La divisa común se aprecia frente al dólar estadounidense. Su tendencia se ve reforzada por la baja volatilidad del cruce y la inercia claramente al alza del precio del petróleo.
La semana pasada la Fed sorprendido el miércoles doblemente a los mercados. Por una parte, no anunciando aún la esperada retirada de estímulos monetarios; y por otra, reforzando las perspectivas de tipos muy bajos en los próximos años. Los anuncios de la Fed son favorables para las rentas variable y fija globales, con los mercados emergentes como especiales beneficiarios, así como para el conjunto de materias primas. Sin duda alguna se abre un trimestre interesante para apostar por divisas cíclicas o con apetito de riesgo como el euro o la libra.
Es resaltable también el bono a diez años americano que ha vuelto a niveles de mediados de agosto de 2,7%, alejándose de los recientes máximos del 3%. Con los índices bursátiles en máximos, esto es extraño y responde más a estrategias de short-covering al incrementarse la demanda del bono una vez la Fed rebajo la expectativa de futuras subida de tipos. Los activos emergentes y la deuda periférica europea saldrán claramente beneficiados en esta coyuntura.
En lo referente al cruce euro/dólar, estas noticias no han pillado de sorpresa lo que técnicamente ya se descontaba con el precio. Como venimos comentando hace meses, el euro/dólar tenia una inercia claramente alcista sustentada en la baja volatilidad diaria del cruce con todos los promedios móviles por debajo de 100 puntos y la inercia claramente alcista del petróleo siendo incompatibles nuevas alzas el crudo con una cotización euro/dólar por debajo de 1,30.
Los excesos de volatilidad tradicionalmente perjudican al euro en el sentido que se deshacen posiciones en la moneda única buscando el refugio del billete verde. El círculo de baja volatilidad en el que está inmerso el cruce desde hace más de un año se traduce en que se capitalizaron posiciones compradoras de largo plazo y que la inercia del euro era alcista. Esta variable llegó a alcanzar más de 300 puntos durante el episodio Lehman y hasta 2012 superaba fácilmente los 150 puntos. Desde hace un año tímidamente se superan los 100 puntos despejando dudas respecto al escenario que debería mantener la cotización claramente encima de 1.30.
Los alcistas definitivamente han tomado control del precio en los cruces euro/dólar, libra/dólar o euro/yen, especialmente estos dos últimos y dado su fuerte direccionamiento o volatilidad ponen rumbo hacia nuevos máximos presentando oportunidades interesantes durante este cuatro trimestre de 2013. El cable o cruce libra/dólar parece confirmar el cambio de tendencia, por lo se desprende de las últimas actas publicadas el Bank of England no apostará por más estímulos. Los datos económicos en Reino Unido cada vez más positivos parecen apuntar que recuperación económica se producirá antes de lo previsto.
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