Todo lo que tenía que suceder pasó ayer. Hoy, sin apenas datos económicos que llevarse a la boca, el euro ha vivido una jornada muy tranquila, eso sí, luchando sin muchas ganas por mantener el nivel de 1,57 dólares. La moneda única se apunta un descenso del 0,7% en la semana.
El euro (EURUSD) cotiza en torno a los 1,5690 dólares. A lo largo de la sesión ha tocado un mínimo en 1,5656, el nivel más bajo desde el 26 de junio, y un máximo de 1,5727. A nivel interbancario, se contemplan los soportes de 1,5500, considerado clave, y el de 1,5341, mínimo del 24 de marzo. Dado que la cotización actual ha penetrado la resistencia de 1.5671, mínimo del 14 de abril, los operadores vigilan las siguientes barreras en 1,5904 y 1,6018 (récord histórico).
Este es el panorama que ha dejado al tormenta que desató ayer el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, en su comparecencia para explicar la decisión de subir los tipos un cuarto de punto hasta el 4,25%. Un discurso más débil de lo previsto contra la inflación y el reconocimiento de que su sesgo de política de tipos es neutral decepcionaron a los eurobulls (inversores que apuestan por un euro al alza).
¿Y ahora qué? Con este contexto, los operadores del euro no esperan subidas de tipos de interés para los próximos meses y la divisa europea podría tener más presión, aunque en estos momentos, hay una minoría del mercado que sostiene que en diciembre, más subidas en el coste del dinero son posibles. Se basan en que dado la fortaleza de los sindicatos, los costes laborales seguirán yendo en aumento, alimentando aún más al espiral de precios.
Un sondeo de Reuters después del discurso de Trichet mostró una probabilidad media del 30% a que se produzca un aumento de tasas del BCE este año. "Estamos entre los que creen que no habrá subidas de tasas adicionales del BCE este año, pensamos que hemos visto ya los máximos del tipo de cambio euro/dólar," dijo Niels Christensen, estratega cambiario de Nordea en Copenhague.
El mercado mira ya a los acontecimientos previstos para la semana próxima, como una cumbre del Grupo de los Ocho países más industrializados, y si los líderes mundiales allí enviarán un mensaje lo suficientemente fuerte para revertir el curso de los precios récord del crudo y la caída del dólar.