Desarrollo sostenible

Las empresas más 'verdes' se ahorran la mitad de los impuestos ambientales

Una buena política de respeto por el medio ambiente puede generar a las empresas deducciones de hasta el 50 % en los impuestos medioambientales. Unos tributos que están en manos de las comunidades autónomas y que han proliferado notablemente desde el inicio de la crisis, ya que prácticamente este es el único medio que tienen las autonomías para crear financiación a través de la fiscalidad. De hecho, más del 90 % de sus ingresos por tributos propios proceden de los denominados impuestos ambientales.

"Actualmente en España conviven más de 45 tributos de este tipo en diferentes campos de actuación", explica Ramón Lubián, Manager de Financiación de la Innovación de la consultora Alma CG. "Se trata de impuestos de carácter extrafiscal, ya que su fin no es recaudatorio".

Efectivamente los ingresos obtenidos a través de estos impuestos, que nacen para promover el principio "el que contamina paga", deben ser utilizados en programas ambientales. "Siendo así, lo lógico es que se establezcan deducciones en aquellos casos en los que las propias empresas son las que realizan inversiones de carácter ambiental", indica Lubián.

Gran desconocimiento

Sin embargo, a pesar de que todas las comunidades aplican estos tributos, únicamente cinco (Aragón, Asturias, Andalucía, Canarias y Murcia) ofrecen la posibilidad de bonificación en algunos casos. "Esta es una de las razones que ponen en duda el carácter extrafiscal de algunos tributos, explica Lubián, que destaca lo infrautilizadas que están estas deducciones por parte de las empresas. De hecho, de las compañías que se ven afectadas por estos impuestos en Asturias, sólo el 30 % hacen uso de estas bonificaciones.

Los beneficios para las empresas son evidentes, ya que "pueden suponer una vía de mejora en los resultados de la compañía en varios indicadores como el Ebit, el Ebitda y el resultado del ejercicio", señala. Así, el directivo de Alma CG explica que "la reducción puede variar desde el 10 % hasta el 50 % en el impuesto, lo que en el caso de un centro comercial relativamente grande puede suponer un ahorro de hasta 450.000 euros al año".

Del mismo modo, mediante esta vía, puede lograrse una bonificación de entre el 20 y el 100 % del valor de la inversión realizada. Asimismo, Lubián matiza que muchas de las empresas que hacen inversiones por otras causas, como renovar una caldera vieja, no se dan cuenta de que eso también es una inversión ambiental, por lo que podría reportarle beneficios. En este sentido, el directivo destaca que las empresas más informadas son las que tiene un único centro productivo, ya que conocen con detalle la legislación de su región.

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