
Durante los últimos años, en el panorama universitario español se ha vivido un incremento en la oferta de los títulos propios, que son aquellos que emite y acredita una institución de educación superior. Son las universidades o las escuelas de negocio las encargadas de diseñar esta formación, lo que les permite adaptarse más rápido a lo que demandan las empresas.
El aval de estos cursos descansa en el prestigio de la institución que lo imparte y, dependiendo de estos, en ocasiones no es necesrio poseer un grado universitario para cursarlo. No obstante, todos los másteres son programas que buscan la especialización más avanzada ya sea profesional o investigadora y, por lo tanto, deben promover la empleabilidad tanto si son oficiales como si no.
Criterios Aneca
Una de las principales diferencias entre estos títulos y los másteres oficiales es que estos últimos deben someterse a la evaluación de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad (Aneca) o de los órganos de evaluación que la Ley y las Comunidades Autónomas determinen. Este protocolo garantiza que el máster cumple unos estándares de calidad y lo homologan a nivel europeo. Que los títulos propios no tengan que someterse a estos criterios, les permite empezar a impartir el curso rápidamente, mientras que en el caso de los títulos oficiales pueden tardar años en aprobarse. Es por ello por lo que cada vez es mayor el número de títulos de este tipo que ofrecen las universidades sobre campos muy concretos.
El profesorado es una de las piezas clave en ambas titulaciones. En el caso del curso propio son profesionales del sector, mientras que en el oficial son docentes universitarios.
Los másteres oficiales son los únicos que dan acceso a los estudios de doctorado
A la hora de seguir con la formación universitaria, los títulos propios no dan acceso a estudios de doctorado, ya que solamente se puede acceder con la posesión de un máster oficial. A pesar de que ambos son igual de válidos en el mercado laboral, los propios están más enfocados al desarrollo profesional y solo con los oficiales se podrá trabajar en el sector público accediendo mediante una oposición. El título propio, al ser formación permanente, puntúa en este tipo de pruebas como formación continuada, por lo que su puntuación es menor.
Àngels Fitó, vicerrectora de Competitividad y Ocupabilidad de la UOC, manifiesta que "la oferta propia debe cubrir aquellas necesidades profesionalizadoras que no se ajustan a las características de un máster y, por lo tanto, se deberían dar respuesta a necesidades de flexibilidad, personalización, contextualización, duración y acreditación que se escapan de un formato pautado como es el de máster".
Cuenta la capacidad de resolver situaciones complejas, utilizar el pensamiento crítico, llevar a cabo el liderazgo o la capacidad de trabajar en equipo. Fitó considera que "la titulación cursada actúa como primer filtro o garante de los conocimientos de los que se dispone, pero lo que importa es la reputación de la institución y su capacidad de generar conocimiento en el ámbito requerido".
Al ser cursos propios, la matrícula es más elevada que la de los oficiales, ya que son las universidades o escuelas las que fijan el precio de los créditos. La parte negativa es que no se pueden beneficiar de las becas del Ministerio de Educación, no obstante, en muchos casos, son las propias universidades las que disponen de un sistema interno de ayudas que, cumpliendo ciertos requisitos exigidos por la institución, se podrá acceder a estas becas.
Reconocimiento laboral
Tanto en España como en el extranjero, el reconocimiento en el mercado laboral de un máster depende, como ya se mencionó, del prestigio que tenga la institución que lo otorga, del título en sí y de los conocimientos y las habilidades que exige el perfil que estén buscando.
La matrícula de los títulos propios es más elevada que la de los oficiales
A la hora de buscar el reconocimiento en otros países, en el Espacio Europeo de Estudios Superiores (EEES) los másteres oficiales son reconocidos en todas las universidades. No obstante, es la legislación de cada Estado la que puede habilitar o no el reconocimiento de los títulos de España, tanto los másteres oficiales como los propios.
UB
La Universidad de Barcelona se mueve alrededor de los 500 títulos propios de máster y posgrado. Sumándole todos los cursos de experto, cursos superiores y programas de extensión, llegan a cerca de los 800.
La oferta de títulos propios está más orientada a la especialización y la formación continua, por lo que el perfil es diferente del de los estudiantes de grados y másteres oficiales. Son, por tanto, profesionales que se reciclan o estudiantes que buscan especializarse en ámbitos de formación concretos, con una franja de edad, por regla general, superior a la de los estudiantes que cursan másteres oficiales. Durante el pasado curso 2018/2019 hubo un total de 9.079 alumnos de másteres propios, cursos de especialización/posgrado y cursos de experto, de los que el 72,2% eran mujeres.
Según fuentes de la Universidad de Barcelona, el número de cursos ofrecidos es estable, pero se renueva con mucha más rapidez, dada su tendencia a adaptarse continuamente y su propio carácter, que no obliga a evaluaciones externas continuas. Además, desde esta institución consideran que la oferta oficial tiene otros objetivos y posee mucha más estabilidad en el tiempo que la oferta propia, mucho más versátil y adaptable.
UCM
La formación que ofrece la Universidad Complutense no acaba en la oferta de grados, másteres y doctorados, sino que también apuesta por la formación permanente articulada a través de cursos propios de distinta duración e intensidad horaria.
Disponen de cursos diseñados para abordar distintas necesidades, como el reciclaje profesional, adquisición de nuevas habilidades o conocimientos, certificación de competencias, etc. En este sentido, cuentan con cursos que exigen titulación universitaria previa: Máster Propio (ofrecen 114), Diploma de Especialización (poseen 22 cursos), Experto (21 títulos), y con los que no la exigen: Diploma, que ofrecieron 53 cursos el año pasado, y Certificado de Formación Permanente, cuya oferta ascendió hasta 85 el pasado año.
UOC
Con la evolución del mercado laboral, el contexto de formación se va ampliando dando paso a numerosas propuestas formativas que den respuesta a las necesidades de manera flexible y modularizada. El número de másteres propios de la UOC asciende a 20 y a 275 diplomas de posgrado y especializaciones.
Algunos cursos propios no exigen la posesión de un grado universitario
Según Àngels Fitó, los títulos propios "son un tipo de formación complementaria que no sustituye a la oferta oficial". Considera que en un itinerario de formación continua existe la necesidad de ampliar los contenidos y competencias que pueden adquirirse con formatos algo más cortos y flexibles. "Los títulos propios se corresponden con una respuesta formativa ágil y ajustada a las nuevas necesidades profesionales que los procesos de aprobación de las titulaciones oficiales, lentos y burocráticos a veces no pueden suministrar", añade Fitó.
UAM
Durante el curso 2019/2020, la oferta en cuanto a títulos propios de la Universidad Autónoma de Madrid ascendía a 36 másteres (entre 60 y 120 ECTS), 25 expertos (entre 30 a 60 ECTS), uno especialista, un Programa Puma (Universidad para Mayores), Programa Citius y el Programa Dile (Estudio propio para estudiantes extranjeros). El perfil mayoritario de estos estudiantes es el de buscar una formación dirigida a incorporarse a corto plazo al mercado de trabajo o son profesionales interesados en especializarse en un área de conocimiento más concreta, aunque formen parte del mercado laboral.
Según fuentes de la UAM, una de las razones por las que está aumentando el número de títulos propios es el hecho de que su procedimiento de aprobación es más ágil.
Tipos de formación
Dentro del título privado se abre un amplio abanico de tipos de formación con diferente duración y denominación. En primer lugar está el máster propio, a través del cual se accede con un título universitario. Cuenta con una carga lectiva de 60, 90 o 120 créditos ECTS, dependiendo de la duración, que se sitúa entre uno y dos años. Además, incluye la realización de un Trabajo Fin de Máster y, en muchos casos, los alumnos tienen la obligación de realizar prácticas en empresas. Para el Título de Experto es necesario contar con un grado universitario de grado o equivalente y tiene entre 15 o 35 créditos ECTS. Su duración varía entre unos meses y un año y no incluye la obligatoriedad de realizar un trabajo final. El Título de Especialista o Diploma de Especialización se compone de un mínimo de 35 créditos ECTS y de un máximo de 60, con una dedicación mínima de 200 horas y un máximo de 400 horas. Ofrece la posibilidad de realizar un trabajo final voluntario. Por último está el Diploma universitario, a través del que se accede con una experiencia profesional relevante en el ámbito de estudios que se vaya a cursar, por lo que no es necesario la posesión de estudios universitarios. Constan de 30 créditos o más y ofrecen una formación más especializada.