Es la diferencia entre los ingresos por ventas obtenidos por una compañía y los costes directos de producción (es decir, sin incluir las amortizaciones ni los gastos financieros y comerciales). Normalmente se expresa como porcentaje sobre el total de las ventas; este ratio es una medida de la eficiencia operativa de la empresa, ya que indica la rentabilidad neta de cada unidad monetaria facturada.
Origen: CNMV