
El Plan Extraordinario de Inversiones en Carreteras mediante colaboración público-privada que presentará hoy el presidente del Gobierno Mariano Rajoy contará con una inversión de alrededor de 5.000 millones de euros. Será un sistema concesional novedoso que rompe por completo con los implementados en el pasado en España y que enlazará con los que se utilizan en otros países europeos como Reino Unido y Holanda, tal y como avanzó este diario, y con el Plan Juncker, que ejercerá como financiador de una parte del programa, según explican a este diario fuentes conocedoras del documento. La participación privada, que buscará la implicación de bancos y fondos de inversión, pesará, en cualquier caso, más que la aportación pública.
Rajoy, acompañado del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, presentará hoy en el Salón de Tapices del Palacio de la Moncloa ante medio centenar de empresarios y representantes de la construcción este plan, que supone un gesto con el sector del presidente del Ejecutivo, el primero desde que accedió al cargo, tras los continuados recortes de la inversión en infraestructuras que ha infligido en los últimos años.
De la Serna apenas ha deslizado ligeras pinceladas sobre el contenido del plan en las últimas semanas. Sí ha adelantado que no implicará peajes directos para los conductores. De este modo, la fórmula más utilizada será la del pago por disponibilidad, un sistema muy extendido en el mercado holandés, por ejemplo.
El objetivo del Gobierno es que sean los entes privados los que dispongan una parte mayoritaria de las inversiones, de forma que la aportación pública, y su efecto sobre el déficit nacional, sea limitado. En esta línea, el programa diseñado por el Ministerio de Fomento pone sus ojos igualmente en el Plan de Inversiones para Europa de la UE, el denominado Plan Juncker, cuyo fin es estimular la inversión privada y promover que las empresas inviertan en mejorar las infraestructuras en Europa y en otros sectores. Bajo esa vía se buscará financiar una parte del conjunto de actuaciones.
Con el lanzamiento del plan, el Gobierno aprovecha un momento "en el que el valor del dinero es muy bajo" en relación a lo que ocurría hace unos años, como cuando se implementó bajo un esquema de colaboración público-privada la A-66 Zamora-Benavente -la última relativa a carreteras en España-.
Entre las iniciativas que incluirá el plan se hallan muchas de las obras de carretera prioritarias identificadas en un estudio por Sener y Seopan y que ya cuentan con el proyecto de construcción aprobado. Éstas suman un importe superior a los 7.300 millones de euros, el 28% de las necesidades totales que señala el informe (30.000 millones). El programa también podría abordar, ahora o en una fase posterior, la mejora, bajo régimen concesional, de algunos tramos de autovías de primera generación como la A-2, la A-4 y la A-31.