Sesenta y seis años después de llegar a España, el gigante anglo-holandés Unilever, fiel a su política de innovación, ha vuelto a dar un golpe de autoridad ante sus competidores al apostar por un nuevo concepto de restauración con su división de helados Frigo.
La marca que la multinacional compró en España en 1973 es ahora la protagonista absoluta de los dos locales que Unilever acaba de abrir en Barajas, en la T1 y la T4, respectivamente, del aeropuerto madrileño, bajo el nombre de Hapiness Station y tras lograr un acuerdo con Áreas.
Con este nuevo negocio, Unilever -presidido en España por Jaime Aguilera y también propietario de marcas internacionalmente conocidas como Lipton, Flora, Mimosín, Skip, Calvé o Axe, entre otras muchas-, altera el orden establecido hasta ahora en el segmento de las heladerías y da un paso más para no sólo acabar con el carácter estacional de los helados sino para, y sobre todo, acercarse a sus consumidores.
¿Cómo? Diseñando un nuevo negocio en el que los consumidores pueden implicarse en la elección de los productos que van a consumir.
Y es que el gigante anglo-holandés, cuyos orígenes se remontan a finales del siglo XIX cuando nacieron las dos compañías que después dieron forma a lo que hoy es Unilever, ha creado una nueva forma de entender el negocio del helado para que el consumidor pueda crear sus propias recetas de marcas como Magnum, Cornetto o Carte d'Or, mezclando las diferentes bases de helado con un amplio abanico de toppings e ingredientes a su elección.
Guiño a la restauración temática
Además, con la apertura de estos dos locales de Hapiness Station, Unilever aumenta la oferta de restauración del aeropuerto madrileño con la que Áreas pone a disposición de los viajeros espacios temáticos con una variedad de ofertas gastronómicas especializadas en productos muy concretos, como los helados de Frigo, listos para consumir en cualquier momento del día.
Con la puesta en marcha de estas dos heladerías, Unilever pretende asimismo dar un espaldarazo a la expansión de su marca Frigo, que ya dispone de cinco locales como los del aeropuerto de Barajas en Madrid y Barcelona.
Fuera de España, esta marca -uno de los buques insignias de Unilever en el territorio nacional- ya cuenta con 600 heladerías de las características de Hapiness Station en países como Alemania, Holanda, Irlanda, Portugal e India. Países en los que el éxito de estas heladerías hizo que Unilever se deciese a implantarlas en México, Italia y España.
Países que forman parte de la enorme lista de territorios en los que esta multinacional, nacida de la unión en 1930 de la compañía holandesa Margarina Unie -destinada a la producción de margarina, y de la inglesa Lever Brothers especializada en la fabricación de jabón Sunlight-, está presente.
Dos compañías que fueron el germen de lo que hoy es este gigante, cuyas marcas están presentes en el día a día de millones de consumidores, tanto en las tareas del hogar como en las comidas.
Las marcas del día a día
Tanto es así que, según los datos de Unilever, 2.000 millones de veces al día, alguien en algún lugar del mundo utiliza sus productos para "sentirse bien con su pelo o tener una sonrisa brillante, para tener su casa limpia o para disfrutar de una buena taza de té".
En España, a lo largo de estos más de sesenta años de historia, la compañía además de acompañar a millones de consumidores en sus tareas domésticas, en sus cuidados personales y en su alimentación, Unilever ha ido cambiando su estructura para adaptarse a las nuevas tendencias y necesidades.
Fruto de esa adaptación es lo que la compañía hizo hace ahora nueve años, en el ejercicio de 2005, cuando implantó el programa One Unilever, con un objetivo absolutamente claro: ser más ágiles y más eficientes para seguir creciendo.
Desde entonces, la multinacional dispone en nuestro país de una única oficina central y de un comité de dirección único para la compañía, integrado por un presidente ejecutivo, los directores funcionales y los directores de negocio -alimentación, helados y congelados, cuidado personal y del hogar y foodsolutions (canal horeca)-. La finalidad de estos cambios no ha sido otra que facilitar la toma de decisiones así como la de lograr una ejecución ágil y rápida de todos sus proyectos.
Actualmente, Unilever tiene una fábrica en la zona norte del país, concretamente en Leioa (Bilbao), donde produce margarinas, dressings y kétchups. Su plantilla roza el millar de empleados y sus ventas en 2012 alcanzaron los 639 millones de euros.
En España Unilever comercializa productos bajo las marcas Flora, Tulipán, Artúa, Ligeresa, Calvé, Hellmann´s, Potax, Maizena, Lipton, Ben&Jerrys, Skip, Mimosín, Cif, Domestos, Moussel, Axe, Rexona, Dove, Timotei, TRESemmé, Badedas, Royal Ambree, Williams y Vasenol.
Marcas que llevan décadas en el mercado, como Dove, creada lanzada en Estados Unidos en 1956, Flore, en 1959, Lipton, en 1971, o la propia Frigo, en 1973, que el año pasado cumplió 40 años en manos de Unilever.