El campo andaluz, especialmente el de Huelva, lleva años tiñéndose de color para dar cobijo a variedades de la fresa que tengan origen autóctono, con el fin de dejar de pagar a la Universidad de California unos 12 millones de euros anuales por sus semillas y su patente.
Según ha explicado a elEconomista Alimentación José Luis García Palacios, presidente de Interfresa, la idea es ampliar el porcentaje de variedades autóctonas y el éxito sería alcanzar el 50 por ciento de la producción total en diez años. Aunque el cultivo de frutos rojos aumenta poco a poco en Europa, García Palacios sostiene que la competencia, si la hay, viene del vecino del sur, de Marruecos.
¿Cómo va la campaña de la fresa este año?
Este año hemos empezado a producir fresas en el mes de diciembre, poca cantidad y a precios muy altos, porque eran extraordinarias. Lo fuerte de la campaña ha empezado a finales de enero y principios de febrero, que es lo normal. Las campañas se están adelantando porque buscamos variedades más precoces, que empiecen a producir en los meses de noviembre.
¿Cuál es la producción estimada para esta campaña?
Calculamos que será menor que la anterior, cuando la producción de frutos rojos fue de 270.000 toneladas con una facturación de unos 900 millones de euros. Ha habido una pequeña reducción de fresas con respecto al año pasado, aunque la superficie de cultivo viene a ser la misma, unas 10.000 hectáreas, porque ha subido algo el arándano, algo la frambuesa y algo, aunque muy poco, la mora. Aún así la fresa sigue teniendo el 70 por ciento de la superficie de cultivo.
¿Cómo están evolucionando los precios de la fresa este año?
Aquí no se pretende que la fresa tenga unos precios exagerados, porque si no, no se vende. Lo importante en el precio es que haya una estabilidad. Fuera de España están más acostumbrados a pagar más por los frutos rojos porque se les da un reconocimiento mucho mayor que en España. Aquí hay muy poco consumo de frutos rojos, y eso que España significa aproximadamente un 23 por ciento del consumo de fresas. ¿Cuándo se consumen arándanos, por ejemplo? Mientras en Alemania el consumo de arándano está en medio kilo por habitante y año, en España estamos a 20 gramos por cabeza.
¿Cuánto representa Huelva para la fresa en España?
A nivel español podemos estar en torno a un 96 por ciento. Hay algo en la cornisa cantábrica, en Cádiz y en Madrid, pero la mayoría está en Huelva. A nivel europeo hemos llegado a suponer el 83 por ciento del total. Ahora estamos por debajo del 70 por ciento.
¿Qué otros países son productores de fresa en Europa?
En Europa los que más han crecido han sido Polonia, Alemania y Holanda. En Bélgica han empezado relativamente hace poco. Lo que pasa es que no se solapan los momentos de producción. En aquellas zonas que son más frías empiezan a producir en los meses de junio, julio o agosto cuando aquí ya ha terminado la campaña. Cuando se ha empezado a producir algo en abril o mayo en Bélgica u Holanda han sido cultivos muy forzados, con calefacción, luz artificial en invernaderos con infraestructuras muy pesadas, con lo cual el coste económico y energético es mucho mayor que aquí, donde nos hace falta un plastiquito y listo.
¿El avance de la producción en Europa podría frenar el peso de la fresa española en el mercado comunitario?
Nosotros ocupamos en el calendario una producción. Lo natural lo puedes forzar un poquito, pero si lo haces muy artificial al final estás produciendo toneladas de un producto que no tiene personalidad en los sabores ni en los olores.
¿Qué cantidad de lo producido en Huelva se exporta?
El 80 por ciento. Desde siempre su principal mercado ha sido Europa. Tradicionalmente los principales destinos han sido Alemania, Francia y el Reino Unido. ¡Que se exporte el 80 por ciento de lo que se produce no significa que aquí no se venda, es que fuera pagan mejor!
Además de a los mercados tradicionales, ¿hay algunos emergentes para nuestras exportaciones?
Todos los países europeos son interesantes. La fresa tiene un factor limitado que es el transporte. Como viaja mal para sacarla de Europa habría que hacerlo vía aérea y eso lo encarecería mucho. Nuestro ámbito para la fresa es Europa. Si me pregunta si nos interesa mandar arándanos a Chile contesto que no, porque no nos los van a pagar como en Europa.
¿Podría mermar nuestras exportaciones la aparición de cultivo de frutos rojos en Europa?
Europa no nos hace competencia en ese aspecto, porque el solape de nuestros momentos de producción no nos hace una sombra exagerada. El único rival que hemos podido tener en el mercado ha sido el vecino del sur, Marruecos, gracias a la laxitud de las normas europeas de relaciones comerciales con terceros países. A nosotros se nos exigen, y así lo hacemos, normas de seguridad alimentaria y trazabilidad, mientras que en Marruecos basta con que el Gobierno del país diga que esas normas se cumplen para que en Europa nos lo tengamos que creer. Luego también está Egipto, que produce algo, aunque con poca calidad. Marruecos es el único que ha tenido cierta rivalidad con Huelva, pero la fresa no llega a ser de la misma calidad que la nuestra y el consumidor no tiene la misma sensación de seguridad alimentaria que con la nuestra.
De toda la producción, ¿cuánto pertenece ya a variedades autóctonas?
De todo lo que se planta en Huelva, el 30 por ciento ya es de variedades autóctonas. Seguimos buscando variedades que tengan más azúcares para que tengan mayor valor organoléptico, que soporten mejor la logística, que tengan una buena presencia?
¿Cuál ha sido la evolución que ha experimentado ese porcentaje en los últimos años?
La evolución se ha producido en los últimos tres o cuatro años. Se trabaja desde hace tiempo en la obtención de variedades y se han obtenido muchas. De muchas de ellas no se ha obtenido el resultado esperado, por lo que se ha seguido trabajando en otras. Hay que producir, sí, pero producir con calidad.
¿Cuál es el objetivo de incrementar ese porcentaje?
Dejar de pagar a la Universidad de California lo que pagamos anualmente. Cada año le pagamos unos 12 millones de euros por las semillas que se siguen trayendo a España. Éste es uno de nuestros objetivos, es fundamental.
¿Estamos lejos de aumentar ese porcentaje?
No. Ahora mismo hay aprobadas una serie de variedades autóctonas que poco a poco van a ir conquistando mercados. Es evidente que el proyecto Fresas Nuevos Materiales, que estudia nuevas variedades desde finales de los años noventa, necesita su tiempo. Hay que ir afinando lo que se consigue y convencer al agricultor de que lo que tú has conseguido tiene aceptación en el mercado. Fresas Nuevos Materiales está teniendo mucha fuerza ahora. Si en diez años llegáramos al 50 por ciento sería un pelotazo.
¿El aumento de cultivos de otros frutos rojos en detrimento de la fresa pone en peligro a la fresa en la agricultura de la región?
No. La fresa es el estandarte. El motivo de todo. Lo que ocurre es que el sector está diversificando en el cultivo de frutos rojos, y esto no ha hecho más que empezar. Ahora tenemos cuatro frutos rojos -fresa, arándano, frambuesa y mora-. Dentro de cuatro años a lo mejor tenemos seis, porque hay otros frutos rojos de cultivo. Lo que pasa es que en España nos tenemos que acostumbrar a comer más frutos rojos. Y eso que la distribución cuando quiere hacer una oferta atrayente la hace de la fresa como con el aceite de oliva.
Si la fresa se usa como reclamo comercial en la distribución, ¿ha intervenido la Aica en el sector?
No, afortunadamente todavía no ha tenido que intervenir.
¿Cuántas personas viven en Huelva de la fresa?
Seis personas por hectárea sólo en campo. En campo en torno a 40.000 personas. El año pasado se hicieron unos 120.000 contratos laborales. El impacto de la fresa en mano de obra es muy alto.
¿Cuáles son los objetivos de Interfresa?
Nuestro principal objetivo es incentivar el consumo de nuestra fruta. Tenemos pendiente una Indicación Geográfica Protegida, lo que daría lugar a la promoción de los frutos rojos de nuestra zona. En Italia y en Francia ya la tienen, pero en España aún no.