
La reunión del G7 de este fin de semana en Roma no se ha traducido, como cabía esperar, en ninguna medida concreta. Además, se ha evitado discutir temas tan destacables como la apreciación del yen y la fuerte caída de la libra. Además, hoy se ha conocido un desplome de la economía japonesa del 12,7% anual en el último trimestre de 2008. Todo ello ha favorecido a la cotización del yen.
El euro cede terreno frente al yen japonés (EURJPY) y se coloca en torno a los 117,35. Sin embargo, gana algo contra el billete verde (EURUSD) y se sitúa alrededor de los 1,2818 dólares.
Desde X-Trade Brokers se destaca que, para algunos analistas la reunión del G7 debería haber proporcionado un aumento de la aversión al riesgo provocando apreciaciones de las divisas con altos tipos o más arriesgadas, como el euro, la libra, el dólar australiano... Lo que perjudicara a las monedas que están actuando como refugio, el dólar, el yen y en menor medida el franco suizo. Para pensar así, los analistas citan al mensaje y al tono especialmente conciliador del G7 con respecto a China, que ha sido felicitada por los recientes planes de estímulo para reactivar su economía y las intenciones sobre una mayor flexibilización de la política con respecto a su moneda.
No obstante, las previsiones de los Siete sobre la recuperación económica no son optimistas. Estiman que la severa ralentización económica persistirá prácticamente todo el 2009.
"Desde nuestro punto de vista, a pesar de las buenas intenciones, la situación no ha variado y la tendencia a favor de las monedas refugio continuará asentada en los mercados en la medida en que los datos macroeconómicos continúen mostrando el deterioro de las principales economías", señalan los economistas de X-Trade Brokers.
Malos datos en Japón
El yen japonés se ha visto hoy impulsado al alza por los malos datos del Producto Interior Bruto (PIB) de Japón, que sufrió el cuarto trimestre de 2008 una contracción del 12,7% a ritmo anual (-3,3% respecto al tercer trimestre) debido al desplome de exportaciones e inversiones. Este retroceso es el más fuerte desde la caída de un 13,1% a ritmo anual registrada el primer trimestre de 1974, en pleno choque petrolero. Estos datos han aumentado la aversión al riesgo presionando de nuevo al yen al alza.
"El mercado está ajustándose frente a la una elevada exposición creada en los últimos años. Y esta exposición sin depurar parte de una posición corta del mercado en yenes y dólares", señala José Luis Martínez, estratega de Citi, para explicar por qué estas divisas reaccionan al alza ante cualquier nuevo factor que justifica la aversión al riesgo actual.
"Si la crisis finalizara mañana, posiblemente veríamos como las monedas norteamericana y japonesa se deprecian. Pero, si al final el escenario al que nos enfrentamos es de un ajuste continuado parece complicado que ambas divisas puedan depreciarse mucho desde los niveles actuales", añade Martínez.