
España ha apostado de forma contundente por la energía eólica. Tanto, que en algunos momentos ha llegado a cubrir el 20 por ciento de la demanda y ya hay instalados en España 16.000 megavatios (MW).
Sin embargo, unos 4.000 MW no están preparados para afrontar los huecos de tensión que se producen cuando por distorsión del sistema saltan las protecciones del mismo y hacen que todos los parques se desencadenen con efecto dominó.
En consecuencia, el 25 por ciento de los parques no están preparados para afrontar apagones, es más, pueden agravarlos en caso de algún fallo del sistema, según explicaron a elEconomista representantes de Aenor, que es la entidad que certifica la viabilidad de los parques.
En el aspecto legal
La regulación sobre renovables (Real Decreto 661/2007) establece la obligatoriedad de que todas las instalaciones eólicas sean dotadas de tecnología adicional con características exactas de respuesta esperadas ante huecos de tensión, recogidas en el procedimiento de Red Eléctrica de España, que es el responsable de asegurar la estabilidad del sistema eléctrico.
De esta manera, a los nuevos parques eólicos se les obliga a tener esta tecnología. Pero las instalaciones que se hayan puesto en marcha antes del 1 de enero de este año tendrán que hacer ahora un esfuerzo adicional e incorporar la nueva tecnología. Tienen dos años para hacerlo, pero a cambio recibirán una compensación económica de 0,38 céntimos el kilovatio por hora (KWh) que podrán percibir a lo largo de cinco años. Para un parque de tamaño medio esta prima supone unos 40.000 euros para el quinquenio.
Los parques más antiguos
El problema es que los parques más antiguos no podrán dotarse de esta tecnología, ya que no hay maquinaria que se adapte a estos molinillos tan obsoletos y, en su caso, la inversión sería mucho más costosa. La regulación ya tiene en cuenta este detalle, porque recoge que "las instalaciones que por motivos técnicos no puedan adaptarse deben comunicarlo antes del 1 de enero del próximo año".
En este caso seguirán recibiendo las primas igualmente, al igual que ciertos parques que comuniquen antes de la fecha indicada que no se pueden acoger. En este caso la Administración tendrá que aceptarlo.
El procedimiento general ha comenzado a adaptar las máquinas más nuevas. Lo que se pretende así es que las instalaciones eólicas sean capaces de soportar sin desconectarse de la red estos huecos de tensión, ya que en caso contrario al desconectarse el parque de la red, por actuación de las propias protecciones de la instalación eólica, se pone en peligro la estabilidad de la instalación y la de todo el sistema eléctrico en segundo término.
Aenor ya ha certificado un total de 7.573 MW. La entidad avisa que quien no cumpla con la regulación perderá la condición de régimen especial y, en consecuencia, los incentivos que reciben por ser una energía renovable. Además, considera que un factor importante a tener en cuenta es que el desarrollo esperado de la energía eólica precisa de una amplia adaptación a la respuesta de huecos, con lo que "la integración de generación eólica podría verse limitada por la falta de adaptación a huecos de tensión de las instalaciones antiguas".