Suena el despertador. Son las 6:30 horas de la mañana de un lunes cualquiera en la Ciudad Condal. No importa que el fin de semana haya quedado atrás. Mario se enfunda sus zapatillas, se coloca su pulsómetro y, sin pensarlo demasiado, sale a correr.
La afición al running es uno de los signos de la popularización del deporte en los últimos años. Y en su impulso, las Olimpiadas de Barcelona 92, de cuya inauguración hoy se cumplen 25 años, han jugado un papel clave. "A finales de los ochenta, justo antes de la cita, se empezó a fomentar en los colegios las actividades deportivas", apunta la doctora Rita Sahún. "Muchos de aquellos niños son ahora deportistas natos", añade.
Veinticinco años después de la cita olímpica la industria del deporte catalana reconoce que le debe mucho a Barcelona 92. "Después de las Olimpiadas se trabajó para que las instalaciones que se habían construido fueran aprovechadas y eso provocó una gran popularización del deporte", señala Anna Pruna, presidenta del clúster catalán del sector, Indescat. También fueron las impulsoras de una auténtica fiebre empresarial.
Cataluña, de acuerdo con el Indescat, cuenta con 500 empresas del sector deportivo, que facturan unos 3.500 millones de euros, y que han dado origen, según la presidenta de Indescat, al mayor clúster europeo de su categoría. "En España no existe ninguno otro y somos la referencia para otros países europeos", señala. El clúster está integrado por 75 empresas, que facturan conjuntamente 1.500 millones de euros. Su objetivo es promocionar el deporte y las empresas catalanas y está convencido de que es un sector con recorrido. "Aunque se debe producir una consolidación de ciertos modelos que han crecido mucho, todavía contamos con buenas expectativas, ya que esperamos que más personas comiencen a hacer deporte", señala. La incorporación de las mujeres y del segmento de edad comprendido entre los 50/70 y los 30/40 años al hábito deportivo, es una de las claves. El conjunto de empresas catalanas que se dedican al deporte emplean a cerca de 30.000 personas.
Alta inserción laboral
De acuerdo con los datos de la conselleria de enseñanza de la Generalitat de Cataluña, el sector deportivo ha sido un creador activo de empleo en la última década. Tomando de referencia los datos de la Formación Profesional, las promociones con titulaciones relacionadas con las actividades físicas y deportivas tuvieron una inserción laboral por encima de la media entre 2005 y 2010.
Los más afortunados fueron los de la primera promoción, ya que casi el 92 por ciento de sus estudiantes trabajaba un año después de finalizar los estudios.
Hoy la empleabilidad es más baja. En la última promoción que evalúa el estudio de la conselleria, que se corresponde con el curso 2013-2014, el porcentaje de estudiantes que trabajaban un año después de haber terminado sus estudios había decaído hasta el 66 por ciento; colocándose por debajo de la media de todas las especialidades de la formación profesional, que se situó en el 68,64 por ciento.
Este peor dato también coincide con una mayor demanda de los estudiantes por cursar un curso de formación profesional relacionado con las actividades físicas y deportivas, que prácticamente se ha doblado entre las promociones de 2004-2005 y 2013-2014. Es la sexta especialidad más cursada de un total de 23 disponibles y absorbe a un 5,6 por ciento de los alumnos.
A pesar de la caída de la inserción laboral, Anna Pruna defiende que el deporte ha sido una actividad defensiva durante la crisis económica y que cuenta con buenas perspectivas de crecimiento. "En los últimos cuatro años han nacido muchos sport lovers que ahora practican deporte con regularidad", señala.
Para Pruna, el deportista está evolucionando y después de buscar durante la crisis disciplinas muy individualistas, también demanda poder incluir el factor relacional en su entrenamiento. "Durante los años de la crisis se ha utilizado el deporte como forma de autorrealización y reto personal", señala Pruna. "Ahora se valora mucho el componente social y también la personalización del entrenamiento", apunta.
Las 'apps', dentro del equipo
Uno de los entornos en los que están surgiendo nuevos negocios dentro del sector deportivo es en el campo de las tecnologías. Por ejemplo, Skitude ha diseñado una app para esquiadores y montañeros. La compañía trabaja en dar el salto a EEUU para implementar en las estaciones estadounidenses su aplicación. Con este crecimiento, pronostican que su facturación podría alcanzar el millón de euros en 2018. "Cuando empezamos no existía ninguna aplicación de este tipo y ahora ya somos más de 15 personas en la compañía", apunta Marc Bigas, CEO de Skitude.
Otro sector en el que el deporte gana peso es el médico. Si bien no tanto a nivel especializaciones médicas sí en la prescripción que debe realizar el médico de familia. Rita Sahún, que es la presidenta del comité organizador del congreso Semergen-Cataluña, que se ha celebró el pasado junio, destaca que en los próximos años será cada vez más habitual que el profesional de atención primaria prescriba a sus pacientes el ejercicio físico. "Está comprobado que el ejercicio físico mejora y retrasa las dolencias crónicas", apunta Sahún, que recuerda que desde la Administración se está impulsando la medicina preventiva, en la que el deporte cuenta con un papel cada vez más habitual, aunque reconoce que todavía muchos profesionales "no saben como prescribirlo correctamente".
Además, el envejecimiento de la población todavía hace más crítica la práctica deportiva. "Si nos jubilamos a los 65 y vamos a vivir hasta los 83, la clave para reducir el impacto de las enfermedades crónicas es que nos movamos", señala.