Distribución

Las bebidas espirituosas dejan atrás la sequía: las ventas crecen un 2%

  • El sector volvió a crecer en 2015 tras una década en retroceso
Imagen de Istock

Se acabó. La larga travesía del desierto por la que han pasado las bebidas espirituosas en nuestro país parece haber llegado a su fin. Tras diez años de caídas, el sector ha logrado cerrar 2015 con un incremento de sus ventas, el primero desde antes de la crisis. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Alimentación

Los datos de la Federación Española de Bebidas Espirituosas cifran ese aumento en un 2%, lo que se traduce en 190 millones de litros y 7.585 millones de euros, lo que representa a su vez el 0,12% del Producto Interior Bruto español.

Unas ventas que han encontrado buenos aliados, tanto en el canal de la hostelería, como en el de la alimentación, ya que en ambos han ganado peso. Eso sí, la hostelería sigue siendo la que manda para este tipo de bebidas -independientemente de la categoría- al aglutinar el 60% del consumo nacional, un 4% más que en 2014. El canal de la alimentación, por su parte, aportó una mejora del 1,7% al consumo de estas bebidas en comparación con un año antes.

Bares y cafeterías

En un análisis más concreto de ese reparto, la Federación indica que los bares y las cafeterías se hacen con el 35% del consumo de bebidas espirituosas de España, mientras los hoteles y restaurantes se quedan con el 14% y los locales de ocio nocturno con un 10%. Por su parte, en el canal de alimentación ese consumo se reparte en partes muy desiguales entre súper e hipermercados. Si los primeros se llevan un 32%, los segundos se quedan con un 9%. Esto se explica por la preferencia del consumidor a hacer sus compras en los establecimientos de proximidad que, al estar en los centros de las ciudades, tienen menos superficie comercial que los hipermercados, ubicados con alta frecuencia fuera de los núcleos urbanos.

Independientemente del canal de comercialización, el whisky fue un año más la bebida espirituosa que más se vendió en España en 2015, al representar un 25% del total. Eso sí, la ginebra ya le pisa los talones, con un 20% de dicha comercialización situándose por primera vez en la historia por delante incluso del ron, que se quedó con el 17%. Cierran la lista de los más vendidos los licores, con un 12%, el brandy, con un 11%, el anís con un 6% y el vodka con un 5%.

Al examinar más en detalle el canal horeca, la Federación también revela que en este las categorías que más han crecido son los bitters, la ginebra, los anisados, el vodka y el tequila, mientras que el brandy y el whisky entran en la lista de los que más han visto caer sus ventas. En los súper e híper, sin embargo, los licores y la ginebra han sido los que más han crecido -un 10,3 y un 10%, respectivamente respecto a 2014-.

Brandy y aguardiente: lo más exportado

Además de su incremento de ventas en el mercado nacional, las bebidas espirituosas también están de enhorabuena en el capítulo de las exportaciones. Y es que durante el año 2015, el sector logró vender fuera de nuestras fronteras un 5% más que un año antes, hasta un total de 170 millones de botellas.

Un aumento donde han tenido mucho que ver tanto el brandy como los aguardientes, que han sido las bebidas más exportadas. Entre los destinos exteriores más importadores de nuestras bebidas figuran Filipinas, México y Estados Unidos.

Bebidas que según los datos de la Federación se elaboran en los 3.800 centros de producción que, en su mayor parte, se encuentran en Andalucía, Castilla-La Mancha, Cataluña y Galicia. De ese total, el 80% siguen siendo empresas familiares, pymes y micropymes. Entre las pequeñas y las grandes, el sector da empleo a 330.000 personas en nuestro país entre puestos directos e indirectos y en sectores claves para la economía nacional, como la hostelería y el turismo.

Contra la fiscalidad

Pese a su aportación a la economía, el sector sigue lamentando la carga fiscal que soporta. Los datos de Febe muestran que la contribución de las bebidas espirituosas al erario público, sólo por imposición indirecta -impuestos especiales e IVA-, alcanzó los 1.300 millones de euros. Asimismo, la patronal del sector indica que la recaudación por Impuestos Especiales aplicables a las bebidas espirituosas ascendió a 774 millones de euros, lo que supone un 72% del total de los Impuestos Especiales sobre alcohol, aunque estas bebidas sólo suponen el 27% del consumo de bebidas con contenido alcohólico.

En esta línea, la Federación sostiene que la presión fiscal que soportan las bebidas espirituosas está por encima del 43%, y el tipo impositivo sobre el alcohol y las bebidas derivadas en España se sitúa -matiza- un 66% por encima del mínimo establecido a nivel europeo. "En la actualidad la recaudación está bastante por debajo de la de hace diez años, a pesar de que en ese tiempo los tipos de los espirituosos han subido cuatro veces, demostrando la ineficacia de la subida de impuestos", afirman.

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