
En el año 2008, más de 2,67 millones de españoles trabajaban en la construcción. Entonces, en el punto más álgido de la burbuja inmobiliaria, el 13% de los ocupados españoles tenían un empleo en el ladrillo. Hoy, con el sector iniciando una ligera remontada, la situación es muy diferente: Se han perdido más de millón y medio de puestos (la última Encuesta de Población Activa los cifra en 1,06 millones), apenas un 6,1% de la población ocupada.
Es decir, el pinchazo del ladrillo ha hecho que, en lugar de trabajar en la construcción uno de cada siete empleados, la cifra baje a uno de cada 16 trabajadores. Con todo, la cifra no es tan negativa si se tiene en cuenta que en el último año se han generado más de 100.000 puestos de trabajo en el sector, siendo uno de los motores de la creación de empleo del último ejercicio.
No obstante, dado que el peso del sector no era el mismo en todos los lugares, también los efectos de este derrumbe han sido distintos. La provincia en la que más se nota es Almería. En el año 2008, uno de cada cinco ocupados (el 19,9%) se dedicaban al ladrillo. Hoy la cifra es cuatro veces menor, ya que sólo ocupa al 5% de los trabajadores almerienses. Esta situación explica que el paro se haya duplicado en sólo siete años, pasando del 14 al 30% en esta provincia.
Solo tres provincias
Pero no es la única provincia que echa en falta el ladrillo, ya que otras, la mayoría en Levante y La Mancha, también siguen sufriendo el pinchazo. La segunda que más empleo ha perdido es Ciudad Real, donde la construcción ya sólo ocupa al 6% de los trabajadores, 12 puntos menos que antes de la crisis. Granada, donde la construcción ya no supone ni el 5% del empleo de la provincia, es la tercera que más nota la pérdida de trabajos en el sector.
En Toledo, Murcia, Cuenca, Segovia, y Castellón, la construcción también ha caído diez puntos o más. En todas ellas, el peso antes de la crisis superaba el 15% del empleo total y ahora oscilan entre el 5 y el 7% del empleo.
En el lado contrario, las provincias donde menos se ha sufrido el efecto laboral del desplome del ladrillo son Ourense y Zamora, donde el empleo apenas ha retrocedido 2,5 y 3 puntos, respectivamente. En Ourense, la construcción ocupa ahora al 8,1% de los trabajadores, mientras que en Zamora la proporción roza el 10%.
Por encima de esta cifra (el 10% de ocupados en construcción), apenas quedan unas provincias: Teruel (10,2%), Baleares (10,6%) y Ávila (10,3%),. Las tres provincias están entre las que han vivido el ligero repunte de la construcción a lo largo del último año, lo que les ha permitido recuperar este nivel.