
Entre las enfermedades relacionadas con el trastorno alimenticio como la bulimia o la anorexia nerviosa, hay una menos conocida aunque con las mismas consecuencias. Se trata de la megarexia, una enfermedad opuesta a la anorexia. Los que la padecen se ven sanos, delgados y en forma aunque realmente sufren obesidad y sobrepeso.
Por tanto, tiene consecuencias similares a la anorexia, un trastorno que hace ver obesidad en personas que en realidad están delgadas. Según recoge Muy Interesante, las personas megaréxicas, como se conocen a los que sufren esta enfermedad, a pesar de estar con sobrepeso están satisfechas de su físico y, por cuestiones psicológicas al igual que la anorexia, no ven su problema.
Esto les hace seguir su mismo hábito de vida, sin realizar ninguna actividad deportiva ni seguir una dieta saludable que les haga regular su alimentación. Por el contrario, continúan comiendo comida rápida, bollería industrial o precocinados que les crea carencia de vitaminas o minerales.
Sus consecuencias, al igual que la anorexia, son nefastas. Puede originar enfermedades cardiovasculares, anemias o en los casos extremos la misma muerte. Según cálculos del doctor Jaime Burgos, quien ha investigado a fondo esta enfermedad, en España hay alrededor de cinco millones de personas con megarexia a las que no les ha sido diagnosticada.
El hecho de que no sean consciente de su obesidad es la por la falta de nutrientes, que provocan una alteración en el cerebro. Otra de las variantes que influyen en los megaréxicos es el aumento de personas obesas en nuestra sociedad. Al verlas y al compararse con ellas, se ven iguales y creen estar sanos como el resto de personas.