'Shorai' es una palabra japonesa cuyo significado podría traducirse como 'futuro' que da nombre a un grupo de deportistas y exjugadores profesionales que desde 2015 invierten en nuevas tecnologías aplicadas al deporte para apoyar a empresas emergentes.
Pertenecen a este grupo el futbolista del Besiktas turco Álvaro Negredo, los jugadores de baloncesto Rafa Martínez (Valencia), Pablo Aguilar (Gran Canaria) y Álex Urtasun (Murcia), o la nadadora de sincronizada Ona Carbonell; y otros que ya acabaron su carrera profesional, como los baloncestistas Nacho Rodilla y Amaya Valdemoro o los tenistas Juan Carlos Ferrero y Francisco 'Pato' Clavet.
"Pretendemos impulsar con pequeñas inversiones el emprendimiento en todo tipo de deportes y tecnologías aplicadas para mejorar la gestión deportiva, los medios o la experiencia deportiva", explica a EFE Borja Larragán, director general de Shorai y exjugador de baloncesto ACB en Gijón, León, Fuenlabrada, Valencia y Murcia.
Este club de deportistas ya ha invertido en ocho proyectos: la empresa de estadísticas de baloncesto NBN23, la plataforma de entrenadores personales Entrenarme, el sistema de entrenamiento de boxeo Fit Fight Training, la aplicación para surfistas Glassy, las cámaras deportivas FirstVision, la aplicación de boxeo Hykso, la plataforma para clubes d fútbol Footters y la comunidad de corredores Runator.
En total, han invertido unos 750.000 euros repartidos entre estas ocho compañías españolas, que según Larragán están comenzando a acercarse a la rentabilidad y llamando la atención de grandes compañías de la industria deportiva internacional.
"Gracias a esto impulsamos el emprendimiento y se generan puestos de trabajo. Somos un país con buenas tecnologías aplicadas al deporte y tenemos deportistas que pueden ejercer su influencia para ayudar a las empresas", añade Larragán.
Pero no solo se trata de inversiones, ya que Shorai está preparando un curso digital orientado a deportistas que están en las últimas etapas de su carrera, denominado Saisei (término japonés parecido a 'reciclarse'), con el que intentarán ayudar a quien encara esa parte final de su carrera.
Larragán explica que la puesta en marcha de Shorai tiene que ver mucho con su propia experiencia tras retirarse, tanto en el aspecto de la inversión, ya que cursó dos postgrados en finanzas y desarrollo de negocios digitales, como en el del cuidado del deportista que se retira.
"Tenía una preocupación personal sobre esa transición, que para mí fue muy dura. Me afectó mucho en la parte emocional y creo que hay que cambiar esta situación entre todos, ya que le ocurre a muchos jugadores", asegura el exbaloncestista, que incide en que los deportistas profesionales no solo deben de formarse o atender sus finanzas, sino contar con respaldo emocional para la retirada.
Bajo su punto de vista, el deportista profesional que se retira afronta un "desierto", con síntomas como falta de pertenencia al grupo, sensación de abandono o desubicación.
"Es un cambio tan fuerte, del arraigo que tiene su deporte que ahora le abandona, que la parte emocional y psicológica es clave, por eso le damos mucha importancia en nuestro programa", asegura Larragán, que planea tener preparado el curso digital a final de año.
Shorai pretende convertirse en el futuro en una red de recursos para el deportista que se retira, bien a través de formación, de apoyo a la integración al mundo laboral con prácticas en empresas de tecnología deportiva o como soporte de inversión en más compañías emergentes relacionadas con el deporte.