Divisas

La libra repunta ligeramente tras cotizar por debajo de los 1,20 dólares a la espera del discurso de May

  • La divisa británica tocó mínimos de hace 31 años frente al dólar

La libra esterlina descendió por debajo de los 1,20 dólares, su nivel más bajo desde el pasado octubre frente al dólar por la posibilidad de que la primera ministra británica, Theresa May, mañana anticipe una salida del Reino Unido del mercado único, según los analistas.

La libra retrocedió hoy por debajo de los 1,20 dólares en los mercados asiáticos y el británico, a primera hora de la sesión, en la apertura de los mercados europeos, pero se recuperó ligeramente conquistando de nuevo los 1,20 dólares.

Al comienzo de la jornada europea, la moneda británica cayó también frente al euro y retrocedió en el mercado de Londres 0,90% hasta 1,13 euros. Al cierre de la sesión el descenso se aminoró hasta el 0,6%.

Desde el referéndum del 23 de junio de 2016 sobre la permanencia o salida británica de la UE, la divisa ha perdido un 20% de su valor frente al dólar, unos niveles no vistos desde 1985. El pasado octubre, la libra había bajado a un nivel muy bajo al cotizar a 1,19 dólares antes de recuperarse.

La volatilidad hoy de la libra responde a la gran expectativa que ha creado el muy esperado discurso que dará May mañana para explicar su plan de negociación con Bruselas sobre el Brexit. Está previsto para las 12.45 horas peninsulares.

Según adelantaron ayer los dominicales, la jefa del Gobierno puede anticipar una posible salida del Reino Unido del mercado común europeo a fin de tener el pleno control de la inmigración.

A esto se sumó hoy los comentarios del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, a favor de negociar un acuerdo comercial con el Reino Unido en cuanto asuma el poder este viernes. Trump dijo al periódico "The Times" que el Brexit es una "gran cosa" y que la caída de la libra es bueno para los negocios.

En los últimos meses, el mercado de valores de Londres aumentó considerablemente debido a que muchos exportadores británicos se han beneficiado de la caída del libra.

Preguntado por "The Times" sobre un posible acuerdo comercial con el Reino Unido, Trump contestó: "Absolutamente, muy rápido. Soy un gran admirador del Reino Unido. "Vamos a trabajar muy duro para tenerlo rápidamente y hacerlo bien. Bueno para las dos partes".

Londres suaviza el tono sobre el Brexit

May pretende dar cuerda a un cronómetro de dos años para las negociaciones de salida de Reino Unido a finales de mayo. Está previsto que el martes dé un discurso y cualquier pista sobre si aceptará un acuerdo transicional podría copar las portadas.

De momento, May ha indicado que activará el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que inicia un proceso de negociación de dos años para la retirada de un país comunitario, para finales de marzo, por lo que el Reino Unido estaría fuera del bloque en la primavera de 2019.

Pese a que May apenas ha dado detalles sobre su posición de negociación, Londres suavizó manifiestamente su actitud respecto a un acuerdo  de transición el mes pasado. David Davis, el ministro encargado de supervisar el divorcio con el bloque comunitario, dijo a principios de diciembre que no estaba "realmente interesado" en un acuerdo temporal. Una semana después, no obstante, los periódicos británicos publicaron que en privado había dicho que no se oponía.

En sus únicas declaraciones públicas detalladas hasta ahora, el negociador del Brexit de la UE, Michel Barnier, destacó el mes pasado que no había certeza alguna sobre un pacto de transición y que este dependería en primer lugar de un acuerdo amplio de cara al largo plazo.

Acuerdo de transición

Sin embargo, los negociadores de la UE han hablado en privado como si un acuerdo de transición fuese inevitable. Llevan mucho tiempo describiendo el Brexit como un proceso de tres fases -negociación, transición y divorcio- en el cual no cabe la precipitación.

La inevitabilidad ya no se da por sentada en Bruselas, a pesar de que lo indique la lógica económica. Otro responsable comunitario estrechamente vinculado con la planificación del Brexit resaltó que Reino Unido depende en mayor medida del comercio de la UE que en el sentido opuesto, lo cual significa que Londres necesita dicha transición más que Bruselas.

"Económicamente, la UE tiene muchos menos incentivos que Reino Unido en lo relativo al acuerdo transicional", dijo el responsible.

"Políticamente la lógica de las conversaciones será la de mantener a los británicos lo más cerca posible incluso después del divorcio", dijo el responsable. Las condiciones de la transición dependerían del objetivo a largo plazo: si la meta final es un acuerdo de libre comercio, no tiene sentido establecer aranceles a los bienes británicos que vayan a ser retirados posteriormente, por lo que parece lógica una transición exenta de derechos aduaneros.

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