cualquier lugar del mundo siguiendo tormentas y granizadas (no es necesario hablar idiomas, siempre vas con un broker o gestor que te consigue los trabajos y trabajas para él), pero también se puede ejercer desde una localización fija y ofrecer los servicios a concesionarios, tiendas de segunda mano de una manera más continuada…
3. Trabajan solo 3 meses al año. La ventaja del varillero frente a otras profesiones es que puede trabajar solo durante los 3 meses de granizo en Europa y vivir el resto del año sin trabajar más y con un buen colchón económico.
4. Son manitas. Esta profesión valora el trabajo realizado con las manos. Son "artesanos" y trabajan a base de precisión, fuerza y meticulosidad para arreglar los bollos sin deteriorar el vehículo.
5. No es necesario tener estudios previos. Ni haberse dedicado al mundo de la automoción.
6. Buenos ingresos. Estamos ante un oficio con el que puedes llegar a ganar como aproximadamente 1.000 euros al día. Además, en épocas de granizo no se depende que un cliente quiera pagar o no, puesto que normalmente el cliente es el seguro y el dueño del coche va a querer reparar el coche igualmente sabiendo que no lo paga él sino el seguro.
7. Libertad y reconocimiento. En la Escuela Varilleros transforman la vida de sus alumnos mostrándoles para que puedan vivir de un oficio artesanal donde se sientan valorados y que les permita alcanzar la libertad que buscan trabajando pocos meses al año.