
El mercado de divisas espera ansioso la reunión del Banco Central Europeo (BCE) del jueves en la que se espera una subida de los tipos de interés. Hasta entonces, está recibiendo aperitivos en forma de datos macroeconómicos. Hoy han sido mixtos para la evolución del euro.
El euro (EURUSD) se ha estabilizado y cotiza prácticamente plano en 1,5759 dólares, pero ha llegado a caer hasta un mínimo en la sesión de 1,5723 dólares después de conocerse el que el índice ISM de gestor de compras del sector manufacturero estadounidense subió en junio hasta los 50,2 puntos desde los 49,6 del mes anterior. El dato es mejor de lo esperado por los analistas consultados por Bloomberg, que preveían una caída hasta los 48,7 enteros.
Además, el gasto estadounidense en construcción descendió un 0,4% en el mes de mayo, por debajo de la caída del 0,6% esperada.
Pero antes, en el Viejo Continente, la moneda única subía frente después de la publicación de favorables cifras económicas para la región. Las ventas minoristas en Alemania crecieron en mayo más del doble de lo esperado después de haber caído por dos meses.
"Las cifras de la eurozona de hoy han sido bastante buenas y probablemente están ayudando al euro frente al dólar", ha señalado Robert Lynch, estratega de HSBC.
Esta misma mañana los inversores también han visto retroceder el dato de PMI de manufacturas de la zona euro. El índice, con sus 49,2 puntos, queda en zona de contracción, lastrado por la baja actividad en Francia, Italia y España. Pero esto no es impidió al euro girar de nuevo al alza y marcar un máximo diario en 1,5820 dólares, como anticipando el desenlace de las citas de importancia que tendremos este jueves.
"Si la semana cumple con su guión, y vemos al par superar con claridad el 1,58, podemos verlo buscando de nuevo zonas cercanas a sus máximos, niveles cercanos a ese 1,60 que repelió al par con tanta fuerza la última vez que se atrevió a desafiarlo", señalan los analistas de X-Trade Brokers.
Por su lado el yen (49392840.4) japonés se ha visto favorecido por una mejora en el rating del propio país y de un Tankan que si bien en claro retroceso, calló menos de lo descontado por las expectativas.