Distribución

Escocia hace del whisky su palanca exportadora

  • España se coloca en el pódium de los destinos de la alimentación escocesa
Imagen de Thinkstock

Tierras fértiles, aguas limpias y aire puro. Estos son tres de los principales atributos con los que cuenta la industria de alimentación y bebidas de Escocia. Un territorio del que cada año sale un mayor número de alimentos y bebidas con destino al interior y exterior de la UE, convirtiéndose en una auténtica alternativa para los países importadores de carnes -especialmente de la variedad del angus-, pescados, mariscos, en los últimos tiempos ginebras y, por supuesto, whiskys. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Alimentación

Esta bebida que Escocia vende a más de 200 países de todo el mundo, con una media de 36 botellas exportadas al segundo, situada en el top five de los productos más exportados por el Reino Unido, se ha convertido en toda una palanca para las exportaciones del sector alimentario escocés.

Y es que la buena fama y la buena prensa de la que goza el whisky escocés a escala internacional está contribuyendo, y no poco, a un aumento de las exportaciones de otras bebidas escocesas, como la ginebra o la cerveza, y de otros alimentos, especialmente pescados, como el salmón, y mariscos, como las ostras, vendiendo así a más de 100 países.

Boom de las exportaciones

Incrementos que están generando un boom de las exportaciones agroalimentarias de la que es la más septentrional de las cuatro naciones constituyentes del Reino Unido.

Aunque las importaciones a Escocia protagonizadas por Estados Unidos y Francia, en primera y segunda posición, respectivamente, en el ranking exportador de Escocia, distan mucho de las españolas -mientras que las de ambos países superan los 1.000 millones de euros, las de España no alcanzan los 400 millones de euros anuales-, nuestro país ha consegido colarse en el pódium de los mayores compradores de alimentos y bebidas a Escocia, adelantando incluso a Alemania y poniéndose por delante de Singapur, en tercera posición sólo un año antes, según los datos facilitados por Scottish Development International, entidad que se ocupa del desarrollo internacional de Escocia.

Datos que revelan que el último año la quinta parte de las exportaciones de Escocia estaba ligada a su industria de alimentación y bebidas. En el caso más concreto de España, de todas las exportaciones que Escocia hizo a nuestro país en 2014, el tercio de ese total también provenía del sector alimentos y bebidas.

Categorías de productos

Por categorías de productos, esos datos también indican que España compra el doble de bebidas que de alimentos a Escocia -especialmente por las importaciones que hace de su whisky-, siendo los pescados y los mariscos los mayores atractivos para los compradores españoles -tanto del sector de la distribución como de determinados segmentos del canal de la hostelería- en lo que a la partida de alimentos se refiere.

Compradores que, según varios productores escoceses consultados por esta publicación, han buscado en estos últimos años de crisis, y todavía buscan, precios más bajos que sus homólogos en otros países, sobre todo en lo pescados y más en concreto en lo relativo al salmón.

Un condicionante que podría estar frenando nuestras importaciones y que, una vez superada la crisis económica y sus efectos sobre nuestra economía, podría hacer de España un país aún más importante para las exportaciones agroalimentarias escocesas.

Salmones traídos por la compañía The Scottish Salmon Company.

Exportaciones que en el caso del salmón alcanzan las 150.000 toneladas anuales que van dirigidas un 50% a los retailers internacionales y otro 50% a hostelería -bares, restaurantes y hoteles- de fuera de Escocia.

Empleo y estructura social

Exportaciones que además dan empleo y mantienen la estructura social formada por sus criadores y sus familias, permitiéndoles vivir de esta industria no sólo en los momentos de mayor consumo -Navidad y verano- sino todo el año.

Una situación que se puede extrapolar a otros productos, como a las ostras de Loch Fyne Oysters, pescados ahumados como los de JK Thomson, e incluso a bebidas. Un buen ejemplo de esto último es el que protagonizan los productores de la cerveza Fyne Ales.

Una marca de cerveza artesanal que usa el agua que desciende de la colina adyacente a sus instalaciones y que, nacida con el siglo, ya ha conseguido llegar a varios mercados, incluido el español vía la hostelería.

Emprendedores agroalimentarios

Esta corriente de emprendedores en la rama agroalimentaria también se ha colado en las destilerías escocesas, como en la Edinburgh Gin distillery, de Edinburgo, elaboradores de la ginebra EG Edimburgh, o en la Glasgow Destilery, productores de la ginebra Makar y de una nueva marca de whisky, que aún carece de nombre pero que pretende unir su éxito al de la marca Prometheus, distribuida por esta destilería con un coste que ronda los 900 euros la botella.

El boom de las exportaciones de ginebra y whisky ha hecho que, según los datos recabados por esta publicación en Escocia, en los últimos años haya proliferado el número de destilerías. Tanto es así que de las 115 contabilizadas a día de hoy, 40 sean de reciente creación.

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