
Realia, la inmobiliaria participada por FCC y el empresario mexicano Carlos Slim, cerró el primer trimestre con un beneficio neto de 4,2 millones de euros, el 17,8% menos que un año antes, un retroceso que la compañía atribuye al incremento de los costes financieros y pese a la mejora del negocio.
El resultado bruto de explotación (ebitda) repuntó el 11,1% y sumó 11,1 millones de euros "gracias a la mejora de márgenes de negocio y la contención de gastos" operativos.
Entre enero y marzo Realia elevó sus ingresos el 2,6%, hasta los 23,9 millones de euros, apoyada en el negocio de alquileres.
Así, los ingresos por rentas sumaron 15,3 millones, el 2,3% más, según la compañía, que cerro marzo con una ocupación global de los inmuebles en renta del 94,9 % frente al 93,8% del mismo periodo de 2017.
En cuanto a la actividad de promoción residencial, Realia entró entre enero y marzo en 27 viviendas por 4,2 millones de euros, el 6,2% más que en el mismo periodo del año pasado.
Al cierre de marzo, la compañía presentaba una duda financiera bancaria bruta de 758 millones de euros, 88 millones menos que un año antes y 5 millones menos que a finales de 2017.