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La falta de adaptación de las universidades levanta una oleada de quejas del alumnado

  • Un minuto es suficiente para contestar a una pregunta de examen
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Adaptación y flexibilización son dos de las palabras más repetidas por el ejecutivo a la hora de enfocar la actividad estos meses en el mundo educativo. La crisis sanitaria originada por la Covid-19 ha paralizado a todo el país y ha dañado especialmente la educación recibida por los estudiantes. La calidad del sistema educativo se está viendo cuestionada no solo por las propias instituciones, sino que también por el colectivo que más está sufriendo estos días: los alumnos.

La enseñanza online jamás había adquirido tanto protagonismo ni su transición había sido tan rápida. El área universitaria aceleró su puesta en marcha en tan solo una semana para garantizar que la docencia perdiera el menor tiempo posible. No obstante, son muchos los estudiantes de educación superior que se están viendo sobrepasados de tareas, en ocasiones, más de las que tendrían de forma presencial y no tienen ningún tipo de apoyo del equipo docente.

Están siendo numerosas las reacciones que están teniendo los universitarios de toda España a través de redes sociales como Twitter en las que expresan su disconformidad ante una situación a la que ya llaman "injusta". Desde elEconomista nos hemos puesto en contacto con algunos estudiantes que están viendo cómo la declaración del Ministro de Universidades, Manuel Castells: "La Universidad está al servicio del alumno", es inexistente en la práctica.

"En medio de la incertidumbre de la pandemia, recibimos con mucha esperanza las palabras que llegaban desde el Gobierno sobre empatía hacia los alumnos universitarios. Sin embargo, lo que nos hemos encontrado es todo lo contrario: falta de empatía, de adaptación y de complicación", indica una estudiante de la Universidad Rey Juan Carlos. Se encuentra realizando un Máster y manifiesta que no se pone el foco en que aprendan, sino que "hay una obsesión porque no copiemos y es ahí hacia donde están dirigiendo sus esfuerzos en lugar de enseñarnos correctamente".

En concreto, la Universidad Rey Juan Carlos es una de las instituciones que recibe más críticas. Algunos de los estudiantes que están cursando aquí indican que "los profesores están supliendo las horas de clase a través de una sobrecarga de trabajos adicionales". Los alumnos se están viendo obligados a entregar una gran cantidad de trabajos adicionales de los que no están recibiendo ningún feedback, "por lo que trabajamos a ciegas sin ningún objetivo", expresa otra alumna.

Exámenes, sin ninguna alternativa

La evaluación es una de las preocupaciones más destacadas del conjunto del alumnado. A pesar del confinamiento, esta situación no beneficia en absoluto el poder estudiar de la misma forma que antes, por lo que resultó de gran alivio para esta parte de la comunidad universitaria que se pudieran cambiar los métodos de evaluación. Sin embargo, la teoría se ha quedado en lo que es y la práctica se ha convertido en una batalla con un único fin: no copiar.

En este punto, resulta paradójico que la esencia de la educación sea el aprendizaje y el conocimiento, con toda la seguridad que debe haber. Los estudiantes de máster discrepan de que no es lo mismo estar en un posgrado que en un grado, ya que los objetivos varían. La guía docente es el manual principal de la universidad, todo debe estar escrito y todo se debe llevar a cabo, sin embargo, son muchos los alumnos que se quejan de que "ni siquiera la guía docente recogía qué hacer en situación de pandemia", por lo que no llegan a entender "la obsesiva intención de cumplir con todos los temas y todos los trabajos que este texto incluye, incluso cuando todo ha dejado de ser normal", explican.

La formación online puede tener muchas ventajas, pero también cuenta con desventajas que se están viendo durante estos días. Una de ellas es la conexión que puedan tener a la hora de hacer un examen. Los educandos no tienen alternativa: "Recibimos respuestas muy tristes como que tenemos que asegurarnos de que funciona sí o sí, cuando no depende de nosotros que se caiga la red Wifi debido al alto uso que se le está dando estos días", lo que les genera una enorme ansiedad a la hora de enfrentarse a estos exámenes, ya que no se da ninguna alternativa para quien no dispone de conexión o sufra cortes.

Un minuto para una pregunta, sin opción al retorno

Es una de las normas que han establecido algunas universidades, sin embargo, ¿hasta qué punto ayuda al desarrollo del estudiante? Y, ¿determina de forma segura todos los conocimientos dados durante un curso? Esta medida es una de las normas de seguridad más utilizadas en los últimos días por las universidades, no obstante, de nuevo, los alumnos discrepan de esta medida: "Considero que para que se de un aprendizaje de forma efectiva, no solo se tiene que estudiar de esta manera, también se tienen que plasmar estos conocimientos y creo que en un minuto no tenemos tiempo ni a ser críticos ni a ser reflexivos", expone otra estudiante.

"No es normal tener que pasar pregunta a pregunta sin opción a retroceder. Me parece una petición muy coherente cuando los fallos restan y necesitas emplear los últimos minutos de la prueba repasando las preguntas en las que más dudas tienes", indica otro alumno de la universidad.

Subir el material sin opción de interactuar con las dudas

Son muchas las universidades que están haciendo un gran esfuerzo por "salvar" el cuatrimestre o el año escolar, sobre todo después de que Manuel Castells dijera que "Ningún alumno perderá el curso por esta pandemia", declaración que los estudiantes todavía ponen en duda. La Universidad de Salamanca es otra de las instituciones educativas que ha recibido numerables críticas en las redes sociales, concretamente en Twitter con el hashtag #Usalytirar. Algunos alumnos de esta universidad indican que: "No tenemos clases, lo único que hacen es subir la presentación del temario, sin vídeo. De hecho, algunos profesores han dado más materia de la que se esperaban", explica un estudiante después de que una docente hubiera confirmado que nunca había llegado hasta un tema hasta ahora. "Hubo semanas que subieron dos o tres temas de 120 diapositivas, cuando en una clase presencial solo dábamos un tema de 20 diapositivas a la semana", manifiesta.

Las dudas que pueden surgir a la hora de estudiar un PDF o un PowerPoint son múltiples, por ello algunos estudiantes les piden a los profesores que suban vídeos explicativos. En la Universidad Complutense de Madrid este colectivo también se queja de esta situación: "Si no entiendes algo de los apuntes te dicen que busques en la bibliografía que te adjuntan. No podemos encontrar esos libros en Internet ahora mismo", manifiesta una estudiante de la UCM.

Preocupados por la salud de sus educandos

Algunas universidades españolas están participando en un proyecto de investigación cuyo objetivo es conocer y evaluar cómo están adaptando los universitarios sus hábitos de actividad física y de estilo de vida a la situación de confinamiento debido a la pandemia. No obstante, la otra cara de la moneda es clara: "Demuestran que no se preocupan por el bienestar del alumnado, lo que me está acarreando personalmente problemas de sueño".

Sin duda, se trata de una situación crítica que ha cogido a toda la comunidad educativa por sorpresa. La educación universitaria goza de un gran prestigio que se está viendo dañado por su falta de adaptación a este nuevo escenario. En este sentido, el alumnado universitario gallego ha tomado la decisión de continuar de huelga en rechazo a una "gestión nefasta". El paro telemático se materializa con la ausencia del alumnado en las aulas virtuales y la negativa a presentar trabajos o tareas.

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