
Irse a la cama supone un acto de mucho miedo para algunas personas por la somnofobia, que tiene su origen en el insomnio. Las causas de este tipo de fobia son muy variadas y dependen del contexto de cada individuo.
La causa principal que se deriva de esta fobia tiene que ver con una ansiedad previa al acto de irse a dormir. El origen de esta fobia se debe al insomnio. Para muchos, la satisfacción que supone acostarse para descansar después de todo el día en activo, otros lo ven como una horror por el miedo que les produce el hecho de irse a dormir, según ha informado Europa Press.
Las personas que padecen esta fobia tienen miedo a dormir por sufrir pesadillas durante el sueño y tener malas experiencias a la hora de dormir, así como personas que sufren apneas y que se despiertan con sensación de ahogo.
Según explica Francisco Segarra, coordinador del grupo pediátrico de la Sociedad Española del Sueño (SES) y especialista de la Clínica del Sueño Estivill, quienes desarrollan este miedo son individuos que por lo general padecen insomnio de manera continuada. "Son perfiles hiper-responsables que tienden a acumular tensión y a medida que se cumplen años, los problemas de insomnio también aumentan", aclara Segarra.
Cómo acabar con el insomnio
No hay un método curativo exacto para acabar con el insomnio pero sí se están desarrollando un conjunto de procesos de tipo cognitivo-conductual para el insomnio junto con el consumo de medicamentos de CBTI ('Cognitive Behavioral Therapy for Insomnia'). Aunque no siempre es necesaria la toma de estos medicamentos.
Es importante acabar con el insomnio ya que tiene efectos negativos en la persona. La calidad de vida se ve muy deteriorada por la ausencia de descanso y la falta de sueño en el cuerpo. Además, también puede afectar en cuanto a cuestiones de trabajo, ya que el insomnio aumenta el absentismo laboral. Según los últimos estudios, esta falta de sueño está muy relacionada con algunos tipos de cáncer.
Aun así, cada caso es distinto y depende de las causas que afectan a cada persona. El tiempo de recuperación varía dependiendo de los casos, pero en la mayoría de los programas cognitivo-conductual los resultados se aprecian tras 6-8 semanas .