
La banca española ha saneado activos tóxicos por importe de 311.000 millones desde el inicio de la crisis. Desde finales de 2008 el conjunto de las entidades ha llevado a cabo este esfuerzo de para cubrir los riesgos asociados a los créditos insolventes y para asumir las pérdidas de valoración en los inmuebles adjudicados y los costes de reestructuración.
Esta limpieza aún no ha terminado porque algunas entidades continúan con el proceso, como el Popular, que tiene previsto destinar durante este ejercicio cerca de 3.700 millones de euros a provisiones para elevar las coberturas de los pisos, suelo y préstamos morosos.
El saneamiento está permitiendo a la banca deshacerse poco a poco de estos activos improductivos con el objetivo de reducir costes y ganar eficiencia. El FMI reclamó hace unos días a todas las entidades europeas a acelerar estas desinversiones que están lastrando la debilitada rentabilidad del sector.
Aunque la economía se ha recuperado en España, el volumen de pisos por ejemplo sigue siendo significativo. La valoración de la cartera de inmuebles ronda aún los 85.000 millones de euros, una cifra que baja lentamente. Es al menos la opinión de BBVA, que en un informe reciente de su servicio de estudios, consideraba "insuficiente" la comercialización de adjudicados por parte del sistema financiero nacional. Aún así, los expertos del grupo vasco sostienen que las "políticas activas de venta de activos adjudicados van en la buena dirección".
Los inmuebles en manos de la banca provienen en su mayor parte de las insolvencias de créditos concedidos en la época del boom a compañías promotoras, alrededor de un 70% del total y un 40% son solares.
El esfuerzo en provisiones llevado a cabo desde el comienzo de la crisis, especialmente en el año 2012 como consecuencia de los dos reales decretos aprobados por el Gobierno, ha incrementado hasta un 46-47% de media la cobertura de los inmuebles, aunque BBVA matiza en el informe que existe una "heterogeneidad" entre la tipología y las distintas entidades. Así por ejemplo, el Popular cuenta con un nivel de dotación inferior al 40%.
Crédito al promotor
Más relevante está siendo la reducción en la exposición deteriorada al crédito al promotor, que acumula dos años de continua bajada. A cierre de 2015, los préstamos calificados como morosos se situaban en 36.200 millones, un 43% menos que en 2013. Los subestándar -aquellos con riesgo de insolvencia- alcanzaban los 5.100 millones, un 58,5% inferior que dos ejercicios antes.
Las entidades, durante este tiempo, han trasformado esa financiación en inmuebles en forma de pago y se han deshecho de importantes carteras de créditos en mal estado.
Pese a todo, BBVA indica que la morosidad en el segmento promotor es todavía "muy elevada" y en el mejor de los casos no baja del 50%.