Tras los últimos años de crisis económica y parón en el consumo, la hostelería española puede alzar de nuevo sus copas y brindar por su recuperación.
Por primera vez desde el año 2007 todos sus subsectores, incluidos los que peor lo han pasado como el ocio nocturno o el segmento de las cafeterías, han crecido en 2015, gracias al continuo aumento de la demanda internacional y a la reincorporación al consumo de la demanda nacional.
Con un crecimiento superior al 4 por ciento, mejor que el del PIB -cifrado en un 3 por ciento- y con más de 1.400.000 trabajadores en el sector, Emilio Gallego, secretario general de la Federación Española de la Hostelería (FEHR) explica a elEconomista Alimentación que el sector podría crecer entre un 3 y un 3,5 por ciento en 2016 y crear hasta 60.000 nuevos puestos de trabajo. De cara a 2016, la patronal hostelera también espera que el ajuste de establecimientos continúe de forma que sigan cerrando pequeños locales y sigan abriendo otros de un tamaño medio mayor con un más empleo.
¿Cómo ha sido 2015 para la hostelería española?
Para nosotros 2015 ha sido un año por fin muy positivo. En 2014 ya hubo puntos positivos, pero tuvimos un inconveniente y fue que no todos los subsectores de la hostelería tuvieron un buen año. En 2015 sí fue así. Bares, restaurantes, colectividades, cadenas, ocio nocturno? Ya no queda ningún segmento de oferta que no haya tenido un mejor año económico y pueda considerar que ha terminado la crisis.
¿Con qué cifras ha cerrado el año el sector?
En 2015 la hostelería ha crecido por encima de la economía nacional; hemos cerrado el año con un crecimiento de un 4,4 por ciento aproximadamente frente al PIB que ha crecido un 3 por ciento. Desde 2007 no estábamos en estos términos. Ha habido una reactivación de la demanda, especialmente porque la demanda nacional se ha incorporado al crecimiento de una manera efectiva y potente. Los españoles hemos vuelto a consumir en hostelería de una manera desahogada, hemos notado cómo ha crecido el índice de confianza del consumidor y hemos visto que las ganas de consumir, esa demanda remansada, se han soltado en 2015. Los que estaban haciendo un consumo muy austero se han permitido de nuevo licencias y caprichos.
¿Cómo se ha comportado la demanda internacional?
En nuestro pack de turistas pesa mucho el turista británico, que dispone de un tipo de cambio de la libra esterlina frente al euro muy positivo, lo que extiende su capacidad de gasto. Si a eso le unimos las magníficas conectividades aéreas que España tiene con el Reino Unido e Irlanda obtenemos unos muy buenos resultados con esos dos mercados. Además hemos sostenido el resto, por ejemplo, el número de alemanes que visitan nuestro país, o el de los franceses que tan importantes son para el turismo gastronómico, ya que vienen menos paquetizados que los británicos. Luego también nos ha venido bien la coyuntura de países competidores de nuestro turismo, especialmente en el Mediterráneo. España ha tenido durante toda la crisis, y sigue teniendo, una oferta muy importante de turismo, sigue manteniendo su peso y su crecimiento de una forma muy importante.
¿Cómo puede afectar la actual situación política y el futuro cambio de gobierno a la hostelería?
Es evidente que la incertidumbre política siempre tiene factores que restan algo de positivo a la perspectiva, pero también es cierto que 2015 ha sido un año muy electoral y la hostelería ha cerrado muy bien el ejercicio. Estamos en un entorno distinto, diferente porque no nos hemos visto nunca en esta, pero eso no quiere decir que el sistema no esté funcionando como debe funcionar. Confiamos en que la solución será una solución inteligente y estable como a todos nos gustaría y que se solucione lo antes posible la incógnita del nuevo gobierno.
¿No creéis que vaya a tener influencia en el sector la formación de un nuevo gobierno?
Tendrá influencia si el proceso no llega a fin de una manera positiva y no se ve una implicación cierta y sostenida de seguir adelante en políticas de crecimiento y sostenibilidad de nuestra economía? Seguramente habrá inestabilidad y seguramente habrá un periodo de nuevas elecciones en unos meses. En principio hay una base de sostenibilidad que es un presupuesto aprobado para este año, es decir, los términos en los que el Gobierno central ha de comportarse para este año están marcados en un presupuesto aprobado por las cortes y consideramos que este ha de ser el marco en el que se desarrolle el año 2016.
¿Qué previsión tenéis para 2016?
2016 tiene que ser un buen año, aunque creemos que habiendo llegado a niveles de crecimiento del 3 por ciento en el PIB y de algo más de un 4 por ciento en el sector ya estamos en los límites máximos de potencial crecimiento de nuestra economía. Creemos que vamos a entrar en una fase de meseta, en la franja de un nivel que debería ser más sostenible y empezar a ir dando pequeños rebotes sobre esta franja. Si nos comparamos con otros países de nuestro entorno ya estamos superando su crecimiento en facturación, por lo tanto no es lógico, por el nivel de madurez que tiene nuestro tejido económico, que esto siga creciendo mucho más. De ahí que si para 2015 el crecimiento lo fijábamos en torno al 4, 4,3 ó 4,4 por ciento, 2016 sería un buen año si creciéramos en torno a un 3 o a un 3,5 por ciento.
¿Siguen cerrando más bares de los que abren?
En 2014 y en 2015 el número de aperturas y de cierres ha estado en máximos. Han cerrado del orden de unos 45.000 establecimientos y hemos tenido unas 43.000 aperturas en 2015. En tiempos de crisis se moviliza en torno a un 12 ó 13 por ciento del sector y hemos llegado a tener un 17 por ciento en aperturas y algo por encima el de cierres. Eso en cuanto a número de establecimientos. Si nos fijamos en superficie media y tamaño medio del negocio y en volumen de empleo medio vemos que se está produciendo paulatinamente una transformación sectorial, que no es coyuntural, sino estructural, con la que se van cerrando negocios de pequeño tamaño, negocios que en la mayoría de las ocasiones han sido negocios de auténtica subsistencia, y empiezan a aparecer establecimientos de un tamaño medio mayor. Incluso las cafeterías son más grandes y tienen una evolución de su oferta según las distintas franjas horarias.
¿Cómo ha evolucionado el empleo?
En 2015 en cifras absolutas hemos batido récord de empleados en el sector, hemos superado el millón y medio de trabajadores en temporada alta. Además, con la contratación a tiempo parcial el sector ha podido cubrir las puntas de mayor actividad en los negocios. Es decir, el aspecto de flexibilización del empleo a tiempo parcial que trajo consigo la reforma laboral ha sido aprovechado de manera muy intensiva por el sector. Eso quiere decir que por cada empleo que en fase expansiva creábamos hace diez o doce años prácticamente doblamos el número de empleos en este momento. 2015 ha cerrado con un crecimiento en torno a los 80.000 empleos netos. Esto es una cifra importantísima que inyecta optimismo al conjunto de la economía. Ahora hay más de 1.400.000 trabajadores trabajando en el sector.
¿Qué previsión hacéis para el empleo en hostelería en 2016?
Estamos seguros de que el sector va a seguir creando empleo este año. En esto, es muy lineal el crecimiento de la facturación y el del empleo, hasta ahora ha sido así. Pensamos que en esa misma línea, si el crecimiento de la facturación va a estar algo más sostenido, el sector debería estar creando en torno a 50.000 ó 60.000 empleos más.
¿Esas cifras lograrían que el empleo en hostelería marque otro récord?
Sí, deberían. Este es un sector que sigue teniendo una necesidad de empleo directo muy fuerte. Evolucionando bien el turismo internacional y la demanda nacional habrá más volumen de actividad y, por lo tanto, es esperable que sigan incrementándose las cifras de empleo.
¿Cuáles son las zonas de España en las que podría registrarse un mayor crecimiento del sector?
Los porcentuales más positivos de crecimiento durante 2015 se han dado en las zonas del interior, en las zonas que han pasado muy mal la crisis como el turismo rural. Las zonas de Castilla y León o la zona norte de la Península han tenido muy buenos resultados. Madrid también ha mejorado sus cifras de forma espectacular. Aquí confluyen distintos elementos como la mejora de la conectividad aérea que ha tenido Madrid en los últimos meses, y eso es un flujo de turistas importante tanto para Madrid como para otras ciudades de España como Toledo o Córdoba, por ejemplo.
¿Qué peso tiene la franquicia en el sector?
Las cadenas de restauración siguen siendo un modelo que continúa su expansión sobre todo en centros comerciales y en zonas turísticas. Tampoco hay que olvidarse de las colectividades porque la restauración social está teniendo un crecimiento muy importante.
¿Cuáles son las nuevas tendencias en hostelería?
Hay muchos locales cuya oferta ya no es atractiva para los cambios que ha habido en el sector. El consumidor que dejamos en 2008 no es el mismo que en 2016. Tenemos una nueva generación incorporada al consumo. Hay tendencias gourmet, de vuelta a nuestras raíces, más natural y sana.